Un viaje en el tiempo

Durante una reciente visita a Besançon, me adentré en el barrio de Battant, un tesoro histórico que cautiva a aquellos que buscan sumergirse en el patrimonio de esta ciudad.

El nombre de Battant encuentra su origen en la Mouillère, un pequeño arroyo que impulsaba un dispositivo para trabajar las telas. A sus habitantes y comerciantes se les denomina "bousbots".

Ubicado en la orilla derecha del río Doubs, al norte de la ciudad, Battant es uno de los barrios más antiguos de Besançon. Sus calles bulliciosas albergan tiendas y animados bares, creando una atmósfera animada y diversa que atrae a locales y visitantes por igual.

En tiempos pasados, Battant era hogar de curtidores, relojeros, lavanderas y viticultores, quienes llenaban el barrio de vida. Pero, ¿de dónde proviene el término "Bousbots" que se usa para referirse a sus habitantes y comerciantes? La historia nos lleva a remontarnos a 1575, durante la Batalla de Besançon, en el contexto de las guerras de religión. Los hugonotes, protestantes, decidieron rebelarse y organizar la toma de Besançon con el apoyo de montbeliardeses y suizos. Aunque tomaron el control del centro de la ciudad, fueron repelidos por los católicos y se vieron obligados a saltar al río Doubs.

Este episodio de resistencia dejó una marca indeleble en la historia de Battant. Durante el asalto, los soldados protestantes habían plantado sapos en estacas para asustar a sus oponentes, dando origen al término "Bousbots", símbolo de la resistencia de los habitantes de la región.

El término francés "battant" también tiene un significado adicional de "luchador" o "combatiente", lo cual adquiere una profunda importancia al considerar la historia de Battant. A lo largo de los años, este barrio ha enfrentado numerosos desafíos, pero ha perseverado y ha mantenido un espíritu resiliente y combativo.

Además de su importancia histórica, Battant tiene un significado personal para mí a través de mi antepasado directo, Claude-François, quien vivió allí hace seis generaciones. Su vida se entrelaza con la historia de Battant donde fue bautizado en la Iglesia de Sainte-Madelaine, en la fotografía más arrriba.

Mi visita a Besançon y el descubrimiento de la historia de Battant han dejado una profunda impresión en mí. Presenciar la resiliencia del barrio y su capacidad para adaptarse a lo largo del tiempo ha despertado en mí un renovado aprecio por nuestras raíces ancestrales y nuestro patrimonio. Al recorrer las calles empedradas de Battant , experimenté una conexión tangible con el pasado y una mayor comprensión de cómo nuestras historias personales se entrelazan con la historia colectiva.

Battant va más allá de ser simplemente un barrio histórico; es un testimonio vivo de la fuerza y la diversidad cultural de Besançon. Sus residentes, provenientes de diversos orígenes, aportan una riqueza única a su espíritu comunitario. Al pasear por sus calles, se puede sentir la energía palpable que emana de sus edificios centenarios y las interacciones cotidianas entre los habitantes y los visitantes.

Este rincón histórico de Besançon nos desafía a reflexionar sobre nuestro propio papel en la construcción del futuro. ¿Cuántas historias más quedan por descubrir en los recovecos de Battant? ¿Qué lecciones nos aguardan al desvelar las huellas de aquellos que nos precedieron en este barrio de luchadores? Al explorar nuestras raíces, nos equipamos con una comprensión más profunda de nosotros mismos y las herramientas necesarias para enfrentar los desafíos que nos aguardan.

Descubrir Battant es embarcarse en un viaje a través del tiempo que nos desafía a reflexionar sobre nuestra identidad y a forjar un futuro enriquecido por la comprensión del pasado.