Una Empresa Nacional de Energía en Chile: propuestas para una discusión ciudadana.
La idea de incorporar al Estado en las decisiones en materia energética, y la posibilidad de crear una empresa estatal de generación (o Empresa Nacional de Energía, ENE) surgió con más fuerza dentro de las discusiones iniciales de las propuestas presidenciales del 2013. Sin embargo, la idea no prosperó lo suficiente y, en particular, no fue considerada en el programa energético de nuestra actual presidenta. Esta propuesta en particular ha sido resistida por muchos profesionales relevantes del mercado energético, en gran medida por una opinión general negativa sobre el posible desempeño de una empresa estatal y sus eventuales ineficiencias.
Este artículo tiene por objetivo alimentar la discusión sobre la posible creación de una ENE y mostrar las eventuales externalidades positivas de una propuesta de este tipo. Entre las enormes ventajas de esta propuesta, destacan el impulso en I+D en materia energética (tema clave para un país que aspira a alcanzar el desarrollo), una necesaria y aún inexistente mirada de largo plazo, y la mejora en la competitividad del mercado de generación eléctrica, dominado actualmente por tan sólo tres empresas en Chile (Endesa, Colbún y AES-Gener). Estas externalidades positivas irían en beneficio de todo el país, y permitirían además dar los primeros pasos concretos en dirección a una política energética sustentable desde el punto de vista social, ambiental y económico.
1. Existe una profunda concentración de mercado como consecuencia del escenario actual.
Uno de los principales desafíos actuales del mercado de generación eléctrica en Chile tiene relación con el hecho de que tres empresas (Endesa, Colbún y AES-Gener) concentran más del 80% del mercado. Es evidente que este tipo de escenarios pueden potencialmente reducir la competitividad del mercado y limitar esta concentración va de la mano con la necesidad de una matriz de generación eléctrica eficiente, ambientalmente sustentable y participativa.
Existe actualmente una regulación muy limitada del Estado en el funcionamiento del mercado de generación, y siguen existiendo los mismos tres actores históricamente más importantes, y con porcentajes de participación totales muy similares. Es innegable entonces que la evolución histórica de nuestro mercado eléctrico de generación no ha apuntado en forma natural a una situación de competencia.
Otro aspecto importante a considerar es la experiencia de países desarrollados en este tema. Ejemplos como los de Alemania, Francia, y varios estados de USA, nos muestran decisiones claras de incorporar al Estado en importantes decisiones energéticas, y en la definición de la matriz de generación futura. Más que evidencias para defender el escenario actual del mercado de generación chileno, existe evidencia y ejemplos claros en dirección a aumentar la intervención del Estado. Una ENE sería una estrategia clara y directa que permitiría además limitar esta concentración incluyendo un nuevo actor potente en el mercado de la generación eléctrica.
2. Una empresa estatal no tiene por qué ser necesariamente ineficiente
El desempeño de las empresas estatales en Chile ha sido diverso y hay un claro rechazo de un grupo importante de profesionales chilenos – varios de ellos del área eléctrica – a la creación de una empresa estatal de generación. La explicación a este fenómeno podría ser la idea preconcebida de que una empresa Estatal debería operar en forma ineficiente.
Es importante destacar que existen empresas exitosas en el mundo desarrollado donde el Estado es efectivamente el dueño de ellas – total o parcialmente –. Casos conocidos más de cerca en Chile como ENEL y EDF, y otros también mundialmente famosos como Vattenfall, son muestras de que tener una empresa energética donde el Estado es total o parcialmente propietario no va de la mano con un desempeño ineficiente.
Tal vez la pregunta principal es cómo estas empresas han podido ser eficientes y exitosas en otros países y hacer un trabajo similar en Chile. La formulación de una propuesta de este tipo excede sin duda los objetivos de este artículo, pero es importante dejar claro desde un principio que una empresa con participación estatal no hace diferencia en cuanto a la eficiencia de ésta. Si la estructura de la empresa es eficiente y sus profesionales son de gran calidad, no hay razón para sostener que esta empresa será ineficiente porque el Estado participe en ella.
3. La necesaria visión energética de largo plazo
El tiempo que se requiere para desarrollar proyectos de generación y su influencia en el la economía global son dos aspectos diferenciadores de la industria energética. El diseño y construcción de proyectos de generación puede abarcar cinco e incluso diez años dependiendo del tamaño y la dificultad técnica de cada proyecto. Asimismo, los impactos de estos proyectos afectan a las comunidades y al medioambiente local por períodos mucho más extensos que la misma vida útil de éstos. Adicionalmente, los efectos de una decisión errada en materia energética pueden provocar efectos colaterales negativos en nuestra economía y nuestro medio ambiente por varios años e incluso décadas. Pensar en un desarrollo energético requiere necesariamente de un horizonte de largo plazo.
