Un "camaleón entre culturas": del choque cultural a la interculturalidad

AÑO ACADÉMICO EN EL EXTRANJERO

Realizar un año académico en el extranjero supone, para el estudiante, experimentar una nueva realidad, una nueva forma de percibir el mundo, que le proporcionará las competencias esenciales para poder desenvolverse con éxito en el mundo globalizado en el que vivimos actualmente; y prepararse para convertirse en un “camaleón” entre culturas.

En este artículo, nos gustaría hablar de la relación entre el choque cultural y la competencia comunicativa intercultural, cuyo desarrollo hará de los estudiantes ciudadanos de un mundo plural, en el que sabrán moverse con soltura, como hacen los camaleones, entre personas que no comparten su misma lengua ni sus mismos patrones culturales. Es importante señalar que el dominio de la competencia intercultural garantiza el éxito de las relaciones multiculturales, tanto en el ámbito personal como profesional.

Un año académico en el extranjero lleva implícito el desarrollo de la competencia lingüística, o dicho con otras palabras, la mejora del idioma. Y, especialmente, la mejora de la fluidez, ya que la expresión oral es, todavía, una de las destrezas que más dificultades y dolores de cabeza causan en nuestro país, a la hora de dominar un segundo idioma. Por nuestra experiencia, podemos confirmar que la mayor parte de nuestros estudiantes vuelven certificando, como mínimo, un nivel superior al de partida; es decir, suelen regresar con un nivel de B2+ o C1. En algunos casos, hemos tenido estudiantes incluso certificando un C2, alcanzando prácticamente un dominio bilingüe. Es evidente que esta competencia es una de las que consideramos más importantes, a la hora de tomar la decisión de enviar a nuestros hijos a realizar una estancia en el extranjero. Sin embargo, no debería ser la única, ya que el desarrollo de la competencia lingüística debería ser una más del artesonado de competencias esenciales que van a conformar esta experiencia.

Cuando un estudiante se embarca en la aventura de realizar un año escolar en el extranjero descubre que, durante todo el proceso, está viviendo una transformación. Esa transformación hace que, al regresar, el estudiante no sea el mismo. En este sentido, podemos decir que se ha convertido en su versión 2.0; puesto que regresa con un kit nuevo de competencias, valores y herramientas esenciales que le acompañarán toda la vida. Algunas de ellas son: madurez, independencia, autoconocimiento, habilidades lingüísticas, comunicación intercultural, pensamiento crítico, resolución de conflictos, trabajo en equipo, inteligencia emocional, liderazgo y creatividad.

Es cierto que el estudiante deberá enfrentarse a momentos complicados, como es el choque cultural, que a todos los que hemos vivido esta experiencia nos ha afectado, en mayor o menor medida. Sin embargo, existen herramientas que nos pueden ayudar a llevar mejor este choque cultural; y la competencia intercultural tiene la llave para enseñarnos a superar este proceso de forma más llevadera. Por ello, es importantísimo proporcionar a los estudiantes la información, los recursos y las herramientas necesarias para que sepan que este choque cultural existe, para que lo reconozcan cuando lo estén experimentando en sus propias carnes y para que logren superarlo de forma exitosa.

Cuando hablamos del choque cultural, podemos diferenciar cuatro fases distintas:

