Vínculo entre emociones y experiencias

Vínculo entre emociones y experiencias

¿Te has parado a pensar que un simple "ahora no puedo jugar contigo" podría ser el fin del mundo para un niño/a, pero para otro/a, apenas un pequeño bache en su aventura diaria?

Aquí es donde entramos nosotros, los adultos, con nuestras propias mochilas emocionales bien cargadas, a modelar cómo los menores van formando la suya.

A ver, imagínate esto: cada uno de nosotros arrastra un equipaje emocional que hemos ido llenando a lo largo de nuestra vida. Sí, desde esa vez que te caíste del columpio hasta aquel primer día en un trabajo nuevo. Todo deja su marca.

Imagina a José y a Ana enfrentándose a un rechazo en el trabajo. José, cuyo recorrido vital le ha enseñado a ver los reveses como oportunidades, lo asume como un impulso para mejorar. Ana, en cambio, reviviendo cada vez que sus esfuerzos parecían invisibles en su infancia, siente que su valor está en entredicho.

Ahora, traslademos esta reflexión a los menores. Ellos están en plena construcción de su propia mochila emocional, influenciada por lo que ven en nosotros, lo que experimentan en su entorno y sí, también por esa parte genética con la que llegan al mundo.

Consideremos a Mateo, que se frustra fácilmente cuando las cosas no salen como espera. Su reacción puede tener raíces en lo que ha vivido en casa y en el colegio, además de cómo ha visto a los adultos gestionar su frustración. En contraste, Lucía, que ha crecido en un ambiente donde se celebra el esfuerzo por encima del resultado, enfrenta los mismos contratiempos con una sonrisa, dispuesta a intentarlo de nuevo.

Ahora nos toca preguntarnos:

¿cómo podemos ayudar a los menores a construir una mochila emocional que les fortalezca en vez de pesarles?

Como adulto, revisa tu propia mochila. ¿Qué emociones dominan tu día a día y cómo las expresas? Tus reacciones ante la adversidad, tu capacidad para celebrar los pequeños logros y tu manera de comunicarte emocionalmente son lecciones para ellos/as.

Debes asegurarte de que cada menor, que te rodea, se sienta visto y escuchado.

Puedes, compartir con ellos diferentes formas de enfrentar las emociones. Desde la respiración profunda hasta el dibujo o la música.

Es importante, que seas un ejemplo de resiliencia emocional. Tus acciones hablan más fuerte que tus palabras y debes ser el faro que los guíe en la construcción de una gestión emocional saludable.

Para ayudar a construir las mejores mochilas emocionales para nosotros y los menores, te invito a participar en una encuesta que nos ayudará a entender mejor tu visión. 👉https://forms.gle/9L9Eos5AEFcwYa6z9

¿Estás listo para ser parte de este cambio y ayudar a construir mochilas emocionales más ligeras y resilientes para los menores que te rodean?

Te comparto un ejercicio para ayudarte a reflexionar sobre tu propia mochila emocional y explorar cómo esta influye en la construcción de las mochilas emocionales de los menores a tu alrededor.

1. Tómate un momento para dibujar en un papel, las emociones que más frecuentemente experimentas, como si fueran ciudades en un mapa. Conecta estas ciudades con caminos que representen qué situaciones o pensamientos te llevan de una emoción a otra. No olvides incluir los hobbies o actividades que te ayudan a gestionar estas emociones.

2. Con este mapa en mano, reflexiona sobre cómo estas emociones y tus formas de gestionarlas podrían ser percibidas por los menores a tu cargo. ¿Hay algún camino emocional que quisieras modificar para ser un mejor modelo a seguir?

3. Comparte tu mapa con un amigo y dialoga sobre cómo vuestras mochilas emocionales influyen en vuestro entorno, especialmente en los menores.

4. Elige una emoción de tu mapa que te gustaría gestionar mejor. Desarrolla un plan para esa emoción, identificando estrategia que quieras probar para manejarla mejor. Esto podría incluir técnicas de respiración, mindfulness, ejercicio físico, o incluso buscar apoyo profesional.

5. Durante la próxima semana, pon en práctica tu plan, cada vez que te encuentres viajando por el camino de esa emoción específica. Al final de la semana, toma un momento para reflexionar: ¿Cómo ha influido esta nueva estrategia en tu bienestar emocional y en tu interacción con los menores?

6. Finalmente, encuentra un momento para compartir con los menores alguna de tus reflexiones de este ejercicio. No necesitas entrar en detalles personales, pero sí puedes hablar sobre la importancia de conocer nuestras emociones y tener varias estrategias para gestionarlas. Este acto de compartir puede ser un buen modelo a seguir para ellos/as.

Por cierto, participar en nuestra encuesta sobre bienestar emocional no solo te otorgará el título no oficial de 'Héroe Emocional del Año', sino que también te catapultará a la vanguardia de una revolución educativa. Porque, claramente, el mundo necesita más genios emocionales como tú, capaces de transformar la tempestad emocional de la infancia en un paseo por el parque.

¡Vamos, dale a ese futuro emocionalmente inteligente un empujoncito (o un gran puntapié) participando en nuestra encuesta!

¿Quién sabe? Tal vez sea el primer paso para que cada niño y niña se convierta en su propio gurú emocional, gracias a ti." 👉https://forms.gle/9L9Eos5AEFcwYa6z9

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Paula Bañuelos Herrán

Formadora | Competencias Digitales | Habilidades blandas | Educación Emocional | Speaker | Impacto Social | Directora BRAVE UP ESPAÑA

9 meses

Gracias Freddy Augusto Suarez Moncada muy importante lo que comentas 🥰🫂

Freddy Augusto Suarez Moncada

Director en despacho de abogados

9 meses

Vínculo entre emociones y experiencias, el puente para su perfecto desarrollo la prudencia y ponderación.

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