Debido a la importancia estratégica de este mercado es importante preguntarse hasta qué punto las empresas de generación eléctrica son capaces de responder a esta exigencia en un escenario de competencia (que tampoco existe en Chile). Frente a la urgente necesidad de generar retornos económicos rápidos es mucho más probable que una empresa privada elija la tecnología más barata disponible en ese momento, en vez de una tecnología que tal vez posea retornos inmediatos menores, pero que entregue en cambio retornos más altos en el largo plazo, menores impactos ambientales, y una mayor seguridad energética.
Una empresa nacional de energía podría tener esta visión. Proyectos con tecnologías de menor retorno inmediato pero con un gran retorno a largo plazo – como por ejemplo: proyectos geotérmicos, tecnologías eólicas de alta mar, generación mareomotriz y sistemas de almacenamiento de energía a gran escala – podrían ser desarrollados por una ENE mejorando nuestra seguridad energética, reduciendo los costos de generación en el largo plazo y maximizando asimismo el uso de recursos propios. Esta empresa además podría combinar el uso de estas tecnologías con una planificación efectiva de la localización de nuestros futuros proyectos de generación, a través de una panificación ambiental que incluyera de manera efectiva la opinión ciudadana.
4. I+D en Energía - ¿El salto al desarrollo?
Sin desmerecer en absoluto el enorme desafío que ha significado desarrollar la ingeniería de nuestros proyectos de generación – desafío que hasta el día de hoy ha sido llevado adelante en gran medida por ingenieros chilenos – aún no hemos creado tecnología chilena que pueda competir en calidad y costo con productos tecnológicos extranjeros. Nuestras centales de generación – incluidas las tradicionales y las ERNC – utilizan tecnología alemana, suiza, o coreana – por dar algunos ejemplos – que hemos implementado en nuestros proyectos en forma exitosa, pero sin pensar mucho en la posibilidad de replicarla.
Una posibilidad real sería tomar este desafío a través de esta Empresa Nacional de Energía. Solo a modo de ejemplo: podría dedicarse un porcentaje de proyectos de generación de esta empresa (tal vez un 5%) para desarrollar únicamente tecnologías prototipo en nuestro país. De esta forma, profesionales chilenos podrían elaborar modelos matemáticos, realizar mejoras en el funcionamiento de estas plantas y concretar estudios de doctorado en universidades chilenas para aplicar estas mejoras en proyectos energéticos futuros concretos. En forma paralela podrían crearse departamentos de investigación – patrocinados por la ENE – para estudiar otros prototipos y ser luego instalados y probados en condiciones reales, aprovechando que un porcentaje de los proyectos de esta empresa estarán reservados para investigación y desarrollo de nuevas tecnologías.
Chile posee una de las mejores radiaciones solares del mundo, uno de los potenciales de corriente de mareas más altos y también un potencial aún inexplorado y muy posiblemente altísimo de generación geotérmica y eólica en alta mar. Invertir un porcentaje de nuestra generación futura en investigar estas tecnologías, aplicarlas en nuestro país en forma pionera y luego exportar estas tecnologías a otros países, es un proyecto que puede hacerse realidad de manera más rápida y eficaz si se deja en manos de una Empresa Nacional de Energía, que posea la visión país y de largo plazo que se necesita para invertir en investigación y desarrollo, y para posicionar a Chile como un actor relevante en el mercado de generación mundial.
Es claro que incorporar al Estado de manera más decidida en el desarrollo energético y en la planificación de nuestra matriz es una idea que está ganando fuerza en Chile frente a la clara concentración del mercado de generación de electricidad. Por esta razón, propuestas como la ENE no pueden descartarse dentro de una discusión ciudadana seria sobre nuestro futuro energético. Asimismo, una Empresa Nacional de Energía con un diseño que incluya incentivos a la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, puede ser la clave para posicionar a Chile como un actor importante dentro de la industria energética en el mundo.
Head electrician
9 añosDeveloping a national strategy is an invite to corporations to invest thing that in time drives the prices up. The idea is How Chile can emerge as a power house? Are there some lessons to learn from what China is doing globally in regard of solar&wind? Yes, don't just follow the footsteps be a path opener.
