Vendedores de Antaño
Querido Vendedor
La imagen es muy obvia y hace el título para este breve post.
Hace algo más de 30 años, sin celular, sin tanto auto y sin tantos buses. Los vendedores recorrían lima y provincias a pie. Solo en Lima, salían distrito por distrito a tocar puertas, a promover sus productos, asesorar alguna industria, levantar pedidos y vivir la vida de un vendedor de campo.
Con pocas agendas, y solo un buen cuaderno, apuntaban toda la información que tenían en sus reuniones. Innumerables veces no los recibían, les pedían que dejarán la información por debajo del portón, otras; simplemente les decían que nos les interesaba. Los que si accedían a hablar con ellos y recibir su carta de presentación, acaban conversando una buena hora. En ese escenario y en esas circunstancias, fueron formados y forjados los vendedores de antaño. Con pocos recursos, pero con muchas ganas de salir adelante, con limitada educación, pero con ambiciones, con limitada comunicación, pero persistentes, así fueron hechos estos vendedores. Gracias a ellos, hoy nuestra labor es una loable profesión.
En contraste, hoy con la mejor comunicación, celular, laptop, cabinas de internet por todos lados, con mejores medios de transportes, tren, buses, combi, informales y semiformales, con mejores zapatos, zapatillas y ropas. Con mejores bloqueadores para la piel, con mejores lentes, con mejor remuneración, incluso. Con todo eso, aún existen vendedores que se quejan y ponen excusas para no salir a visitar a sus cuentas, que prefieren taxis y no exponerse a la caminata, que les da flojera, que tienen pereza, que han perdido el encanto aventurero de un vendedor, que prefieren la venta pasiva sentados en sus escritorios que, vivir la vida intensa de un vendedor de campo.
Le pregunté a uno de mis amigos vendedores de esas épocas, qué es lo que hoy los diferencia de uno y otro, su respuesta fue: La actitud como enfrentan la vida.
Hay unos que disfrutan el camino y otros que no. Lo que disfrutan, viven como si fuera su última venta, los que no, viven esperando que les caiga la venta.
Entendí que tengas la edad que tengas, si amas y disfrutas de ser un profesional de la venta, siempre vas a disfrutar del camino.