¿Un mercado voluntario de agua sostenible?

Como consecuencia del cambio climático los fenómenos meteorológicos extremos se están acentuando y haciendo más frecuentes. Estos fenómenos incluyen las precipitaciones torrenciales y los períodos extraordinarios de sequía, generando un estrés hídrico y unas consecuencias económicas que van a hacer que el recurso del agua se convierta en uno de los más preciados en la próxima década. El acceso y la sostenibilidad del agua se plantea como uno de los principales problemas, junto con la contaminación de los plásticos, tras el cambio climático.

Existen ya numerosas iniciativas que inciden en la sostenibilidad del recurso hídrico, desde sistemas para optimizar su uso, por ejemplo evitando fugas en los sistemas de distribución, métodos de riego y agriculturas más eficaces y sostenibles, sistemas de regeneración y reutilización de agua, o desalinización del agua del mar por mencionar algunos ejemplos.

Todas estas iniciativas tienen el mismo problema o condicionante, la rentabilidad. Estas iniciativas no suelen ser rentables y no pueden competir con el uso del agua del dominio público, haciendo necesaria la inversión pública para su realización y progreso, limitando su impacto, y evitando un cambio relevante lo suficientemente rápido para lo que se necesita.

Este escenario es un escenario ya conocido. Es el mismo escenario que el de las emisiones de carbono de hace unos años. De la misma manera que los combustibles fósiles iban a subir de precio y las energías renovables iban a bajar, el agua obtenida del dominio público incrementará su precio y las tecnologías de regeneración y desalinización mejorarán su eficacia y bajarán su coste. Pero para dotar a estos proyectos del impulso necesario para su desarrollo a la velocidad necesaria es necesario un mecanismo alternativo de financiación y rentabilidad, que haga que más proyectos salgan adelante y que su impacto se maximice.

Un mercado voluntario de agua sostenible permitiría a las empresas, además de calcular su huella hídrica y fomentar su reducción, realizar acciones que compensen el agua empleada obtenida del dominio público financiando proyectos que redunden en la sostenibilidad del sistema hídrico.

Es por tanto deseable la aparición de los actores y mecanismos necesarios para definir los parámetros del mercado sostenible del agua. ¿Cuál es la definición de agua sostenible? ¿Cuál sería la unidad de este mercado, el litro de agua sostenible? 

Una vez definidas las características del mercado, sería necesaria la creación de la infraestructura de registros y metodologías para el cálculo del impacto de cada proyecto en la sostenibilidad del agua, teniendo en cuenta parámetros como la adicionalidad o la permanencia. Esta infraestructura y metodologías tienen unas similitudes extraordinarias con la de los créditos de carbono, lo que nos haría prever una implantación rápida y exitosa, más aún que la del mercado voluntario de emisiones de carbono puesto que muchas empresas, ya conocen las capacidades, beneficios e impacto que genera el mercado de créditos de carbono.

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