Una sociedad equitativa empieza por ti y por mi
La mejor forma de conmemorar el día Internacional de la Mujer es reconociendo a todas las mujeres que conocemos que nos guían y nos demuestran que querer es poder.
Somos muchas y queremos ser más, hoy no solo se trata de hablar de nosotras, se trata de elevar nuestra voz para crear una conciencia sobre la importancia de la equidad de género y crear un cambio en las conductas que tenemos día a día.
Con esto, no ganamos solo las mujeres, ganan los hombres, las sociedades, los países y las empresas. Según datos del Banco Mundial, las niñas y mujeres representamos cerca de la mitad de la población mundial. Se estima que el costo de la brecha laboral existente se encuentra entre el 10 y el 20% del PIB per cápita para la mayoría de los países de la región. Es decir, si se lograse reducir la brecha laboral, la riqueza generada podría coadyuvar a los esfuerzos de reducción de pobreza, con mayores efectos potenciales en los hogares más pobres.
Los países tendrían una economía más robusta, las empresas ganarían en diversidad lo que es directamente proporcional a la innovación que se genera día con día.
Hoy no se solamente se trata de lo que ganaríamos nosotras, si no de lo que hoy en día está dejando de ganar el mundo por creer que el poder, las posiciones de liderazgo y las decisiones les pertenecen a unos cuantos de un género en específico.
Para generar un cambio no se trata solamente de levantar la voz y exigir a los gobiernos políticas públicas que aseguren la equidad de género, el derecho a la educación, no se trata solamente de que la ONU declare a lo que tenemos derecho como mujeres, se trata también de que tú y que yo seamos parte del cambio que queremos ver.
Todos los días con nuestras acciones sentamos un ejemplo para todos con quienes convivimos y para las nuevas generaciones que nos ven como su ejemplo a seguir. ¿Quieres formar parte de este cambio?
Si eres hombre, empieza por ti, empieza haciendo equipo con las mujeres con las que trabajas, empieza tomando como tu igual a tu mamá, a tu esposa, a tus hijas o cualquier mujer con la que trates.
¿Tienes hij@s? Tus hij@s no son solo de tu pareja, también son tuyos, por lo que sé parte de esta responsabilidad compartida viendo por ellos, cuidándolos, pasando tiempo con ellos y apoyándolos en sus actividades diarias. La obligación no debe de recaer solo en una persona, es una tarea en equipo y a cambio no esperes un reconocimiento especial, ya que, no sólo es parte del día a día de millones de mujeres en todo el mundo, sino que es el significado de formar una familia.
Sé autosuficiente e interésate por los asuntos del hogar. No esperes a que tu pareja o la mujer de tu casa te prepare la comida o ponga orden a tus cosas. Actúa y hazte cargo de tu hogar, es parte de las responsabilidades compartidas de quienes cohabitan en una casa. Convive en un ambiente de respeto, igualdad y paz dentro del hogar.
Cuida tu forma de hablar en público. Muchas veces las conversaciones caen en bromas sexistas para demostrar que perteneces al grupo. Sin embargo, ¿quieres formar parte de algo que no les da su lugar a otros seres humanos? Evita las expresiones: Corres como niña, ¿estás sensible? De seguro estas en tus días, pegas como niña, esa es cosa de viejas. Seguro te sorprendería saber cuántas de estas frases o similares, has usado en el último año.
Por otro lado, si eres mujer, tú y yo también tenemos cosas que cambiar:
Deja de competir con las mujeres que están a tu alrededor. Desde pequeñas nos han enseñado que las mujeres son nuestra competencia natural, al ser tan limitados los puestos de trabajo, los ascensos, lo que hacemos (me incluyo porque en algún momento yo también lo pensé así). Siempre debíamos de mantenernos en constante competencia, retarlas, querer “brillar más” ¿Quieres ser parte del cambio? Haz equipo con ellas, escúchalas, aprende de ellas, celebra sus éxitos. Sí, también se vale la sana competencia, después de eso tanto tu como ella, serán mejores.
