Visión de Lutero en Olegario González De Cardedal


La figura de Lutero a través de Olegario González de Cardedal[1]


The figure of Luther through Olegario González de Cardedal


Resumen: 


Olegario González de Carderdal ha llevado a cabo un estudio sobre Lutero y la reforma a través de varios documentos.  El objetivo de este artículo es analizar  estos documentos,  presentar las ideas claves del autor, enfatizando las diferencias entre católicos y protestantes para demostrar, desde un punto de vista ecuménico, lo que los une: Cristo. 


Palabras clave: Lutero, reforma, contra-reforma, ecumenismo.


Summary: 

Olegario González de Carderdal has carried out a study on Luther and the reform through several documents. The objective of this article is to analyze these documents, present the author's key ideas, emphasizing the differences between Catholics and Protestants to demonstrate, from an ecumenical point of view, what unites them: Christ. 


Keywords: Luther, reform, counter-reform, ecumenism.



1.- Introducción

 En el año 2017 los católicos, luteranos y ortodoxos han celebrado el V Centenario de la reforma protestante, nacida el día 31 de octubre de 1517 cuando Martín Lutero dio a conocer las 95 tesis que contenían afirmaciones contrarias a la Iglesia Católica. Ya en 1983, se celebró el V centenario de su nacimiento.  Con motivo de esta celebración, son numerosos los artículos, ensayos y libros  aparecidos sobre él, su obra, su pensamiento, su reforma[2].

Olegario González de Cardedal, teólogo eminente que escruta magníficamente los signos de los tiempos, no podía dejar sin estudio este hecho fundamental. Utilizando el método analítico, la investigación documental histórica, la cualitativa y la revisión narrativa, presenta la figura de Lutero bajo una perspectiva diferente: su conexión con la conciencia contemporánea.

 Debido al ecumenismo, especifica el autor,  hoy se exige buscar lo que une a los cristianos para dar respuesta a los nuevos problemas del mundo como son la globalización, la secularización, el individualismo, el materialismo, etc., porque el problema actual no es religioso,  es un problema cultural.

Una vez propuesto como objetivo el estudio de Lutero a través de los análisis realizados por Don Olegario, es necesario referenciar los documentos, textos, conferencias o libros donde el teólogo actual ha expresado su pensamiento. 

González de Cardedal ya en el año 2000 escribió un artículo titulado La Reforma católica[3],  cuya finalidad  era presentar el deseo de reforma existente en los católicos y las actuaciones que se llevaron a cabo en el siglo XV, de gran difusión y con una lógica propia y que posteriormente se verán condicionadas por la reforma luterana. 

En el año 2016 escribe, once meses antes de la fecha clave del  31 de octubre, un artículo de periódico titulado Martín Lutero[4],donde Don Olegario presenta las preguntas claves del fraile. Estas fueron:“¿Cómo lograr tener un Dios benévolo conmigo pecador?”; “¿cómo alcanzar mi justificación ante él?”. También expone el sustrato antropológico del agustino, coincidente en muchos aspectos con el del siglo XXI.

En los Cursos de la Granda, La Reforma Protestante 500 años después, celebrados en agosto de 2017, el día 30, el teólogo pronuncia una conferencia titulada: ¿Redefinición o reforma del cristianismo?, contestando a las preguntas: ¿Qué reforma sigue siendo necesaria? ¿qué tenemos de Lutero: una reforma válida o una revolución de la fe?

Posteriormente, también en este mismo año, vuelve a aparecer en el periódico ABC el artículo Lutero y las tres antípodas interesándose por los autores que lo rechazan, o los que  comparten parte de su pensamientoPresenta com  antípodas a Erasmo, Goethe y a Ortega[5]:

¿Y por qué hablamos de tres antípodas? Ellos desde la ética (Erasmo), desde la cultura (Goethe) y desde la estética (Ortega) representan el reverso en unos casos y el rechazo en otro de Lutero para quien esas propuestas son valiosas pero no la primordial, el principio y fundamento. Lo esencial del hombre cristiano es saber, reconocer y vivir en la luz de estas tres afirmaciones confesantes: «Dios es Dios, el hombre es solo hombre y si este se pone en el lugar de Dios se queda desnudo, desestructurado, incapaz de seguir siendo hombre en plenitud».


Entre los que comparten todo o parte de su pensamiento se tendría que enumerar sus grandes congéneres en Occidente, quienes junto a la gloria del hombre percibieron y alumbraron a la vez la existencia del mal, la gloria de Dios y su amor, el poder de la injusticia, la agonía de la existencia: Kierkergaard, Dostoyevski,  y Unamuno.

Vuelve a insistir sobre Lutero el día 5/12/2017 con la  ponencia titulada Lutero y su reforma,dictada en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, insistiendo en la  riqueza y límites de la Teología de Lutero, su legado a la humanidad, la repercusión negativa en el pensamiento moderno y la necesaria recepción y superación. La originalidad del autor está precisamente en estos aspectos, analizando lo positivo y lo negativo del pensamiento de Lutero, y como ha influido en el pensamiento posterior.

El día 14 /03/ 2018 da su discurso de ingreso en el Centro de Estudios Salmantinos con el título Martín Lutero. Reforma. Revolución. Contrarreforma[6].

Todos estos trabajos están recogidos en el libro sobre Martín Lutero, que según su autor, Don Olegario, las intenciones de este trabajo era mostrar el núcleo del  pensamiento  del fraile en el contexto de la Iglesia y en la cultura de aquel momento, la compresión de Dios, del hombre y la relación entre ambos, desvelar la significación actual de su propuesta analizando la conexión entre la propuesta de Lutero y la actual percepción antropológica, y por último ver las cosas positivas que Lutero puso en primer plano[7].

Aclara Don Olegario que cuando se habla de Reforma refiriéndose a Lutero, hay que distinguir la realizada por él mismo y las demás reformas llevadas a cabo por otros grupos o sistemas más allá de Alemania, como en Francia, Países nórdicos, Suiza, Inglaterra. Por tanto, habría que hablar de reforma luterana, calvinista, anglicana, zwingliana, evangélica..., unas veces apoyadas por las autoridades civiles, como la de Lutero, Calvino o Zwinglio, y otros sin este apoyo.

Una vez buscadas esta fuentes, se ha procedido a una lectura comprensiva de los textos, se ha comparado entre ellos, se ha realizado cuadros para mayor compresión de las ideas y se ha llegado a la conclusión definitiva de lo analizado.

Por otra parte, para hacer una reforma tiene que existir ese deseo en el contexto, y una gran personalidad, aunque ambas no son suficientes, porque es necesario que confluyan diversos factores sociales, económicos y políticos. Lutero, agustino de gran personalidad, encontró el clima propicio y circunstancias óptimas para llevar a cabo su reforma. En Alemania existían tensiones entre los príncipes y el emperador, cabeza del Sacro Imperio Católico, denominado “majestad imperial apostólica”, y Lutero encontró ayuda en los príncipes, que se vieron beneficiados en el aspecto económico por la expropiación de los bienes eclesiásticos. 

