Ventajas del Free Form vs el convencional

La humanidad no sería como la conocemos actualmente si no hubieran ocurrido en su historia una serie de descubrimientos o desarrollos científicos y tecnológicos que marcaron un antes y después. Ejemplo de estos desarrollos son el descubrimiento y dominio del fuego, la invención de la rueda, la imprenta, el uso del vapor en la industria, la internet y hoy en día la inteligencia artificial.

Con la aparición en nuestras vidas de cada uno de estos acontecimientos sucedieron transformaciones que cambiaron la historia. Cada una de estas le sigue a la otra de forma más rápida y con efectos más evidentes, específicamente cambios en el estilo de vida, los oficios y las profesiones. Si bien, simplificaron trabajos, también han hecho que desaparezcan muchos de ellos.

Todas tienen una constante, la evolución. Pero, ¿y en la industria de la óptica? ¿Qué tanto hemos cambiado y cómo hemos aprovechado dichos cambios?

Entre el 965 al 1040 existió Ibn Al Hassan, un matemático, físico y astrónomo Iraquí que gracias a sus tratados de óptica se le conoce como el padre de la óptica moderna. Contribuyó no solo a la óptica, sino a la percepción visual. Creo además la base teórica de la “piedra de lectura”.

Tuvieron que pasar más de 1000 años para tener el siguiente avance. Bernard Maitenaz, ingeniero óptico francés, fue quien desarrolla las primeras lentes progresivas ¿y después de esto qué?

Fue en 1939, durante la Segunda Guerra Mundial que ante la necesidad de cargar más bombas en el Boeing B17, EUA desarrolla un polímero para sustituir el tanque de gasolina por el de acero. Fue la empresa Columbia Resin quien luego de varios intentos logra dar con el material adecuado, llegando a crear el CR39. Es luego de la guerra que buscan la forma de seguir usando el CR39 y le encuentran propiedades ópticas, usándolos entonces como lentes. A partir de aquí comienza el dominio de los polímeros plásticos en la industria.

Tipos de laboratorios

Podríamos dividirlos en tres principalmente:

1.      El tallado convencional. Una serie de máquinas que tallan la superficie de las lentes de forma “manual” para lograr la graduación deseada. Requiere de una gran variedad de moldes para lograr las curvas necesarias

2.      Digitales. El tallado está dado por un software que permite tallar de forma más rápida y predeterminada.

3.      Free Form. El tallado se da también por un software con la diferencia principal de que el tallado de la superficie se basa en un diseño digitalizado que permite tener ventajas ópticas que no tienen los otros dos.

Ventajas del Free Form

Las ventajas del Free Form se podrían dividir en dos. Las del laboratorio y las de la óptica, siendo la óptica la que mayores beneficios presenta y algunas de estas se repiten en ambas.

Las ventajas para el Laboratorio son la reducción de inventarios, la eliminación de moldes, la rapidez del tallado, el empleo de operarios, el aprovechamiento de espacios, la exactitud de las graduaciones (0.01 Dioptrías) y la variedad de diseños progresivos, por citar solo algunas.

Para las ventajas de la óptica cabe hacer hincapié en dos prioridades: lograr la mejor visión posible de nuestros pacientes y diferenciarse del resto.

El mercado de la óptica cada vez está más competido y todos compiten con lo mismo. Las marcas de armazones son las mismas, la marca de las lentes son las mismas, los aparatos de diagnóstico son los mismos… ¿qué diferencia a tu óptica del resto? Podríamos puntualizar tres grandes diferencias:

1.      El servicio

2.      La calidad en tu consulta

3.      La calidad en tus tratamientos

Es en este último en donde entra el Free Form. Las bondades de la tecnología permiten sacarle más provecho a tu laboratorio Free Form logrando mejores lentes para nuestros pacientes, lo que logra el fin último: que nuestros pacientes vean mejor.

¿Cómo sacarle más provecho?

1.      Diseño. Las lentes deben estar hechas para descansar, no para cansarse. Un buen diseño hace la diferencia que hace que un monofocal se vea y se sienta bien. ¿cuántas veces les ha pasado que el paciente no se siente bien con sus lentes?

Si la DNP es más cerrada y el lente terminado tuviera que mover su centro óptico para que quede “bien”, se puede inducir un prisma que en graduaciones más elevadas puede provocar a alteraciones en la binocularidad con la sintomatología que esto conlleva.

En el caso de los progresivos los diseños juegan un papel fundamental en la adaptación de nuestro paciente al momento de desarrollar sus actividades diarias. No es lo mismo conducir un automóvil, que trabajar en un escritorio, que dirigir una obra en construcción al aire libre. Los progresivos pueden brindar un diseño que se adapte a cada actividad.

El centro focal en el Free Form se puede mover sin provocar distorsiones, prismas inducidos, etc. Esto se traduce en un buen diseño y pacientes contentos.

2.      Materiales. La elección del material debe estar basada en las necesidades del paciente. No todos los lentes son para todos los pacientes y los lentes más caros no siempre son los mejores. La combinación entre filtros, capas y fotocromáticos pueden hacer una enorme diferencia en la comodidad de los pacientes en sus actividades diarias. Un buen material se traduce en pacientes contentos.

3.      Armazón. No todos los armazones son para todas las graduaciones. El diámetro de la lente, el ángulo pantoscópico, el ángulo panorámico, el puente, etc. tienen un efecto directo en el lente y por ende en la visión de nuestro paciente.

A partir de estas tres recomendaciones, podemos priorizar al diseño, seguido del material y por último el armazón. De nada sirve tener el mejor armazón si usamos un material inadecuado y un diseño que no se adapta a la necesidad del paciente. De esto depende una buena adaptación de lentes para nuestro paciente y la fidelización del mismo a nuestra óptica.

Si el mundo está cambiando y el ser humano cada vez le saca más provecho a los avances tecnológicos, mismos avances que suceden cada vez más rápidos, ¿por qué nosotros nos quedamos en lo mismo? Fue Miguel de Unamuno, escritor y filósofo español quien dijo que “El progreso consiste en renovarse” o lo que es lo mismo: renovarse o morir.