¿Tienes hijas? Inspíralas, dales tu ejemplo, rétalas a ser mejores, exígeles, enséñalas a luchar por sus sueños, enséñalas a no hablar mal de ninguna mujer (bueno no hables mal de nadie, pero mucho menos de otra mujer). Si no te cae bien o no tienes nada bueno que decir, simplemente no digas nada. Todas hemos escuchado aquella frase: “El peor enemigo de una mujer es otra mujer”. Me niego a creerlo, aunque sí, yo también lo he hecho. Aquí no se trata de que tire la piedra quien esté libre de "pecado", aquí se trata de querer ser mejores que ayer y en el camino inspirar a quienes nos rodean a ser mejores. El mundo ya de por si es un lugar difícil, las situaciones ya de por si son retadores, no hay necesidad de crear nosotros mismas más problemas o dramas.
¿Tienes amigas? De nuevo, no sientas celos por su vida, celebra sus logros, toma su mano cuando las cosas no salgan bien, no minimices sus logros ni su sufrimiento. Valora las amistades, tener una amiga o mejor aún una mejor amiga que sea una relación sincera y desinteresada es lo mejor que nos puede pasar en la vida - bueno vale, una amistad punto, sea hombre sea mujer – pero seamos sinceras, hay algo especial entre dos mujeres que son mejores amigas.
¿Estas saliendo con alguien? No esperes a que te pague la cuenta, no esperes a tu príncipe azul que resuelva tu vida y te saque de trabajar. Una pareja es un equipo y como todo equipo, se trata de colaboración. Salgan a cenar (cuando se termine la pandemia) pero alternen el pagar la cuenta: una vez tú, una vez él.
No podemos exigir equidad de genero si esperamos que el mundo en el que vivimos nos trate como princesas y si hay que pagar, hay que pagar no solo la cena, hay que pagar la despensa, la renta, no podemos exigir solo lo que nos “conviene”. Equidad de género significa ser un equipo, así que tienes tanta responsabilidad de poner un techo sobre tu cabeza como tu pareja.
Tu eres la heroína de tu propia historia. ¿No te gusta la vida que estas viviendo? Vale, cámbiala, construye una vida que ames. Date tu tiempo, tu espacio, cuídate, respétate, encuentra que te apasiona en la vida y ve por ello, elige tus hobbies, elige a tus amig@s, no dejes que nadie decida por ti, no importa quien sea. Date el tiempo para hacer las cosas que te gustan a ti, cultiva tu voz, toma tus propias decisiones, persigue tus sueños. Deja de poner como prioridad a todas las personas en tu vida antes que a ti. Sé el amor de tu vida, atrévete a defenderte, atrévete a brillar, no te avergüences de tu luz y no la apagues por nadie. Eres única e irrepetible. De nuevo: Sé la heroína de tu propia historia.
Si has llegado hasta este punto en mis reflexiones, primero que nada, gracias, gracias por interesarte genuinamente en este tema, definitivamente no es algo que vayamos a cambiar de la noche a la mañana. Como todo en la vida, las cosas que valen la pena toman su tiempo. Es una decisión de todos los días, pero de nuevo, no te engañes, no se trata de esperar que alguien más haga algo, hazlo tú, convéncete tú, hagámoslo juntos, todos los días con nuestras acciones podemos generar juntos el cambio que queremos ver en el mundo.
El día de hoy no se trata solamente de nosotras, se trata de construir juntos un mundo mejor para que las futuras generaciones reciban un mejor mundo que el que nosotros recibimos, se trata de contribuir a un futuro más próspero para toda la humanidad, no solo para las mujeres.
Tú no sabes quién te está viendo, pero te apuesto que muchos ojos están sobre ti, no digas que lo vas a hacer, hazlo, hazlo y guía con el ejemplo, como Rachel Dawes le dijo a Bruce Wayne “No es quien seas en tu interior, son tus acciones las que te definen”.
Las opiniones aquí vertidas son a título personal y no representan necesariamente a los de Siemens.
Director de Operaciones en Siemens Digital Industries Software
3 añosExcelente articulo, por una equidad de genero #unidashacemosmas