Por tanto, en el desarrollo del artículo se expondrá el contexto de Lutero, la personalidad de este según Olegario González de Cardedal, las principales diferencias entre los protestantes y los católicos, la contrarreforma y las implicaciones en el movimiento ecuménico. 


2.- Contexto

Cuando se habla de reforma inmediatamente se piensa en Lutero, pero hay que clarificar que la Reforma Católica es un hecho surgido en los últimos decenios del siglo XV con gran auge, aunque posteriormente va a estar condicionada por Lutero y, a partir de 1559 o 1560, se va a convertir en un fenómeno de reacción frente al luteranismo[8].

Don Olegario explica esta situación afirmado:

La Reforma no se inicia con Lutero, sino que tiene sus raíces profundas en los decenios anteriores. Y de manera especial en España, iniciada entre otros muchos movimientos por los franciscanos, por hombres como Pedro de Villacreces; luego, con sus dos puntos máximos en figuras señeras pero tan distintas entre sí como el cardenal Cisneros y san Pedro de Alcántara. Después vendrán las figuras cumbre de Ignacio de Loyola y Teresa de Jesús. Con el término «Contrarreforma» se designa todo el esfuerzo hecho por los católicos, sobre todo a partir del Concilio de Trento, por frenar, contrarrestar y superar las consecuencias del luteranismo[9].

Priscille de Lassus[10]afirma que desde el siglo XV, después del intermedio de Aviñón, los Papas residen en Roma, donde realizaron numerosas obras para aumentar su prestigio, y después del cisma de Occidente (1378-1417), buscaron afirmar su autoridad con el fin de evitar nuevas divisiones. 

En Alemania el cristianismo estaba muy vivo, pero se criticaba con frecuencia el peso de la Curia en los nombramientos eclesiásticos así como las exigencias financieras del papado y se tenía gran recelo por el número excesivo de obispos latinos. No se puede olvidar la presencia de Devotio moderna, en Alemania y los Países Bajos[11], con clara influencia de San Agustín, base de la espiritualidad de los “Victorinos” de Paris con tendencia antiespeculativa y moralista[12].

Por otra parte,el clero estaba dominado por la ignorancia, el concubinato, la acumulación de beneficios, el absentismo, aspectos muy negativos en el orden moral y grandes escándalos en la iglesia, utilizando la piedad, sobre todo las indulgencias como  moneda de cambio entre bienes espirituales y económicos; situación a la que se oponían muchos cristianos que deseaban una reforma[13]. Se promovía una piedad más personal, más íntima, y una gran necesidad de imitar a Cristo. 

Una característica de esta época es la presencia de “la muerte” en la sociedad,  y la gran preocupación por la salvación.María del Carmen García Herrero y María Isabel FalcónPérez escriben:

Sostener que en el siglo XV la muerte se situaba en el centro de la vida es una afirmación que los historiadores e historiadoras hemos repetido incansablemente desde que Alberto Tenenti la formulara. Parece difícil encontrar otra época de la historia de Occidente en la que el hecho de morir haya adquirido mayor y más explícito protagonismo que la Baja Edad Media y, sin embargo, en España reconstruir cómo vivieron y pensaron la muerte y el tránsito al Más Allá quienes nos precedieron hace seis siglos no se presenta todavía como tarea fácil, más cuando el arte macabro, sin duda muy presente y activo en la Península, fue sistemáticamente dispersado, destruido o cancelado[14].

Las "Danzas de la Muerte", se remontan a la mitad del siglo XIV debido a la presencia continua de ella por las grandes epidemias. Eran obras dramáticas en que la muerte era el mensajero de Dios para convocar a los hombres al mundo más allá de la tumba, y en ellas, la personalización de ella, danzaba al son de la música. ¿Qué pretendían estas danzas? Mostrar que todos van a morir y van a ser juzgados por el Juez, con una clara intención religiosa, y a la vez social porque tanto las clases humildes como las de mayor poder sucumbían ante ella[15]. Se representaban generalmente en las iglesias o en los cementerios. 

Este  concepto de muerte se refleja en la literatura de la época en España, como en el Libro de buen amor,del Arcipreste de Hita, o en las Danzas macabras[16].

La muerte se convierte en un personaje siniestro con el que los hombres están obligados a convivir, y de una aceptación natural comprendida anteriormente, se pasa a experimentarla  con temor. Sus caracteres iconográficos se fijan en la memoria colectiva a través del arte y de la literatura[17].

Es cierto que este concepto de muerte fue cambiando con el pensamiento de Erasmo, aunque no se extendió por las clases menos instruidas. Ya no se daba tanta importancia a la hora de la muerte, porque una buena muerte dependía del buen vivir. El humanismo criticó todas las supersticiones e ideas macabras que rodeaban a la muerte aunque su influencia fue escasa en las clases populares. El Concilio de Trento adoptó estas ideas sobre la muerte, aunque al resaltar los sacramentos se opone a la idea intimista de Erasmo.

¿Por qué esta explicación de la percepción de la muerte? Porque el concepto de muerte y salvación están íntimamente unidos desde los inicios del cristianismo y en la Edad Media, esta conexión fue tema fundamental en las predicaciones del clero. 

La salvación no era totalmente segura y creció el miedo a la condenación eterna.Era una sociedad profundamente religiosa, en la que la vida terrenal era considerada como un peregrinaje temporal hacia la verdadera existencia en el más allá, y Dios como juez analizaría esa vida para condenarlo eternamente al infierno o salvarlo para el cielo. 

La Iglesia presentó el modelo de la muerte del buen cristiano intercediendo ante Dios sobre su salvación, utilizando la mortaja, la sepultura, las mandas, los sufragios, las capellanías, las donaciones, etc. Estas donaciones, reflejadas en los testamentos de esta época, se hacían para obtener servicios espirituales como camino a la vida eterna, y de esta manera, la Iglesia aumentaba considerablemente el poder, además de beneficiarse económicamente, por lo cual las predicaban con insistencia, con ideas impropias y  excesos de milagros, en detrimento de las enseñanzas de la Iglesia. 

Tanto en los sínodos locales, como en los concilios,Letrán IV (1215)[18], Vienne (1311-1312)[19], Constanza (1414-1418)[20]y Letrán V ( 1512-1517)[21]se ocuparon de la predicación considerándola fundamental para la reforma pretendida y latente en la sociedad.

