Un mundo sin TikTok: ¿en verdad lo necesitamos tanto como pensamos?

Un mundo sin TikTok: ¿en verdad lo necesitamos tanto como pensamos?

Storybakers:

¿Cómo sería el mundo sin TikTok?

¿En verdad lo extrañaríamos?

¿En verdad quedaría un hueco significativo en nuestro día a día?

Esas preguntas que parecen más propias de la ficción surgen a partir de la prohibición que podría apagar TikTok el 19 de enero en Estados Unidos.

Ya antes han muerto Vine, MySpace y Hi5.

La era digital se ha caracterizado por lo efímero.

Por lo que un día se enciende y al siguiente se apaga.

Pero sería ésta la primera ocasión en que una red de altísimo impacto en el presente deja de existir.

El drama estadounidense es una interrogante global por lo que representa TikTok.

Por un lado, TikTok es una de las representaciones más tangibles del verdadero poderío chino ante la hegemonía histórica de Estados Unidos.

Ninguna plataforma ni ningún gesto político o económico ha logrado significar tanto para efectos de visibilizar el posicionamiento de China como la nueva gran potencia mundial.

Por el otro, aún estando muy lejos de resolver las necesidades económicas de los creadores, es en TikTok done se construyen los grandes fenómenos de nuestros tiempos.

Es cierto que YouTube es la nueva televisión.

Pero es también cierto que aún con Shorts y Reels en crecimiento, es en TikTok donde se conversan y construyen a nivel social esos mismos fenómenos mediáticos.

El Juego del Calamar no sería lo que fue sin TikTok.

Tampoco Stranger Things.

Mucho menos conceptos como La Casa de los Famosos o la Kings League.

Mientras escribo este newsletter, abundan las teorías sobre lo que ocurrirá el 19 de enero.

Están los que piensan que habrá un arreglo de última hora.

Que TikTok formará parte de un acuerdo comercial entre el gobierno de Estados Unidos y China.

A estas alturas nadie duda del posicionamiento de TikTok como un arma social y de inteligencia del gobierno chino.

Están los que afirman que la salvación de China no pasará ni siquiera por ahí.

Que llega a tanto el ego de Donald Trump que impedirá el baneo de TikTok en Estados Unidos para no perderse toda la exposición que tendría un día después en su toma de protesta.

El apego de Trump hacia TikTok pasa, según cuenta Tara Palmeri, por la relevancia que tuvo TikTok entre la generación Z a partir de la difusión de sus mensajes en la plataforma.

Y están también los que visualizan como posible una compra de TikTok en Estados Unidos por parte de Elon Musk o de fondos de capital de riesgo.

Este escenario, aseguran especialistas, es el menos factible.

Bytedance ha sido enfático en que TikTok no estará a la venta.

Pero más allá del desenlace del primer gran culebrón del 2025, hemos de volver a la pregunta inicial: ¿en verdad necesitamos TikTok?

La respuesta varía entre generaciones.

El contenido en sí es lo de menos.

Ahí existe cada vez más réplica de lo que vemos.

Si se deja de prestar atención a ciertos detalles, las diferencias entre Reels y TikTok son mínimas.

Lo mismo comenzará a ocurrir con Shorts ahora que permite publicaciones de hasta tres minutos.

El verdadero hueco que dejaría vacante TikTok pasa por tres rubros fundamentales: el algoritmo, la búsqueda y la conversación

Quizás por el tiempo que lleva consolidando su catálogo de video corto.

O quizás simple y sencillamente porque su tecnología es superior, ninguna oferta de contenido corto parece tan efectiva como la de TikTok.

Existe un concenso generalizado respecto a que TikTok personaliza contenidos mejor que cualquier otra plataforma.

Para la búsqueda ocurre lo mismo.

Ya distintos reportes señalan que un 60% de la generación Z utiliza TikTok como buscador.

Lo mismo está ocurriendo de a poco con otras generaciones.

Ha sido TikTok la plataforma de video más insistente en que las descripciones de los videos publicados sean precisos.

YouTube Shorts no cuenta más que con 100 caracteres para titular.

Instagram lejos está de funcionar como buscador.

Y en lo que refiere a la conversación, en ninguna plataforma se consumen tantas reacciones y se montan tantas polémicas virales como en TikTok.

La gente consume largo en YouTube, en Netflix o en cualquier otra plataforma.

Pero la socialización de ese contenido ocurre en TikTok.

¿Podríamos entonces vivir sin TikTok?

La respuesta es sí.

Pero vale decir también que ninguna de las potenciales soluciones alternativas atiende con precisión esa formación de grandes fenómenos mediáticos.

Perdernos de TikTok equivaldría a echar de menos a la que aún hoy es la plataforma de más rápido crecimiento para creadores.

Perdernos de TikTok equivaldría a dejar incompleta la maquinaría de generación de contenido que pasa del creador original a múltiples voces que se montan a ello.

Y perdernos de TikTok, si el baneo algún día fuera mundial, equivaldría a celebrar la caída de una nueva potencia mundial para seguir sosteniendo el poder de la potencia histórica.

Se vale aprovechar estos días para lanzar hipótesis.

Lo que sería un error sería pretender que apagando TikTok nuestros datos estarían seguros.

¿China o Estados Unidos?

Ambos quieren lo mismo.

Con TikTok o sin TikTok, la nueva gran guerra será tecnológica.

Definitivamente no extrañaría su servicio de atención al cliente en México...

Me hizo pensar tu último párrafo: ¿castigaremos a una potencia mundial para beneficiar a otra? Creo que hay algo más detrás y se llama data. Ese es el gran poder de TikTok y el miedo de los vecinos del norte. ¿Cómo evitar el uso de esa data por un país en el que no hay libertad de expresión, en donde el control y el espionaje están a la orden del día, que está ganando y conquistando palmo a palmo países enteros con tecnología? Ese es el verdadero temor de los US. A mi generación TiKTok nos es intramuscular, pero entiendo que no para los jóvenes. Creo que Trump se la regalará a Musk, si pienso de bote pronto.

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