Un apunte musical sobre salud mental, "Girl, Interrupted" y Aimee Mann

Girl, Interrupted (1993) son las memorias de Susanna Kaysen sobre los casi dos años que pasó en el hospital psiquiátrico McLean Hospital in Belmont, Massachusetts. Veinticinco años después de haber dejado el hospital, Kaysen contrató a un abogado, obtuvo sus registros médicos y comenzó a escribir. Recortó los detalles sobre sí misma y su lucha contra la enfermedad mental para que las memorias resultantes se leyeran como un diario de viaje. 

Kaysen ha contado en diversas entrevistas que el éxito del libro la sorprendió. Ella quería escribir como “una antropóloga en el manicomio”, pero el público lo recibió como un relato personalísimo con el que muchas personas se identificaron. Girl, Interrupted no solo fue una de las primeras apuestas editoriales de lo que sería el boom de las memorias, sino que abrió una conversación pública sobre la salud mental narrada desde un ángulo distinto. 

Años después, en 1999,  Winona Ryder y Angelina Jolie darían vida a algunos de los personajes de Kaysen.

Traigo Girl, Interrupted a cuento porque el nuevo álbum Aimee Mann, de quien soy fan, se inspiró en parte en las memorias de "Girl, Interrupted" y busca, de alguna manera, mantener viva -a través de la música- esa urgente conversación sobre el difícil tema de las enfermedades mentales que Keysen inicio hace décadas.

Aquí pueden escuchar el nuevo disco de Mann: "Queens of the Summer Hotel", que está buenísmo. Aunque, debo decir que mi canción favorita de ella sigue siendo Save Me, que hace parte del soundtrack de Magnolia. 

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El título del libro Susanna Kaysen,  “Girl, Interrupted”,  está tomado del cuadro de Johannes Vermeer, Girl Interrupted at Her Music. Acá pueden hacer un recorrido espectacular por esa pintura.