El ambiente donde fue educado Lutero estaba lleno de brujas, demonios, hechizos, era un mundo mágico que hacían mal al hombre.  Omar  Jerónimo Prieto escribe sobre este ambiente[22]:

En su tiempo todavía se creía que el mundo tenía una órbita mágica, que estaba dominado por espíritus, la mayoría de ellos malignos. El diablo, las brujas, los duendes y demás seres malévolos eran parte del mundo con tal realidad y presencia como todo el universo del santoral cristiano. Esta “actitud premoderna ante la naturaleza”, ese condicionamiento de categorías mentales medievales, no le permitía entender que ya se empezaba a vislumbrar en el horizonte una nueva forma de comprender la naturaleza, una nueva cosmología racional que explicaba el mundo con base en relaciones causales. Tal como  lo explica Jean Delumeau en su interesante estudio sobre “El miedo en Occidente”, el contexto de la vida de Lutero se encuentra impregnado por una diversidad de manifestaciones de lo demoníaco que, sumadas a las ideaciones milenaristas y a la muerte que acecha por doquier en distintas formas––peste, tuberculosis, sífilis, difteria, etc. –– creaban un clima espiritual y psicológico propicio para la aceptación de la objetividad del mal. Los judíos, la peste, los turcos, las mujeres vistas como los“agentes de Satán”, son algunas de las manifestaciones que atemorizan a los seres humanos, y que al mismo tiempo que los llenan de angustia, los arrojan a los brazos protectores de la institución eclesial, intermediaria natural entre Dios y sus atormentadas creaturas. El pecado es real en el mundo, al igual que el mal, y el convivir con él día a día es lo que lleva a la conciencia de las personas a pensar en la urgencia de la salvación, y a configurar también una serie de ritos ––sacrificios, reliquias, sacramentos, pago de indulgencias––, intrincados y extensos, para contrarrestar el mal que los asedia.

España tuvo un papel muy importante en esa reforma católica, pero se tergiversó la historia con la leyenda negra aunque hoy se puede acceder a ella de una forma más objetiva.  

Uno de los motivos de esta leyenda negra hay que buscarlos en el propio Lutero y el protestantismo posterior.Los humanistas germanos miran con desprecio a  todo lo que es del sur, a lo grupos religiosos de Italia y España, calificando a los españoles de “marranos”  palabra nacida de los judeoconversos.

El cardenal Cisneros invita a Erasmo a ser profesor de la universidad de Alcalá, invitación que rehúsa porque “España no me agrada”. Lutero afirma que España está llena de judíos y de musulmanes y por tanto han modificado la fe y el carácter de los españoles. (OGC, 2018 p.149).

González de Cardedal para identificar el transfondo germano de ciertos tópicos de la leyenda negra contra España derivado de la reforma  acude a la profesora Roca Barea[23]:

… contraponiendo el norte: protestante, rico trabajador, moderno, secular, inventor de la ciencia; frente al sur católico: indolente, perezoso, por haber vivido bajo el poder de la inquisición, en la costumbre de la tradición, sin libertad religiosa, y como  consecuencia lejos de la modernidad y secularidad que configura el mundo actual.

La profesora Barea no estudia la controversia teológica, sino el uso nacionalista que la Europa del norte ha hecho del protestantismo contra la Europa del sur.  Frases cono las siguientes escritas por el propio Lutero confirman estas ideas:


…más tolerable es vivir bajo poder turco que español, puesto que los turcos sostienen su reino con la justicia, mientras que los españoles evidentemente son bestias»[24].

… «El 20 de julio llegaron cartas de la corte de Fernando [se refiere al emperador Fernando] que muestran la astucia tan sórdida y monstruosa de los españoles. Practican el coito entre hombres y mujeres en maneras contrarias al modo natural y han superado en suciedad a las bodas italianas y florentinas»[25].

 Junto a estos improperios de Lutero, el origen de esta leyenda está también en la expansión territorial de España. En estos siglos, desde 1450-1650, conocidos como el siglo de las colonias, España tuvo un gran imperio después de la conquista de los incas y los aztecas, la anexión de Portugal, y los distintos territorios en Asia, África y en Europa, lo que despertó rencores en Europa. Así escribe María José Villaverde[26]:

 Si se puede hablar de leyenda negra es porque las críticas no se limitaron a denunciar la política colonial, religiosa, sociopolítica o económica de España (una política que cabría corregir en el futuro), sino que criminalizaron rasgos étnicos y geográficos, inalterables por definición, que fijaban para siempre a los españoles en una condición de inferioridad. Un ejemplo. Un folleto inglés de 1598 describía a los españoles como una mezcla de “una taimada zorra, un voraz lobo y un rabioso tigre”, además de “un inmundo y sucio puerco, una lechuza ladrona y un soberbio pavo real”. Y aludía a “la perversa raza de esos medio visigodos (...) semimoros, semijudíos y semisarracenos”.


En el año 1478 se realiza el Concilio de Sevilla donde acontecen una serie de hechos relevantes para la vida espiritual española, en el que los Reyes Católicos y los obispos llegan a un acuerdo, bajo la presidencia del gran Cardenal de Toledo, para la Reforma de la Iglesia prescindiendo del Papa, y nombrando a varios obispos reformadores.

Posteriormente, en 1495 se nombra a Jiménez de Cisneros como Arzobispo de Toledo, franciscano que pretende reformar las órdenes tanto femeninas como masculinas. Nombres como Cisneros, Erasmo, Lutero, Ignacio de Loyola, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz  dan idea de la conciencia religiosa con voluntad creadora y reformadora. 

Tampoco se puede olvidar la presencia de los Alumbrados españoles, que generaron el caldo de cultivo para la reforma luterana[27].

Olegario González de Cardedal afirma que se ha presentado a Lutero de forma insuficiente o deformada, con visiones unilaterales, unas veces como contrario a la Iglesia católica sin analizar las distintas etapas de su vida, su historia, etc; en ocasiones situándolo como un exponente concreto de una época determinada, bien medieval, considerándolo arcaico y opuesto al modernismo y con la preocupación fundamental de todo hombre medieval, conel problema de la salvación, es decir, la superación de esa distancia entre creador y creatura impuesta por el pecado original,o bien como punta de lanza de la modernidad, el exponente del hombre alemán, crítico y moderno, e incluso considerándolo el hombre donde coexisten lo característico del medioevo y lo moderno[28]; en ocasiones como hereje culpable de la rotura de la unidad de Europa y de la fe católica; o bien como reformador, profeta, testigo de la verdad del Evangelio, alter Paulus, místico,genio alemán, etc; también como la contraposición entre el universo germano y el latino; o bien como una continuación de los humanistas. “Lo que es evidente es que Lutero, Reforma y Protestantismo se convierten en el triangulo de la identidad alemana”[29].

La visión que sitúa a Lutero como reacción ante los escándalos del Papa y la Curia que vio en su viaje a Roma en Noviembre de 1511 a Abril de 1512, no incidió en sus propuestas renovadoras del comienzo y él nunca aludió a este viaje como  la causa legitimadora de su decisión reformadora[30].


3.- ¿Quién era en realidad Lutero?

¿Cómo se consideró así mismo? El mismo Olegario lo presenta como un cúmulo de caras que se unifican en su persona:

¿Quién era Lutero, nacido en Eisleben en 1483 y muerto en 1546? En su compleja personalidad hay que distinguir el hombre con sus peculiares orígenes y experiencias, el monje agustino, el profesor de Sagrada Escritura, el traductor de la Biblia y creador de un nuevo alemán, el exégeta, el reformador, el teólogo, el referente de las transformaciones políticas en Alemania desde los choques entre los príncipes electores y con el emperador a las guerras de los campesinos[31].

