Un chip para gobernarlos a todos.

Durante los últimos años un tema que ha salido en varias ocasiones a la discusión pública es la importancia estratégica de la producción de chips. Esto se da no solo por cuestiones económicas, también por otras de carácter geopolítico y militar. 

La producción de automóviles, computadoras y dispositivos móviles y muchos otros productos se ha visto retrasada a menudo por la falta de estos componentes. Nada que sea electrónico parece escapar a la necesidad de ser inteligente. La opción es ofrecer un producto tonto.

Pero como hemos señalado, los chips también se utilizan en los dispositivos y redes con los que nos comunicamos. También son piezas fundamentales del campo de batalla moderno. Por lo tanto, aquel país que no puede autoabastecerse con chips queda en una posición vulnerable. O bien se quedará sin ellos o tendrá que utilizar los producidos por otra nación y confiar que esto no suponga una debilidad a corto y largo plazo.

Los avances producidos en la investigación y el desarrollo de la inteligencia artificial han hecho que la demanda sea aún mayor.

¡Y más urgente! Estados Unidos y China han lanzado planes extremadamente ambiciosos para fomentar la producción de chips. Japón y Europa han tomado medidas similares.

Rivales, restricciones y ecosistema

Todos los conflictos con Huawei, así como los retrasos en el desarrollo de las redes móviles por la escasez de chips, muestran que el mercado necesita más producción y una mayor cantidad de actores claves. Pero la situación geopolítica no ayuda.

La tensión y desconfianza entre muchos países occidentales y China en el espacio tecnológico es cada vez mayor. A mediados de octubre Estados Unidos anunció sus planes para terminar con el envío de los chips más avanzados de inteligencia artificial al país asiático. No es solo China, también aparecen Irán y Rusia como destinos prohibidos. Las preocupaciones están vinculadas tanto a cuestiones de inteligencia como desarrollo militar. Y los límites abarcan a las empresas cuyas cedes centrales se ubican en los países mencionados.

Ya existían varios límites, pero había mucho recovecos a través de los cuáles podían evitarse las limitaciones. Las autoridades han decidido cerrar esos agujeros.

¿Por qué son claves estos chips? Chips más inteligentes permiten la producción de armas más precisas y potencian enormemente la velocidad a la cuál es posible planificar operaciones o resolver problemas de logística. No es exagerado pensar que pueden ser la diferencia entre perder o ganar las guerras del futuro.

El actor clave en todo esto es Nvidia. El 97% de los chips que China consiguió en 2020 fueron producidos por esta empresa. Tanto Nvidia como Intel siguen operando en China, pero deben ofrecer chips menos poderosos con importantes limitaciones de velocidad. 

Las empresas dedicadas a la fabricación de los chips no se han enfrentado al gobierno respecto a su postura. Sin embargo, han advertido que restricciones unilaterales de gran extensión podrían dañar al ecosistema estadounidense.

El efecto Nvidia

En octubre de 2022 el valor en el mercado de Nvidia había caído a los U$S 280 mil millones. En gran medida debido al bajón experimentado por las criptomonedas y consecuentemente la demanda de las placas de video. 

Sin embargo, en octubre de 2023, la misma empresa alcanzaba  superar la marca del U$S 1 Trillion. Lo ocurrido desde entonces está muy relacionado con la revolución producida por ChatGPT. Un incremento notable en la demanda de los GPU utilizados en los desarrollos de inteligencia artificial. Nvidia es la clara dominadora del mercado.

Ahora bien, por lo general, el éxito de una empresa en un mercado con una demanda todavía insatisfecha debería ayudar a que otras empresas fueran creadas o algunas de las más prometedoras se expandan. 

OpenAI es la empresa más conocida entre las que desarrollan los modelos de inteligencia artificial, pero no es la única. Muchas otras opciones parecen estar creciendo en paralelo, con diferentes niveles de éxito o popularidad. Hasta agosto, las startups habían conseguido durante 2023 unos U$S 24 mil millones. 

Sin embargo, en la industria de los chips no parece estar ocurriendo lo mismo. De hecho la cantidad de inversiones producidas en el sector ha tenido un caída del 80% cuando se compara con lo ocurrido en 2022. La cantidad de tratos cerrados pasó de 23 a apenas 4 hasta fines de agosto de 2023.

Por lo general podemos esperar que el software sea mucho más ágil que el hardware, pero la diferencia es extrema.

Todo parece indicar que a medida que Nvidia se consolida, las startups que podrían competir con ella aparecen como inversiones más riesgosas. 

Costos y riesgos 

En teoría estamos frente a una industria con un gran futuro y una importante demanda que no está satisfecha. Pero existe una barrera de entrada importante, vinculada a los elevados costos de desarrollo.

Las startups del sector necesitan grandes cantidades de dinero para poder financiar su actividad. La elaboración de un prototipo puede costar unos U$S 500 millones. Algunas empresas, como es el caso de Mythic, simplemente se han quedado sin dinero. Mythc había conseguido una inversión apenas superior a los U$S 150 millones. 

Y todo esto debe considerarse dentro de un escenario en el que el dinero ya no es tan barato como en años anteriores. Los fondos de Venture Capital están considerando con mucho cuidado donde ponen su dinero. El dinero va a proyectos más seguros y a menos actores. 

Muchas de las empresas que sobreviven y prosperan cuentan con socios estratégicos de peso. D-Matrix cuenta con el aval financiero de Microsoft, que se ha comprometido a probar sus chips de IA. Esto le ha permitido conseguir más inversiones. 

Todas las demás tienen que competir con Nvidia. 

Sospechas de malas prácticas

A lo ya mencionado hay que agregar ciertas sospechas de que Nvidia estaría abusando de su posición dominante. La Unión Europea ha decidido investigar a Nvidia por posibles prácticas monopólicas. La compañía tiene una participación del 80% en el mercado de los GPU. 

Las autoridades francesas incluso han realizado una redada en las oficinas de la compañía. Aunque han dejado en claro que solo se trata de una etapa temprana de la investigación. 

¿Tierra de gigantes?

Muchas de las empresas detrás de los desarrollos de los modelos de IA más conocidos son las grandes tecnológicas. Microsoft (asociada a OpenAI), Google, Amazon o Meta, entre otras. 

En el caso de la producción de chips es posible que veamos algo más de competencia en cuanto AMD intente aumentar su apuesta. 

Con algo de suerte es posible que veamos más startups apoyadas por grandes compañías. 

Pero en general parece que la industria de los chips para inteligencia artificial es un terreno muy difícil para las nuevas empresas. Y el sector es quizás el que más las necesita.