Un nuevo Ciclo comenzó: el Equinoccio de Otoño
Cada ciclo de la Madre Tierra representa para nosotras(os) un reto de sincronizarnos con los ciclos nuestros. Las culturas Ancestrales de todo el mundo nos mostraron una interpretación espiritual de todo lo que está ocurriendo con un Espíritu Magisterial como es la Madre Tierra. Al reconocer que ella es un Ser Vivo nos vemos obligados a verla que tiene ciclos para hacer que su energía se expanda o se contraiga. Según las culturas de nuestros antepasados el Equinoccio de Primavera y el Solsticio de Verano son los ciclos de la fuerza de la expansión de la Madre Tierra. Esta energía se considera la manifestación del aspecto masculino del planeta donde todo es externo. Actividades tales como compartir con otras personas, salir a disfrutar de los paisajes playas y montañas innatamente nos atraen. Disfrutar de todos los colores y las bellezas que nos da Atabeira, Madre Tierra en lenguaje Taíno, es la orden del día. Nos impulsa a viajar, a reunirnos a comer, a disfrutar la vida. Por otro lado, también l elemento del fuego representado a través el Sol lo experimentamos disfrutando de sus diversas temperaturas, desde las más agradables hasta las más altas. Este es precisamente la energía del Sol. El Sol representa la vitalidad, la armonía mental y promueve la salud en general. Las partes del cuerpo que representa son el corazón, espina dorsal, la luz de los ojos y parte de los huesos. Sin él no hay vida en el planeta. Con el Sol se manifiesta la fecundidad que nuestro planeta pare a través de tanta belleza natural.
Por otro lado, el Equinoccio de Otoño y el Solsticio de Invierno representan la fuerza de la contracción del planeta. Como nuestro planeta es un ser vivo tiene en su energía el aspecto masculino y femenino. En este caso se expresa el aspecto femenino, es donde la Luna como una de las luminarias más importante de nuestro sistema solar tiene un efecto de llevarnos hacia nuestro interior. Reconociendo que Atabeira, sustenta ambas energías, la Luna por su lado promueve la buena salud de los fluidos en el cuerpo, emociones balanceadas e intuición bien desarrollada. Partes del cuerpo que representa son parte del corazón, estómago, senos, contenido de la sangre, riñones, la mente, fluidos inferior del cuerpo.
El Equinoccio de Otoño nos invita a sincronizarnos con ese ciclo de la Madre Tierra. El día, manifestado por el Sol y la noche por la Luna se manifiestan proporcionalmente iguales. Es decir, día y noche iguales en duración. Nos obstante, cuanto más nos acercamos al Solsticio de Invierno la intensidad del Sol va disminuyen dando más espacio a la energía Lunar a expresarse. Ir a nuestro interior nos da la capacidad de conocernos más y es descubrir todos nuestros miedos y dolores para transformarlos en ternura, amor, alegría y paz para nosotros mismos. Es el momento de cultivar internamente todo aquello que queremos ofrecer al mundo externamente. Si queremos Paz, conseguir la Paz interna, si queremos Amor, cultivar el Amor hacia nosotras(os) mismos, si anhelamos alegría convertirnos es esa alegría, si queremos sentir más ternura hacernos más tiernos. Alcanzar a ser más pacientes con nosotros mismos demuestra que seremos capaces de convertirnos en seres más tolerantes.
Disfrutemos de este ciclo y aprovechemos nuestro viaje interior.
Si deseas una consulta en Astrología Médica puedes escribirme a somayahealing@gmail.com o visitar mi página cibernética www.somahealingelements.com
Saludo este Día con Amor en mi Corazón