¿Pero como se reconoció él? El quiso ser “redescubridor de la verdad del Evangelio” como retorno a la buena nueva de la justificación del hombre por Dios sin sus obras”[32]. Su autoconcepto en un primer lugar es ser reformador de lo que hay, para pasar en segundo momento a una auto-compresión profética innovadora de lo que no hay en la Iglesia[33]. Es reformador de la doctrina y no solo de la vida. Se considera teólogo, y profesor. Olegario González de Cardedal en 2016 escribe:

En su compleja personalidad hay que distinguir el hombre con sus peculiares orígenes y experiencias, el monje agustino, el profesor de Sagrada Escritura, el traductor de la Biblia y creador de un nuevo alemán, el exégeta, el reformador, el teólogo, el referente de las transformaciones políticas en Alemania desde los choques entre los príncipes electores y con el emperador a las guerras de los campesinos.

Pero hay una faceta de Lutero resaltada por Don Olegario es su “Apostilla final” de su libro: “El Lutero Piadoso y orante”. “Es en sus oraciones donde mejor aparece el verdadero sentido de su vivencia de la fe en Cristo vivo y presente “mi salvador” el que ha muerto por mí (pro me)”[34].

Tras la experiencia del rayo, la entrada en la orden de los agustinos, sus años de fraile cumplidor, observante de todas las reglas, estudioso asiduo, sufrió la angustia y la desesperación  de como lograr la salvación siendo un hombre pecador:

Un monje cumplidor de la regla, con voluntad de perfección. Pero en este intento de lograr la paz y de superar el poder del pecado por el propio esfuerzo sucumbe a la angustia, en la frontera de la desesperación. Dios le aparecía como santidad que desenmascara con su luz nuestros pecados más hondos y secretos, como juez, que exige justicia. Pero su experiencia personal le muestra que es imposible lograr la propia justificación, y que todas las penitencias y ayunos, realizados para lograr esa justificación ante Dios, no conducen a la paz interior, sino a la exasperación y al resentimiento. Estas son las dos preguntas nacidas de la angustia: «¿Cómo lograr tener un Dios benévolo conmigo pecador?»; «¿cómo alcanzar mi justificación ante él?»[35].

El objeto de su teología es: el hombre como  pecador y Dios como  justificador, y así entendido Dios es un Dios inmoral porque pide al hombre lo que no puede dar. Llega al convencimiento de que el hombre por sí solo no puede lograr la justificación, y entonces cambia el concepto de Dios, comprendiendo la justiciade Dios, no como la justicia activa que exige de nosotros, sino la justicia que nosotros recibimos de él, con la que nos justifica y libera. Deja al hombre remitido todo y solo a Cristo, único salvador de la vida humana. De ahí su: solus Christus, sola Scriptura, sola fides, sola gratia. Jerónimo Granados en su estudio sobre la música en Lutero expresa esta idea fundamental:

Dedicado al continuo estudio de la Biblia, influyeron en su pensamiento Agustín, los escritos de algunos místicos, como Juan Tauler y el Psalterium Quintuplex de Jacobo Lefèvre. Además, su tríada sola fide, sola gratia y sola scriptura y su Teología de la cruz refuerza la idea de que el pecador cree en Dios por medio de Cristo, la gracia de Dios actúa en el hecho de que sus pecados son perdonados, se le declara justo y queda reconciliado con Dios. Las obras vienen cuando el creyente, aceptando la ayuda de Dios, o los medios de gracia -en este caso la adoración y el culto- sigue confiando en su Señor[36].

Su teología se basa en la categoría metafísica primaria no comprendida como  esencia sino como  relación. Lo decisivo no es la continuidad, sino la discontinuidad de Dios y su criatura. Es la teología de la antítesis, lo que le produce la angustia, y por eso da el salto del Dios todo Poder a Dios todo Perdón, Dios de mi salvación. Tiene como  transfondo la teología escolástica, que conoce pero rechaza, la nominalista de Ockam  por la que configura su compresión radical de Dios, y la mística de San Bernardo, cuando piensa a Dios desde la Sagrada Escrituras.

Al comprender a Dios de esta manera desaparecen sus angustias y su desesperación y comienza a enseñar que la salvación es un regalo exclusivamente de Dios dado por la gracia a través de Cristo y recibida por la fe


El giro en la vida de Lutero, y la matriz del protestantismo es esta iluminación redentora: Dios no es un Ser justiciero, que reclama al hombre superar por sí solo el mal y que se justifique ante él; por el contrario: en Cristo nos ha revelado su justicia (santidad) para que sea nuestra justicia, y ya no andemos tirados del ramal por el mal, y seamos libres en el mundo. En una de sus mejores obras, Lutero escribe: «El cristiano es un hombre libre, señor de todo y no sometido a nadie; el cristiano es un siervo, al servicio de todo y a todos sometido». Lo primero por la fe, lo segundo por la caridad[37].

Su punto de partida es la teoría pesimista sobre la naturaleza del hombre,

ya que el hombre está corrompido desde el pecado original, privado de toda rectitud, interior o exterior. Sólo con la ayuda de la gracia puede hacer algún bien, la rectitud moral, no puede ser consecuencia de la libertad del hombre ya que esta no es más que una vana creencia. Depende exclusivamente de la voluntad arbitraria de Dios lo que le conduce a un estricto determinismo moral:


Su punto de partida es que el hombre no es bueno; hace el mal que no quiere; es pecador, sintiendo el peso del pecado sobre su vida: en el fondo no quiere que Dios sea Dios y reclama para sí mismo la divinidad, supremacía y legitimidad para decidir que es el bien y qué es el mal. Esta experiencia del pecado, en sentido teológico estricto, como negación de Dios, resentimiento contra el prójimo hasta asesinarle (Caín) y rechazo de Dios para ponerse en su lugar es un hecho universal. Su intento se orienta hacia el bien, pero en cambio hace el mal. A partir de ahí se sabe pecador y sabe de la santidad de Dios contra quien ha pecado[38].

4.- Concepto de libertad


Se ha presentado en ocasiones a Lutero como un humanista, pero aunque tiene algunos elementos comunes con ellos, como  por ejemplo con Erasmo, discrepa de ellos, negándole a su teología este carácter teológico, porque la consideraba como  una filología y una moral. Para entender el concepto de libertad es necesario aclarar el concepto de libre albedrío, común a todos los hombres (lo que diferencia al hombre del reino vegetal y del reino mineral, las inclinaciones previas) y la libertad como  capacidad de obrar el bien y marchar hacia el Eterno, libertad obtenida por Cristo para aquellos que eran cautivos de Satanás. 

Comparándolo con Erasmo, el reformador de Wittenberg es un teólogo dogmático que está lejos del moderado espíritu de concordia del humanismo cristiano[39]. Reconoce a Erasmo como autoridad intelectual pero discrepa sobre todo en el concepto de la libertad del hombre. 

El hombre para Erasmo, esta inclinado al bien por naturaleza, mientras que para L

utero, el hombre permanece en una inclinación permanente e insuperable al mal porque tiene el pecado original.Lutero, por tanto, niega la libertad humana, al señalar una vez más la incapacidad absoluta del ser humano para obrar el bien por sí mismo, pues sólo está en capacidad de obrar el mal. “…esa concupiscencia es pecado, que el hombre no se puede sustraer a él y que solo revestidos con la justicia y méritos de Cristo, que nos son imputados como  nuestros, podremos acercarnos a Dios y estar en su presencia”[40].