1. Luna de miel: se caracteriza por la emoción y la euforia que nos supone conocer y descubrir lugares nuevos, una cultura nueva…
2. Negociación / Crisis: La euforia y alegría inicial ha dado paso a otros sentimientos más hostiles, como la frustración o la ansiedad. Comenzamos a echar de menos nuestro hogar, nos invade la morriña e idealizamos todo lo relacionado con nuestro propio país y cultura. Es en este momento cuando debemos reconocer que el choque cultural ha llegado a visitarnos, y que debemos enfrentarnos a él con todos los recursos que tenemos a nuestro alcance.
3.  Ajuste / Recuperación: En esta fase comenzaremos a encontrarnos mejor y, de nuevo, empezaremos a disfrutar de nuestra rutina, de nuestros nuevos amigos... Apreciaremos todo lo que nos ofrece nuestro nuevo entorno y nuestra nueva cultura, ya que comenzaremos a comprender cómo se percibe el mundo desde esta nueva perspectiva. Además, en este punto, habremos mejorado considerablemente nuestra competencia lingüística, lo que nos ayudará mucho en esta fase.
4. Adaptación: Al alcanzar esta fase, podemos decir que hemos alcanzado la “biculturalidad”, puesto que ya nos sentimos cómodos y súper integrados en nuestro nuevo país. Nos hemos adaptado perfectamente a nuestra nueva vida; y no nos sentimos solos, ya que nos hemos adaptado perfectamente a nuestros nuevos amigos y a nuestra rutina, generándose en nuestro interior un sentimiento de pertenencia a nuestra nueva cultura. Es aquí donde nos convertimos en “camaleones entre culturas”.

No obstante, es importante tener en cuenta que el choque cultural también puede tener una quinta fase, y es el conocido choque de regreso. Cuando hemos vivido en el extranjero durante un largo periodo de tiempo, es posible que volvamos a experimentar el choque cultural al llegar a nuestro hogar. Esto sucede porque nos daremos cuenta de que hay cosas que han cambiado, y el sentimiento de pertenencia (a nuestro grupo de amigos, nuestra familia, nuestro entorno escolar…) se puede ver afectado. Por ello, es súper importante que reconozcamos, de nuevo, lo que nos está sucediendo, para poder avanzar y volver a convertirnos en camaleones.

Superar el choque cultural forma parte del desarrollo de nuestra competencia intercultural, una competencia que puede definirse como la habilidad de una persona para desenvolverse con soltura y éxito en la interacción y en las relaciones con personas de otras culturas, actuando de forma adecuada y flexible . Sin duda, para nosotros es la competencia estrella de este mundo globalizado en el que nos encontramos, y que es cada vez más demandada en el ámbito profesional. Y, la realización de un año académico en el extranjero es la oportunidad de oro para poder adquirirla y desarrollarla en todo su potencial.

Para finalizar, es importantísimo destacar que la preparación para la experiencia es fundamental, ya que es una de las claves para que el inicio del programa y de la estancia en el extranjero sea exitosa. Dotar a los estudiantes de las herramientas y recursos necesarios para reconocer y saber desenvolverse en situaciones complejas, como pueden ser las derivadas del choque cultural, es imprescindible para garantizar un óptimo aprovechamiento del programa, así como para ayudarles a adquirir y desarrollar ese bagaje o ese kit de herramientas, valores y competencias, que les convertirán en “camaleones entre culturas”. 

Un ejemplo de cómo ayudar o preparar a los estudiantes para la experiencia, lo encontramos en el Programa Continuo de Preparación para la Experiencia (PCPE) diseñado y organizado por Newlink Education, para todos sus estudiantes de año académico en el extranjero. El programa PCPE ha sido desarrollado por expertos en comunicación intercultural, con el fin de dotar a los estudiantes de los mejores recursos y herramientas para facilitar su integración en el país anfitrión. A través de webinars online, se trabajan aspectos como las fases del choque cultural, las particularidades del sistema educativo de su país anfitrión, su cultura, sus tradiciones, sus costumbres, así como recursos y consejos para facilitar la integración y el “aterrizaje” en su nuevo país. Asimismo, dentro de este programa, se realizan jornadas de orientación presenciales, que tienen lugar en nuestro país y/o en el país anfitrión.

Cabe mencionar que, desde que en Newlink Education se integró el Programa Continuo de Preparación para la Experiencia (PCPE) en todos sus programas de año académico en el extranjero, los resultados han sido muy positivos. No solo se ha detectado un mayor grado de madurez , autoconomiento e independencia en los alumnos, sino que también se han reducido considerablemente el número de llamadas e incidencias asociadas a las fases iniciales del choque cultural.