VIAJA & TRABAJA

“Viajar es un ejercicio con consecuencias fatales para los prejuicios, la intolerancia y la estrechez de mente”. –  Mark Twain

Hoy Facebook me recordaba lo que hacía hace un año atrás y hace unas semanas mientras caminaba por las calles de Microcentro yo también pude recordar cómo era mi vida hace un año. Me levantaba a las 7 a.m. si tenía fuerzas iba a trotar 6 km por Puerto Madero, tomaba un desayuno, saludaba a mi gato Caribe y me marchaba caminando o en bici hasta la que era mi oficina en ese entonces en el edificio Comega en la Av. Corrientes y Alem. Fueron tiempos grises, ese empleo no era para mí, es difícil aceptar que pasaste por más de 7 entrevistas para obtener ese cargo y cuando estás ahí te das cuenta que ni tu perteneces a él, ni eso pertenece a ti. No duré mucho tiempo sin darme cuenta que tenía que irme. La inestabilidad del país (Argentina) y la fuerte inflación hacían que la decisión de renunciar sin tener otro empleo representara una locura. Pero lo hice, era la segunda vez en el año que renunciaba en un buen cargo, con un buen sueldo, porque no me sentía contenta. Tuve que tomar muchas decisiones, desapegarme de objetos, sacrificar lo que se supone que es la estabilidad, empacar mi vida en dos valijas, y salir a buscar-me, una vez más. Recogí todas mis cosas y me marché de regreso a Bogotá buscando una mejor oportunidad, pero tampoco surgió, en ese momento parecía peor el remedio que la enfermedad. No quería trabajar más en agencias, apunté toda mi energía para encontrar un empleo dentro de una empresa/industria, pero no quería jugar más del lado de la agencia, después de estar trabajando por 20 años de ese lado de la moneda estaba agotada de las costumbres de las agencias grandes, del ir y venir, del exceso de trabajo sin reconocimiento, de los créditos que se adhieren a otro que tiene mayor cargo y no hizo nada, del mal sueldo, los pocos beneficios y de hacer el trabajo de cinco personas en una sola, porque me apasiona lo que hago y soy comprometida, estoy segura que todos mis jefes siempre supieron que si yo estaba en el barco no se hundiría, remaría sola o acompañada hasta sacarlo a flote, como fuera. De las propuestas/entrevistas que tuve eran para cargos de director sin embargo de las cinco que pasé bastante lejos, no quedaba, era un perfil muy creativo para un cargo ejecutivo, en otro caso estaba "sobrecalificada" (no creo en ese término es demodé), en otro no nos cerraba el precio y así una a una veía que las puertas se cerraban. Mientras tanto las pequeñas marcas que he manejado desde hace muchos años, con las que trabajo de manera muy fluida, eran las que, junto a mis ahorros, me mantenían. Empezaba a preocuparme, mejor dicho a angustiarme, porque no sabía que iba a hacer si no conseguía un buen empleo y pensar en trabajar en una agencia me deprimía. Entonces me moví, me moví de lugar y me empoderé, me dije sino quiero trabajar para una agencia porque siento que necesito/merezco un buen cargo, pero ninguna empresa termina de apostar por mí porque mi perfil y experiencia no termina de ser "empresarial", debo dirigir con más énfasis mi emprendimiento, debo dejar de pensar que es algo que me ayuda con los gastos, debe ser la fuente de mi economía con fuerza, entonces armé -aunque para muchos suene tonto- un mapa de sueños, no mío, un mapa de sueños de @LACICLA, un mapa de sueños de ese hijo que llevaba tiempo gestado pero que no terminaba de empezar a gatear, por miedo, por "falta de capital", porque hay que tener seguridad, aguinaldo, sueldo, obra social, etc. Por todo eso era que no dejaba que la niña empezara a andar, la detenía, le decía que no podía, hasta que hice ese mapa de sueños y recordé que cuando inventamos con Julieta - una amiga que iba a ser co-founder pero la vida le trajo dos bebés y pospuso su independencia laboral- el nombre de LACICLA, para la agencia de nuestros sueños, dijimos que el lema sería - siempre en movimiento- pero, la verdad es que LACICLA y su fundadora estaban estancadas. Entonces el mapa de sueños se convirtió en un plan de negocios, una ruta laboral y una larga lista de contactos por empezar a tocar. Entonces me moví, decidí que no iba a quedarme quieta en un solo lugar, que tenía que ir y venir, y así ha sido, mi propósito es pasar un mes y medio en cada ciudad; desde que tomé la decisión en Febrero de este año, he estado trabajando desde cinco ciudades distintas y ya casi viene la sexta. Las personas que no entienden mucho del marketing digital y ven mis fotos en Instagram o Facebook, piensan que me la paso de vacaciones, que soy millonaria o que no trabajo, nada más lejos de eso, la verdad es que trabajar mientras viajas, no es una tarea sencilla, pero es muy divertida, hay que ser supremamente organizado, tener los dead lines muy claros, contar con internet, saber bien a dónde vas a llegar y sobre todo asegurarte que a la ciudad que viajas tienes las herramientas necesarias para realizar tus tareas, también hay una fuerte dosis de darle seguridad a tus clientes de que aunque no estés estacionado, estás ahí para ellos siempre que te necesiten. Aquí vamos, descubriendo el mundo como una nómada digital, descubriendo cómo seguir fortaleciendo los vínculos, fortaleciendo el equipo que trabaja a nivel remoto y nuestro mejor lugar de encuentro es el WhatsApp, hay muchas anécdotas agradables, mi equipo de trabajo está entre Buenos Aires, Bogotá, Brasil y Panamá, tengo un equipo muy plural, y es divertido ver cómo aunque no se han visto las caras entre ellos personalmente, ya tienen chistes, hacen bromas y se generan guiños entre ellos tal como si estuvieran sentados frente a frente. No estoy absolutamente segura, pero intuyo que estoy generando un nuevo modelo de negocio, no tan popular, aún en Latinoamérica, una agencia digital que funciona a nivel remoto, que trabaja desde coworkings y viaja alrededor del mundo mientras cumple con sus responsabilidades y se nutre de nuevas ideas conectando e innovando. Sé, porque me han llegado invitaciones de grupos como Unsettled o Remote Year, que ya existen muchas personas que trabajan de la misma manera que yo, solo que están en destinos a los que yo aún no llego, aquí vamos poco a poco, porque hay que arriesgarse con sabiduría, entendiendo tus ritmos, los de las marcas con las que trabajas y estando en el lugar adecuado cuando debes estar, conectarse con la sincronicidad. Creo firmemente que viajar es una de las mejores herramientas para despertar la creatividad, soltar los prejuicios y generar networking, no cabe duda que es acercarse a nuevos mundos donde la verdadera tarea es reinventarse cada día y mantener firmes tus cimientos internos.