Una incongruencia de miles de millones USD
En la sección Capitanes del Reforma de hoy leemos que “el sector automotor ha traído más de 60 mil mdd de inversión extranjera desde 1999.”
Desde la negociación del TLC se han escrito kilómetros de líneas ágata acerca de las inversiones en la industria automotriz. Gobernadores y Secretarios de Desarrollo Económico se han desdoblados para atraer inversión a sus estados, trabajando con la Secretaria de Hacienda en esquemas fiscalmente atractivos para la industria.
No es para menos hacer todo lo posible para que invierta en nuestro país una industria que representa un flujo anual promedio de inversion extranjera directa (IED) de mas de seis mil millones de dolares anuales. Si no fuera que en en El Financiero del 8 de mayo 2018 leemos que las "Remesas a México superarán los 30 mil millones de dólares en 2018.
Estos flujos son generados por mexicanos quienes, iniciando con un capital cero o cercano a cero, juntaron los recursos necesarios para llegar a una ciudad de los EEUU (precio promedio del coyote puede llegar a $5,000 USD, según me dicen); consiguieron trabajo, generalmente sin hablar el idioma del país al que llegaron; administraron sus ingresos de manera a poder enviar cada mes algo a sus familias y todo eso enfrentando a diario el curso de obstaculos que implica trasladarse y vivir en un ambiente hostil con la amenaza constante de la deportación sumaria.
Si se dirigieran una fracción de los esfuerzos que se han hecho para atraer los grandes flujos de IED a diseñar esquemas para apoyar a los migrantes a canalizar las remesas a proyectos productivos en las comunidades de las que salieron, estos emprendedores, serían un motor de desarrollo que podría superar a nivel local las tazas de 6-8% que hemos visto en el Bajío, (cuando de más bajo se parte, más impacto tienen las inversiones en terminos porcentuales), revitalizando las comunidades de las que salieron expulsados por la pobreza y falta oportunidades e incentivando el regreso de una generación que tanta podría contribuir al progreso en México.