Erasmo reconocía a Jesús maestro y modelo (

Philosophia Christi

) y Lutero entiende la libertad como la liberación del pecado ofrecida por Dios y como exigencia de dejarse ser todo en nuestra existencia[41]. 

Erasmo escribe

 Sobre el libre albedrío, y Lutero responde con Sobre el albedrío esclavo, escribiendo: «El cristiano es un hombre libre, señor de todo y no sometido a nadie. El cristiano es un siervo, al servicio de todo y a todos sometido»[42].

Para Lutero entre Cristo y el hombre se produce un intercambio, él se reviste de nuestros pecados y nosotros nos revestimos de su santidad, concluyendo con estas palabras: «De todo lo dicho se concluye que un cristiano no vive en sí mismo, vive en Cristo y en su prójimo: en Cristo por la fe, en el prójimo por el amor»[43].

Don Olegario escribe respecto a Erasmo:

Erasmo es el defensor de la filología, la pedagogía y la preocupación por la paz, pero no se ha asomado al abismo del hombre. Cree que es libre, pero solo en sentido fácil; es verdad que tenemos libre albedrío pero, ¿tenemos libertad como capacidad real para existir en la verdad, el bien, el prójimo, Dios? Su preocupación y propuesta son morales más que religiosas, de ahí el choque violento con Lutero[44].

El teólogo afirma que Erasmo es antípoda de Lutero en cuanto a la ética, y su percepción de la libertad.

5.- ¿Cuándo se considera que se inicia la Reforma Protestante?

            Hay una serie de fechas que en ocasiones se han tomado como inicio de la reforma luterana, siendo todas ellas significativas para dicha reforma:

- Propuesta de las 95 tesis, 31de octubre de 1017. No se sabe con exactitud si fueron clavadas en las puertas de la iglesia de Wittenberg.

- El encuentro del cardenal Cayetano en Augsburgo en octubre de 1017, quien en la dieta de Frankfurt, apoyó la elección de Carlos V como emperador del Sacro Romano Imperio frente a Francisco I de Francia, para frenar a Lutero.

- La experiencia de la torre, con fecha incierta, cuando descubrió la respuesta a sus inquietudes y temores en  el inicio de la carta a los Romanos donde el apóstol Pablo afirma que “en el Evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: mas el justo vivirá por la fe” (Rm 1,17. La justicia de Dios no se recibía a través de las obras o de los méritos personales sino por la fe y su consecuencia lógica es que el justo vivirá por la fe.

- El año en que redacta sus tres grandes obras reformadoras, 1520: Disputatio pro declarationis virtutis indulgentiarum( Disputa para clarificar el valor de las Indulgencias) ; De captivitate babylonica Ecclesiae praeludium(Proemio sobre la cautividad babilonia de la iglesia); y Tractatus de libertate Christiana (Tratado de la libertad cristiana)

- La quema de la bula condenatoria, 10 de diciembre de 1521. Lutero tuvo noticias de que los enviados del papa quemaban sus escritos en la hoguera, incluso con la oposición popular. El día 10 de diciembre en Wittenberg se quemaron libros de derechos canónico, decretos papales; de forma inesperada Lutero quema la bula de excomunión que el papa había lanzado sobre el. 

- La presencia y el discurso en la dieta de Worms 17 de abril de 1521. Carlos V no quedó convencido y juró fidelidad a la iglesia católica.

- La aceptación de la Confessio Augustanaen 1930, por los diversos grupos y autoridades y el primer gran texto redactado en  común de la realidad eclesial nueva.

El que se haya elegido el 2017 como la celebración del V centenario indica que en el momento actual se considera el inicio la fecha de la proposición y difusión de sus 95 tesis sobre las indulgencias, aunque algunos autores se inclinan por la dieta de Worms[45].


6.- Principales diferencias de Lutero con la iglesia católica

Principales diferencias entre la doctrina de Lutero y la doctrina católica según Olegario González de Cardedal[46]:


Protestantes

Católicos

Solo la Biblia es fuente de revelación de Dios a la humanidad.  Los papistas  la han pervertido con nuevos dogmas, Sola Scriptura.

Tienen a la Biblia y la Tradición como  fuentes de revelación.

Las normas de comportamiento solo emanan de la Biblia. Toda la doctrina, la teología, la moral, la liturgia, la espiritualidad de Lutero remite al Evangelio.

Las normas de comportamiento emanan de la Biblia y de la Iglesia.

Solo absolutiza a San Pablo en sus Cartas a los Romanos y a los Gálatas, desprecia la Carta de Santiago. 

Admiten todas las Cartas.

Solo Cristo es la Cabeza, porque deriva de la palabra de Dios. No hay sucesión apostólica porque no hay más apóstoles que los Doce. Los Concilios pueden ser convocados por los fieles. Solus Christus.

El Papa como  Vicario de Cristo y autoridad suprema, y creen en la sucesión apostólica. Solo él puede convocar concilios.

Ningún hombre es infalible.

El Papa es infalible en materia de fe y costumbres.

Libre interpretación de la Biblia por la acción del Espíritu Santo. Niegan la relación Iglesia Biblia. Pone como  único criterio la conciencia individual en inmediatez ante Dios, sin otra historia previa normativa que la narrada en las Sagradas Escrituras y en igualdad  de todos los creyentes.

Solo la Iglesia puede interpretar la Biblia correctamente.

La Iglesia solo es la comunión de los santos, de la que habla el Credo (admitido por ellos), no es exterior, sino interior, es invisible. La verdadera Iglesia no tiene existencia real, salvo en los corazones de sus fieles seguidores. No existe una única Iglesia, sino miles de Iglesias. Oficialmente todas esas Iglesias se conciben como instituciones equivalentes. Es un acontecimiento. Se rige por el principio carismático.

La Iglesia es visible e invisible. Lo visible son los edificios, personas creyentes, culto, predicación; pero lo que es invisible es la presencia personal de Cristo en ella hasta el fin de los siglos, la acción del Espíritu Santo, la santidad de los cristianos. La Iglesia católica se concibe a sí misma como la única verdadera, de carácter universal, dirigida por el Papa. Es una institución. Se rige por el principio dogmático.

Transfiere la autoridad de la Iglesia a los príncipes, que toman decisiones sobre la lengua, los ornamentos, la liturgia..Se politiza la Reforma: Cuius regio eius religio.

Solo admite la autoridad derivada de la sucesión apostólica de los obispos. En la paz de Augsburgo de 1530, se acaban las guerras entre protestantes y católicos. 

El hombre es puro pecado, receptor de Salvación. Antropología pesimista.

El hombre herido por el pecado original pero no corrompido, por ser imagen de Dios.

El hombre se salva solo por la fe en Cristo porque son justificados por Dios ya que todos los pecados fueron pagados en la Cruz y su justicia es imputado por ellos. Sola fides. Theologia crucis.

