UN SISTEMA EDUCATIVO NO NORMATIVO

José Ignacio Pichardo Galán

La Cañada Real es un sitio muy particular, es una zona de Madrid que está ocupada en su mayoría por población gitana y marroquí, donde ha sido ocupada y edificada por ellos mismos. Pero no vengo hablar de este tema en concreto y la implicación social que tiene que una gran ciudad europea como Madrid tenga a más de 7.000 personal viviendo en chabolas y en condiciones sin luz ni agua en su mayoría.

Me voy a centrar más en la parte educativa, y más concretamente con la población marroquí que he tenido el privilegio de conocer, tanto a los jóvenes como a las familias. Voy a empezar mencionando una escena de un capítulo de una serie, “Mike”. Trata de la vida del famoso boxeador Mike Tyson, donde en el primer episodio se ve al protagonista de niño y como la policía lo detenía en numerosas ocasiones, y siempre tenía que ir la madre a buscarlo a la comisaria. La escena que se muestra es a la madre pegando a Mike dentro de la comisaria y delante de los policías en numerosas ocasiones. Con una voz en off del protagonista dice “una familia blanca vería eso y se escandalizaría, …, una familia negra solo vería a una madre protegiendo a su hijo”. No quiero comparar la vida del protagonista con la gente que vive en la Cañada Real, pero me da pie a sacar el siguiente tema. Como buen antropólogo, me encanta pisar terreno pantanoso. 

Al decir esto quiere decir que estoy a favor de que se tenga que educar con violencia física, para nada. Pero en la Cañada Real, con las familias que trabajamos sabemos que tanto los padres como las madres usas la violencia física para educar, contado tanto por los menores como por las familias. En este momento estaréis pensando, pero bueno que es lo que me quieres decir, que aparte de vivir en condiciones malas también pegan a sus hijos, menudo panorama, como estas poniendo la Cañada Real. Sigue leyendo un poco más campeón, que crees que lo sabes todo.

Vengo a decir que la hostilidad, la violencia física, la intimidación, la cultura de la violación, son situaciones que viven en su día a día. Es una forma de relacionarse, pero también es una forma de educar. Comprendo que uno no esté de acuerdo con esta forma de educar, pero él no estar de acuerdo implica que hay que ignorar esa escena y situación, de cómo no es la forma correcta de educar eso no se tiene que hacer y es maltrato y se lo tienen que llevar los servicios sociales. Pues colega más de 2.500 niños que viven ahí, con situaciones muy parecidas, y me puedes creer que cuando ves a las familias y a los jóvenes no te da esa sensación de maltrato.

Voy a dejar de dar vueltas un poco y voy ya a abordar el asunto. El sistema educativo gira en torno a un etnocentrismo educativo, donde las condiciones educativas parece que tienen que ser la misma para todos. Te explican la forma de gestión emocional, la forma de resolución de problemas y conflictos, de cómo hay que hacerlo mediante la palabra. Todo muy bonito, pero también tiene otra implicación más, y es que este modelo educativo sigue unos esquemas familiares concretos, con una situación económica y social específicos, entre otras. Parece que todos tienen que estar en dicha situación o debe de aproximarse e ir pasando a dicho modelo familiar, social, ya que es “lo correcto”.

Que vengo a decir, que en ciertas situaciones, tú ya dentro como educador en la Cañada Real, el modelo educativo que te han enseñado o que has ido aprendiendo, con ellos no funciona, y ves una cantidad de fracaso escolar o currículum educativo adaptado desde edades muy tempranas. Frustraciones constantes, arrebatos violentos como forma de finalizar el conflicto, una sensibilidad ante todo comentario hacia ellos. También reciben un nivel de bullying, ya que viven en la Cañada Real, por parte de sus compañeros, que eso hace que no se relacionen con gente de fuera. En su gran mayoría han repetido la primaria. Hablas con ellos y algunos profesores ya los ignoran. Tema aparte ya gira una etiqueta dentro de todos ellos/as, de “se porta mal”, “mal estudiante” y esto hace que ya no quieran ni seguir. El modelo educativo que se presenta no lo quiere ni ver, y aquí ya es donde quiero abordar el asunto, y si vas de buen rollo y de “venga que yo estoy contigo”, sudan de ti, no quieren saber nada.

Entonces ¿tienes que pasar de esa situación? Muchos educadores habremos escuchado la frase, “cada maestro tiene su librillo”. En un contexto social ya sabemos lo que quiere decir, pero lo siento, ni soy normal, ni he estudiado cualquier mierda. Te viene a decir que no tienes ni puta idea de enseñar, de que todo lo que te han enseñado en cuatro años no sirve para nada y que tienes que hacer ahora todo lo posible para que la clase fluya, este tranquila y cumpliendo los objetivos. El momento de aprender viene ahora, o no, anda que no hay profesores malos.

Para concluir, uno no está en un contexto normal, es decir, en un contexto donde la sociedad pretende que estén. Estas en una situación muy hostil, y que las propias familias demandan que tengas dureza con sus hijos/as. Esto como educador al principio me choco mucho, ya que no está ni en mi forma de ser. No me gusta ni gritar ni que me griten, y no lo hago en mi vida cotidiana. Quiere decir que lo tengo que hacer ahora, pues no. A nivel personal he tenido que aprender a usar un tipo de hostilidad, de marcar ciertos límites, pero a nivel corporal, verbal, jugando con los silencios. Si te alteras hablando ellos se alteran y tienen más aguante que nadie. Nunca me imagine como educador que tenía que introducir estos elementos, pero una vez puestos la relación con los jóvenes, no doy crédito. Es muy buena, empiezas a conocer quiénes son, sus gustos, pero lo más importante que te escuchan, que para mí eso fue como algo imposible al principio. Los modelos educativos no digo que sean malos, pero no abordan ciertas situaciones, y que no es necesario que vivas en Cañada para que te sientas fuera de este modelo.

Esto puede tener una implicación de normalizar ciertos escenarios de violencia, como algo normativo, como algo que tiene que suceder. Siempre hay que recordar que uno quiere eliminar esta violencia, y que como educador no quiere traspasar este modelo educativo, ni a otros, ni a su vida cotidiana. Planteo la siguiente cuestión ¿para entrar en un ambiente hostil como educador, debes de ser hostil? Solo digo que uno debe de saber en el contexto que se encuentra como educador, y que la forma adecuada de educar puede ser aquella que uno adapta a las circunstancias en la cual los jóvenes viven, y que los objetivos educativos no tienen que ser los mismos. Plantear dos escenarios tan diferente hace pensar a uno que, si estas fuera de este contexto no es necesario, pero este choque cultural se puede ver en contextos mucho más próximos a los tuyos.