Vivienda Modular

Hoy nos complace compartir este diseño de Vivienda realizado en 2023 por los arquitectos Ariel Piedra y Samuel Cornelles con el apoyo del equipo de Estudios MI ARQUITECTO.

Nuestro cliente necesitaba un diseño para una pequeña vivienda ubicada en un contexto apartado y rural. Como punto de partida la casa contaría con solo un dormitorio. Desde el principio tuvimos claro que dada las características de nuestro cliente deberíamos generar una propuesta con particular énfasis en la zona social que debía funcionar como el espacio generador del resto de estancias, donde sus componentes estuvieran conectados entre sí estableciendo un espacio fluido, en lugar de compartimentar las estancias de Salón, Comedor Cocina y Terraza, integraríamos las mismas en un único espacio, al mismo tiempo este núcleo debía tener una naturaleza casi exterior ya que las condiciones de partida de la parcela lo propiciaban.

Al exponer a nuestro cliente los beneficios de la construcción industrializada rápidamente accedió a que la solución tuviera un carácter modular, además, a partir de una estimación económica preliminar pudimos establecer que una vivienda de más entidad podía ser asumida sin grandes modificaciones a su idea inicial de presupuesto para el proyecto.

Desarrollamos módulos de 6x3 metros que fueron albergando las necesidades del programa funcional, esta naturaleza modular, también permitirá que la ejecución pueda hacerse por etapas, de manera que dichos módulos no necesariamente se instalarán de una vez, la vivienda podrá evolucionar de un dormitorio en una primera fase, a dos y a tres con un mínimo impacto de cara a acciones constructivas.

Al plantear la volumetría resultante optamos por realizar algunas operaciones,

Perforar el Volumen en la zona central para reforzar las premisas establecidas previamente, utilizar la carpintería y vanos para generar simetrías y lograr una expresión balanceada, extender la piscina hacia una lámina de agua con el objetivo de compensar esta geometría y aprovechar los reflejos. Finalmente, la ubicación del conjunto dentro de la parcela aprovecha una ligera pendiente de la topografía para lograr “despegar” el volumen del terreno.

Este ejercicio sencillo sin grandes vuelos conceptuales o “manierismos” arquitectónicos lo guardamos con mucho cariño puesto que el proceso fue bastante orgánico, participativo, a la vez que evolucionó de modo eficaz conectando el sitio, las necesidades del cliente, el programa funcional y las metodologías constructivas.