La justicia de Cristo es impartida por la gracia a través de la fe que debe completarse con obras meritorias.

No tiene ningún valor salvífico las obras de los hombres. Sola Gratia.  

Tienen valor ante Dios las obras buenas de los hombre.

No creen en la existencia del Purgatorio.

Creen en la existencia del Purgatorio.

Entre Dios y el hombre se abre un abismo,  que el hombre no puede vadear y solo se descubre a Dios si Él viene hasta el hombre. No se puede llegar a él por la razón. Característica del protestantismo es la dialéctica. Lo ve todo como  fruto de la Voluntad.

La revelación de Dios es imprescindible, pero la racionalidad puede ser puente para acercarse a Dios. Fe y razón, filosofía y religiones.

Característica del catolicismo es la analogía.

No existen las mediaciones para llegar a Dios porque todas son finitas, y quedan devaluadas. E incluso las divinas tienen elementos humanos: la humanidad de Jesús,  la Virgen, la Iglesia, los Sacramentos. 

Existen las mediaciones porque son establecidas por Dios.

Lo importante del pecado es la culpa antes que la pena impuesta por la iglesia. ; por tanto las indulgencia no son pausibles.

Las indulgencia tienen validez.

Solo admiten dos sacramentos: Bautismo y Eucaristía. Lutero admitió la presencia real de Cristo pero muchos seguidores de él admiten solo la presencia simbólica.

La eucaristía es solo una forma de recordar la muerte y resurrección de Cristo.

Tienen 7 sacramentos: Bautismo, eucaristía, confirmación, penitencia, extremaunción, orden sacerdotal, y matrimonio.

La eucaristía es la permanente repetición del sacrificio de Cristo.

No admiten el sacerdocio ministerial porque todos los hombres son sacerdotes.  Solo existe la concepción funcional, porque las tareas pueden ser asumidas por todos, atendiendo a su cualificación y a la decisión de la comunidad. Se trata solo de un servicio.

Admiten el sacerdocio universal y el ministerial. 

El sacerdocio ministerial es un sacramento, fundado el la elección por un sucesor de los apóstoles.


Cuadro elaborado por la autora  recopilando las ideas de Olegario González de Cardedal


7.-Reacción de la Iglesia católica 

A raíz de la propagación de las ideas de Lutero y  de otros reformadores, la Iglesia católica preocupada por las contradicciones existentes, convoca un Concilio, el de Trento, como respuesta magisterial y competente, ya que el V Concilio de Letrán (1512-1517), convocado para reformar la disciplina de la Iglesia considerada necesaria, fracasó y concluyó sus deliberaciones antes de los temas planteados por Lutero. 

Don Olegario se pregunta qué hubiese pasado sí las tesis de Lutero se hubiesen debatido en este Concilio, y sí hubiese habido Reforma.  

El concilio convocado es el de Trento (1545-1563), cuya idea no solo fue responder a la reforma protestante, sino fijar el dogma católico debido a las imprecisiones en algunas cuestiones. Después de esto tanto los protestantes como los católicos se identificaban por contraposición al contrario, lo que dio lugar a enfrentamientos políticos y bélicos entre ellos.

Lo primero que hacen los padres del Concilio es fijar los libros que forman parte del canon y elige la edición de la Vulgata de San Jerónimo como texto oficial.

Esta reacción contra Lutero tuvo algunas consecuencias negativas para los católicos, entre ellas fue la prohibición de la edición y lectura de la Biblia, y también los siglos de alejamiento entre unos y otros, porque no fue hasta el Concilio Vaticano II, con el documento ecuménico Unitatis Redintegratio, cuando ambos dejan el enfrentamiento y comienza el diálogo y la compresión, aunque a pesar de los numerosos diálogos, e incluso la elaboración del llamado Documento de la Concordiasobre la justificación, siguen distanciados en la doctrina.

A Lutero se le ha considerado desde una interpretación demoníaca, hasta patológica. Don Olegario afirma que hoy no se puede estudiar a este fraile, sin los criterios ecuménicos, reconociendo no solo lo negativo sino las cosas positivas que hay en él, pero insiste que lo primordial en la sociedad actual no es esta controversia entre ambos, sino los problemas que interesan a los dos, es decir, lo verdaderamente preocupante para los dos son la pobreza, la guerra, la indiferencia, el ateismo…

Otra consecuencia de estos estudios es que la Iglesia exige la fe para los cristianos, pero no una teología única, explicita, ya que hay muchas y muy valiosas. Toda fe necesita una metafísica, una antropología, y una ética, y cuando estas no están en la cultura, la Iglesia fue creándolas. ¿Y quien decide que esa metafísica, esa antropología o esa moral entra dentro del ámbito eclesial?

El sustrato antropológico de la cuestión teológica, es el mismo en el siglo XXI que en el siglo XVI. Lutero descubrió que el individuo no se sostiene por sí solo, no llega a su paz interior y a verdadera libertad por el propio esfuerzo, sino desde el otro, en este caso desde el Otro benévolo que es Dios. Con ello está viviendo lo que Hegel y el pensamiento personalista de siglos siguientes han afirmado sobre el «reconocimiento» y «aceptación» por el otro para ser sí mismo[47]. Esta experiencia del pecado, en sentido teológico estricto, como negación de Dios, resentimiento contra el prójimo hasta asesinarle (Caín) y rechazo de Dios para ponerse en su lugar es un hecho universal. Su intento se orienta hacia el bien, pero en cambio hace el mal.

La recepción del Concilio duró más de un siglo y los protagonistas de su asimilación fueron los propios textos del concilio, los papas posteriores que asumen más su responsabilidad, las nuevas ordenes religiosas, los reyes Carlos I y Felipe II y los nuevos sacerdotes de los Seminarios conciliares. Esta situación se ha vuelto a repetir después del Concilio Vaticano II, pues todavía hoy no se ha asimilado algunas de las propuestas de este gran concilio en la sociedad cristiana.


8.- Legado de Lutero a la humanidad

Analizando las consecuencias de su pensamiento se puede establecer ese legado en aspectos positivos  y negativos.

Aspectos positivos


Aspectos negativos

Lega una religión concreta con una historia, una persona y una comunidad.

Su teología es incompleta porque deja fuera dimensiones esenciales del cristianismo ya que solo se concentra en el pecado del hombre y la justificación por Dios.

La justificación del pecador por Dios en Cristo. La salvación no la consigue el hombre por si mismo. La salvación por la fe.

En el concepto de Dios presenta dos fases: A) como  Juez y Señor que lleva a la angustia, rival del hombre y le pone límites. Es enemigo del hombre. Esta idea se desarrolló al máximo en el siglo XIX considerando a Dios como  antagonista del hombre. Para alcanzar la plenitud del hombre Dios debe morir. Don Olegario pone a Marx, Feuerbach, Nietzche, Freud o Sastre como representantes de esta idea. B) Como  reconciliador donde el hombre es sujeto pasivo, donde niega toda la colaboración del hombre en la salvación y por tanto la libertad.

