Una bandera tricolor humana, ondeando por el continente.

Una bandera tricolor humana, ondeando por el continente.

Con un morral cargado de fe y esperanza, inicie el viaje, parecía un cuento de nunca acabar.hacia una vida nueva. La luna y una brújula guiando mi senderos fríos y calientes al extremo. Hice caso omiso de lo que me decían: en el camino asaltan, secuestran y matan.

Gente solidaria por las calles trasandina amparando mis pasos con provisiones, alientos y aplausos, como si fuera un atleta camino a la meta. 

Transité por lugares temidos acompañado por hijos del camino, compartiendo el mismo destino...la vigilia no detiene nuestro desandar del ejercito patriota que otrora salió a libertar, ahora huimos entre noches, chantajes y vulnerabilidad.

¡Seguiremos!.- no tengo visa ni pasaporte pero Dios está con nosotros.y los senderos no me cobrarán cuota.

Extraño mi querido patio, el calor de mi gente, la seguridad que me vio crecer y que me corrió hoy cuando languidece mi vida sin el bastimento.

Patria, patria que me ha dado amor, me reconforta el anhelo de volver a verte, no importa cuántas lágrimas, penas y sufrimiento pase en caminos que no son míos...seguiré adelante con la frente en alto sin perder el horizonte de mi destino con una pasaje de regreso cuando mi patio vuelva a reverdecer. Nelson Enrique González


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