Una Leona en la oficina.
Es una realidad conocida que la maternidad es asociada a una desventaja en el perfil laboral de cualquier mujer, ya sea en el ámbito de dependencia laboral o en el desarrollo de un emprendimiento propio.
Generalmente se pone el foco en las licencias o limitaciones que podrían llegar a surgir.
Hace poco vi un episodio de la serie Workin' Moms, en el que la protagonista, una madre llevando en el cochecito a su bebé se cruza con un oso en un parque de Canadá, y en el medio del terror de la situación sólo atina a gritar con tanta fuerza que el oso huye despavorido. Esa imagen representa para mí la maternidad.
Es cierto, estamos en alerta permanente, muchas veces aterradas.Pero hay una fuerza interior, una ferocidad, una euforia que se desprende de ese instinto protector. Y esto aplicado al universo laboral puede llevar a una mamá profesional a ganar grandes ligas.
En lo personal la maternidad me ha ayudado a:
✔Ser más organizada y por lo tanto más eficiente.
Es muy difícil ejercer la maternidad y ser profesional al mismo tiempo, sin hacer listas, poner horarios, en fin, organizarse y volverse a reorganizar infinitamente hasta que la cosa funcione.
✔Mantener la cabeza en varias tareas a la vez sin perder el eje.
Es imposible desconectar el "yo mamá" del "yo profesional", pero esa conexión me lleva a enriquecer ambos mundos.
✔Confiar más en mi intuición.
Todo es tan nuevo y desconocido, que cada vez que supero una crisis desarrollo una confianza y seguridad que me lleva a profundizar más la intuición.
✔Desarrollar más empatía y ponerme más en el lugar de otro.
Es tanta la atención que tengo que poner en entender qué está sintiendo, qué le pasa, por qué llora mi bebé, que la empatía se convierte en una compañera invaluable.
✔Saber decir NO.
Entiendo tanto la importancia de mi tiempo, que pasa a ser un recurso no renovable, que puedo decir NO a un montón de cosas sin culpa.
✔Traspasar mis límites.
Nunca creí que se podría dormir tan poco y sin embargo hacer tanto.
✔Atender los detalles sin detenerme en las cosas sin importancia.
Creo que si otras madres se suman podríamos armar una lista interminable de razones por las cuales ser madre es un valor agregado y no lo contrario, porque vale la pena sumar una leona en la oficina.