COO Tritec- Intervento / MSc. Electrician Engineer
9 añosBuscar un competidor estatal que regule naturalmente los precios y lleve la vanguardia en el financiamiento de la investigación es una idea que a muchos Chilenos interesados en el éxito del país nos agrada. La idea de incorporar más privados es solo buscar dividir el profit en más agentes ya que sabemos que el empresario solo busca este beneficio en el menor plazo posible, inclusive a veces a costa de la calidad del servicio. Una empresa estatal ayudaría a aminorar este efecto y llevaría al resto de los competidores a competir realmente, los invito a cambiar los paradigmas acerca de la empresa estatal, pero desde mi punto de vista, lo más importante a entender es que una empresa estatal lo que busca es rentabilidad social sobre la financiera, por lo que no necesariamente será rentable desde el punto de vista de la rentabilidad conocida convencionalmente.
Académica del Departamento de Ingeniería Eléctrica, Facultad de Ingeniería, Universidad de Santiago de Chile
9 añosMuy interesante y pertinente tu artículo, Leonardo. Entre los tópicos que discutes, propones una solución a dos problemas que son críticos: La concentración del sector energético y el financiamiento para I+D en energía. Sin embargo, teniendo en consideración la realpolitik, me parece dudoso que una empresa estatal los resuelva o sea la solución con mejores posibilidades. Para evitar la concentración, me parece más efectivo fortalecer la capacidad de regulación (por ejemplo, con cotas máximas para la participación de mercado y medidas tanto técnicas como regulatorias, que faciliten la incorporación de nuevos competidores, grandes y pequeños). Asimismo, implementar medidas que mejoren la transparencia, la participación, la cautela del interés público y la articulación de los actores más débiles frente a una negociación o el lobby. Sé que es algo complejo y no hay democracias perfectas, pero se puede aprender de los países que han tenido éxito. Siempre será mejor tomar medidas preventivas, que lamentar las consecuencias de males ya extendidos. En el caso de la I+D, me parecen promisorias la constitución de una comisión de alto nivel y la posible creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, que tendría la capacidad de articular la investigación básica, la investigación aplicada y la innovación. Me parecen medidas en la dirección correcta, para lograr que se asigne mayor prioridad y recursos a la I+D, pero manteniendo los mecanismos concursables y la asignación por mérito, que resguardan el buen uso de los recursos. Asimismo, un ministerio tendrá mejores atribuciones para focalizar una parte de los recursos en las necesidades del país. La I+D, efectivamente, hoy es muy competitiva y se debe asignar más recursos a aquellos mecanismos institucionales que faciliten la colaboración internacional y universidad-empresa. Asimismo se requieren más recursos y vínculos para escalar las soluciones desarrolladas y colocarlas en el mercado internacional. Hemos avanzado mucho desde que se creó Conicyt, pero todavía nos falta mucho por recorrer. Aunque más lento de lo que nos gustaría, de todos modos mi impresión es que avanzamos en la dirección correcta. ¿Hay oportunidades en I+D en el sector de energía? Me parece que sí. Pero no en cualquier nicho. En algunos, ya llegamos demasiado tarde, o no tenemos ventajas competitivas, o es muy costoso entrar. Sin embargo, en esos mismos nichos tenemos espacio para innovación y transferencia tecnológica para aplicaciones y reducción de costos locales, por ejemplo en la industria minera o en el propio sector energético. Pero en otros nichos sí tenemos posibilidades de realizar I+D aplicada a la energía. A modo de ejemplo: software, modelos, inteligencia artificial, simulación y diseño electrónico, no requieren tanta inversión en equipamiento, y hay capacidades de I+D locales. También podríamos desarrollar soluciones a problemas específicos detectados en la industria local, que posteriormente se puedan escalar y colocar en el mercado internacional.
I+D es necesario en Chile. Ejemplo Podriamos desarrollar como País un panel fotovoltaico capaz de tener una eficiencia muy superior a los existentes que se venden en el mercado o internacional . Probados y Garantizados en Chile
Profesor Asociado en Universidad de Chile
9 añosExcelente artículo Leonardo y en general muy buenos comentarios. Apuntas a un problema de fondo de la sociedad Chilena. Hemos sido una sociedad "rentista" y no una sociedad que innova y tiene visión de futuro. Esto se ve claramente en el sector energético donde siempre prima la visión de corto plazo (y rentabilidad de corto plazo). La minería es uno de los pocos sectores donde se mira con rentabilidad de largo plazo. Pero la minería cumple perfectamente con la idea de "sociedad rentista". Más de la mitad del cobre que se exporta es concentrado y típicamente miramos para el lado cuando se trata de valorar los impactos y costos de actividad minera. Comparto con Leonardo que una empresa nacional en energía (ENE) o un consorcio en esa línea podría ayudar a comenzar a cambiar nuestra visión de corto plazo. Claramente la solución privatizadora fue mala y se debe mejorar. Lo que no implica estatizar todo, sino comenzar a tener visión a mayor plazo...