Dios nos da su propia justicia para que seamos justos con ella.

La primacía absoluta del concepto de imputación, rechazado en el Concilio de Trento. 

La conciencia de pecado, que choca con la conciencia moderna cuya actitud es atea, ya que el hombre actual afirma su autonomía sin necesidad del otro. Sacerdocio Universal.

Actitud herética y cismática con el rechazo de la sumisión al Sumo Pontífice y su concepto de Iglesia.

Grandes aportaciones en el conocimiento de la Biblia y de la teología.  Acercar la lectura de la Biblia al pueblo (la tradujo al alemán). Introductor de la música como  parte esencial de la liturgia.

 Interpretación subjetiva de la Biblia. Los limites de su teología son responsables de que en la teología moderna pese más el pecado que la gracia. El pecado afecta al ser mismo del hombre.

Su ideas hicieron que se celebrase el Concilio de Trento, concilio normativo de la fe católica, donde se clarificaron verdades de fe.

En su Cristología se da más importancia a al muerte de Cristo en la Cruz, y deja en la sombra la resurrección, y la deificación del hombre. 

Un deseo de reforma sincero

Dos consecuencias muy negativas no queridas por Lutero: la rotura de la unidad de  la iglesia latina y un progresivo secularismo.

La Reforma, apropiada por los políticos, se comprende como  la lucha por la libertad de los alemanes. Esta visión  utilizó a Lutero quien seguía interesado en el desarrollo teológico y espiritual de la Reforma.

La reforma dio lugar a las guerras de religión, aunque tenían una raíz política y económica, que se terminaron con la paz de Westfalia en 1648.


Cuadro realizado por la autora según las ideas de Olegario González de Cardedal


9.- Conclusiones

Una vez estudiados, comprendidos y analizados los textos se llega a la siguientes conclusiones:

1º  Todo el  estudio de Olegario González de Cardedal está escrito en un clima ecuménico buscando lo que une a los cristianos para dar respuesta a los nuevos problemas del mundo como son la globalización, la secularización, el individualismo, el materialismo, etc., porque el problema actual no es religioso,  es un problema cultural.

2º Utilizando el método analítico, la investigación documental histórica, la cualitativa y la revisión narrativa, presenta la figura de Lutero bajo una perspectiva diferente: su conexión con la conciencia contemporánea.

3º El autor estudiado afirma que la reforma no se inicia con Lutero, sino que tiene sus raíces varios decenios antes.

4º En el análisis de contexto, presenta a Lutero dominado por la idea de que la salvación no era totalmente segura y como todos sus contemporáneos, creía que el mundo tenía una órbita mágica, que estaba dominado por espíritus, la mayoría de ellos malignos. El diablo, las brujas, los duendes y demás seres malévolos eran parte del mundo con tal realidad y presencia como todo el universo del santoral cristiano.

5º Afirma que para comprender a Lutero es necesario hacer una revisión profunda de su historia, su personalidad, su contexto: la situación política, las guerras sucesivas entre príncipes, la represión de los campesinos, el concepto de Dios y del mundo, la compra de bienes espirituales, el deterioro de la Iglesia, etc. Analiza las imágenes distorsionadas de su figura,  porque para muchos es el representante del hombre medieval y para otros imagen de la modernidad, incluso algunos grupos lo ven como hereje, reformador,  enfermo, místico… Don Olegario lo presenta como hombre religioso, en oración confiada ante el Padre por medio del Crucificado. Es un hombre de profunda fe. González de Cardedal comenta  la unificación en su persona de todas las caras presentadas, por lo que hay distintas facetas en Lutero.

6º Sobre la autopercepción de Lutero, González de Cardedal asegura que él se  creía en un primer lugar  reformador de lo que hay, para pasar en segundo momento a una auto-compresión profética innovadora de lo que no hay en la Iglesia.

7º Revisa algunos planteamientos teológicos. El objeto de la teología  de Lutero es: el hombre com  pecador y Dios como justificador, y así entendido Dios es un Dios inmoral porque pide al hombre lo que no puede dar. Su antropología es pesimista: el hombre no es bueno; hace el mal que no quiere, puede negar o reprimir su pecado pero no puede vencerlo.  Don Olegario afirma que Lutero descubre  la necesidad del otro, porque el individuo no se sostiene por sí solo, no llega a su paz interior y a verdadera libertad por el propio esfuerzo, sino desde el otro, en este caso desde el Otro benévolo que es Dios. Esta ideal es la misma de Hegel y el pensamiento personalista de siglos siguientes afirmando sobre el «reconocimiento» y «aceptación» por el otro para ser sí mismo. Este es el sustrato antropológico de la cuestión teológica, el mismo en el siglo XXI que en el siglo XVI.

Al llegar a este convencimiento cambia el concepto de Dios, comprendiendo la justicia de Dios, no como la justicia activa que exige de nosotros, sino la justicia que nosotros recibimos de él, con la que nos justifica y libera. Deja al hombre remitido todo y solo a Cristo, único salvador de la vida humana. De ahí su: solus Christus, sola Scriptura, sola fides, sola gratia.Su teología se basa en la categoría metafísica primaria no comprendida como esencia sino como relación. Lo decisivo no es la continuidad, sino la discontinuidad de Dios y su criatura. Es la teología de la antítesis, lo que le produce la angustia, y por eso da el salto del Dios todo Poder a Dios todo Perdón, Dios de mi salvación. 

8º En su estudio sobre Lutero, enseña que la salvación es un regalo exclusivamente de Dios dado por la gracia a través de Cristo y recibida por la fe. No son necesarias las obras humanas para la salvación.  Se salva por la fe, lo segundo por la caridad. Todo deriva ya no de nuestras obras sino de la justicia de Dios manifestada como amor y perdón en la cruz de Cristo.

9ºSigue su estudio sobre Lutero con una consecuencia lógica de su pensamiento teológico: Si entre Cristo y el hombre se produce un intercambio, él se reviste de nuestros pecados y nosotros nos revestimos de su santidad, no es necesario ninguna mediación, por lo que no admite a la Iglesia ni el sacramento del orden. La Iglesia para el protestantismo es un acontecimiento y no una institución.

10º El teólogo señala que toda la teología de Lutero se basa en la Biblia pero especialmente  en las Cartas a los Gálatas y a los Romanos, despreciando alguna otras como la de Santiago. Es necesario reconocerle y agradecerle la revitalización del evangelio como mensaje y de los evangelios como texto.

11º Don Olegario aclara que Lutero niega elementos esenciales del cristianismo: el valor de la tradición, la sucesión apostólica y el ministerio ordenado, la relación entre Iglesia y Biblia, la afirmación del individuo frente a la autoridad eclesial; el rechazo de las mediaciones para reclamar una relación inmediata con Dios, la legitimidad de la vida religiosa, la existencia del purgatorio, la reducción de los sacramentos a dos, independencia de las iglesias nacionales, interpretación libre de la Biblia… No reconoce la autoridad apostólica y su copertenencia a los sacramentos.

12º González de Cardedal termina su estudio sobre Lutero expresando la necesidad de resanar la memoria para conocer los hechos, con una actitud crítica y de “simpatía”, con reconocimientos de errores, pedir perdón a Dios y a los hombres, y con el compromiso de vivir una situación más fraterna.

13º También propone como fruto del conocimiento del Lutero, un discernimiento  de lo verdaderamente esencial del catolicismo, diferenciar los elementos de origen y autoridad divina de los puramente humanos. Este discernimiento implica no introducir en el diálogo ecuménico los elementos no esenciales.

14º  Propone reconocer las diferencias entre el protestantismo y el catolicismo así como el reconocimiento de lo que es común, avanzar en esta unión de los cristianos, para hacer presente el evangelio de salvación y dar testimonio de Dios vivo. 

Para concluir se puede terminar este trabajo afirmando el espíritu constructivo, coherente, y clarificador que domina el pensamiento de González de Cardedal respecto a esta figura, su exposición clara de las ideas esenciales del catolicismo, y el discernimiento y su postura respecto al movimiento ecumenista.

























[1]En adelante se utilizará las siglas OGC para designar al autor en los píes de página.

[2]Se va a señalar por su actualidad, a Walter Kasper (Martín Lutero, una perspectiva ecuménica, Bilabo2016) y al profesor Danilo Castellano (Martín Lutero. El canto del gallo de la Modernidad, Madrid (2016).  En este último se identifica a Lutero con la modernidad,y por tanto, en los contenidos filosóficos y teológicos de la reforma protestante están presentes todos los principios de la modernidad, incluidos los principios morales, políticos y jurídicos considerándola una revolución. 





[3]OGC, «La reforma católica», en Cuenta y Razón del Pensamiento actual,115 (2000).

[4]OGC, Martín Lutero: ABC, 20/11/2016.

[5]OGC, Lutero y tres antípodas: ABC,4/09/2017.

[6]Noticia recogida en el diario Salamanca, www.salamancartval del 11/04/2018. Consultado 3/05/2018.

 [7]OGC, Martín Lutero. Reforma. Revolución. Contrarreforma,Salamanca 2018. 

[8]OGC, La reforma católica…2000.

[9]OGC, Martín Lutero: ABC, 20/11/2016

[10]Priscille de Lassus,Siete claves para entender la Reforma de Lutero, en www. infobar.com Consultado 3/03/2018.

[11] L. Suárez, La construcción de la cristiandad europea. Barcelona, 2008. 

[12]Uno de sus máximos exponentes es Tomás Kempis, cuyo libroLa imitación de Cristo, ha tenido gran influencia.

[13]OGC, Martín Lutero... 2018, p. 69.

[14]M.C. García Herreroy M.I. Falcón Pérez,«En torno a la muerte a finales de la Edad Media aragonesa», en En la España Medieval29 (2006) 153-186.

[15]Las primeras danzas que se conservan aparecen en Alemania, aunque son conocidas las de Francia, Inglaterra o las de Italia. En esta última es importante el llamado triunfo de la muerte en Dante y Petrarca, aunque pronto se incorporó a los carnavales de Florencia. Esta personalización de la muerte  se desarrolla en la pintura bien en los cementerios o en las iglesias  de la mayoría de los países de Europa.

[16]Se conserva una de ellas en el Monasterio del Escorial, escrita en el siglo XV.

[17]C. Polanco Herrero,«Muerte  y mentalidad en la Castilla del siglo XVI: Continuidad y cambio. El caso de Burgos», en  Boletín de la Institución Fernán González, LXXVIII, n. 9218 (1999). 




[18]Inocencio II escribe: “De todos los anhelos de mi corazón, dos son los que principalmente me acucian en esta vida: la recuperación de Tierra Santa y la reforma de la Iglesia Universal”.

[19]La bula Regnums in coelisexpone las razones del concilio: la cuestión de la Orden del Temple, algunas cuestiones de fe, la reforma de la Iglesia y la reconquista de Tierra Santa

[20]Los objetivo de este concilio fueron: superar el gran cisma; condenar las herejías de Wycliff y Hus, y la causa de la reforma de la Iglesia

[21]Tenía como misión la reforma del clero y de los fieles pero tuvo que dejar lo más importante de esta tarea al Concilio siguiente. Intentó la reforma  de las costumbres disciplinarias, normas para las instituciones religiosas, etc.

[22]O. J. Prieto, «La reforma en primera persona. Lutero y la libertad humana», en Revista Grafía Vol. 14  1 - (2017)  45-69.

[23]M.E. Roca Barea,  Imperiofobia y leyenda negra, Madrid 2017, p.166.

[24]Cf. H. Schilling, Del imperio común a la leyenda negra: la imagen de España en la Alemania del siglo XVI y comienzos del XVII, en España y Alemania: percepciones mutuas de cinco siglos de historia, Madrid,2002, p. 44. 

[25]Cf. Tischreden III, pág. 555. La edición de las Obras Completas de Lutero no se completó hasta 1983. Es la llamada edición crítica de Weimar: D. Martin Luthers Werke Kritische Gesantausgabe.

[26]Cf. M-J- Villaverde: Una historia interminable: El País,20/05/2017.

[27]Cf. P. Santoja, «Las doctrinas de los alumbrados españoles y sus posibles fuentes medievales»,  en  DICENDACuadernos de Filología Hispánica 18 (2000)  353-392.“Estos disidentes españoles, al igual que ciertas herejías medievales, predicaban la completa pasividad, el abandono, el «dejarse al amor de Dios», enfrentándose, al mismo tiempo, con ciertos ritos y ceremonias de la Santa Madre Iglesia de Roma. De estos grupos heterodoxos surgieron ciertos personajes que, creyéndose poseedores de especiales poderes taumatúrgicos, se atrevían a anunciar acontecimientos venideros y a interpretar la Biblia, simulando éxtasis, levitaciones, estigmas postizos y toda suerte de fenómenos sobrenaturales. Algunos de estos extravagantes personajes, sumaron a su heterodoxia doctrinal actitudes morales aberrantes”.

[28]OGC 2008, p.124

[29]OGC, 2018,  p.150.

[30]OGC, 2018,  p.29.

[31]OGC, ABC, 2016.

[32]OGC, 2018  p.31.

[33]OGC, 2018, p.75.

[34]OGC, 2018, p.157.

[35]OGC,ABC2016.

[36]J. Granados, «Martín Lutero  y la música», en Cuadernos de TeologíaXXVI (2007) 129-144.

[37]OGC, ABC2017.

[38]Ibimen.

[39]Cf. A. Rivera García, «Lutero, entre el humanismo cristiana y la Reforma radical», en Anales Valentinos,7 (2017) 107-131.

[40]OGC, 2018, p.126.

[41]OGC, 2018 p. 31

[42]OGC, ABC,2017

[43]Ibimen.

[44]Ibimen

[45]T. Egido, Lutero. Obras. Salamanca 2001.

[46]Todos estos puntos están obtenidos del libro de Olegario González de Cardedal, Martín Lutero. Reforma. Revolución. Contrarreforma,Salamanca 2018.

[47]OGC, ABC, 2016.

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