Vivir e invertir Uruguay: todo lo que necesitas saber

Inseguridad, Blanqueo, Impuesto a la Riqueza, Inestabilidad política, social y económica, entre otros factores, hacen preguntar a una cantidad creciente de argentinos, agobiados por la creciente presión fiscal y el deterioro general del país, si no es el momento de tomar coraje y radicarse definitivamente fuera del país.

La calidez de los uruguayos, su estilo tranquilo de vida, la estabilidad económica, social y política, la excelente conectividad a Internet en todo el país, sus playas esteñas y hasta la tasa de incidencia increíblemente baja del COVID 19 -la mejor de América Latina y una de las más bajas del mundo-, conforman un combo irresistible para quienes desean emigrar de la República Argentina.

En Septiembre pasado, impulsado por el Presidente Luis Lacalle Pou, el Congreso Uruguayo promulgó una Ley que exonera a los nuevos residentes de tributar el impuesto a las Personas Físicas (IRPF) por las rentas pasivas obtenidas en el exterior (dividendos de sociedades del exterior, intereses de depósitos o préstamos en el exterior, etc.) por los ejercicios fiscales de los próximos 10 años. O sea, si una persona configura la residencia fiscal en 2020, hasta el 31 de diciembre de 2030 los intereses y dividendos del exterior no están gravadas en Uruguay.

Luego de estas “vacaciones fiscales”, la persona pasa a quedar comprendida en el régimen de IRPF ** y (Impuesto a la renta de las personas físicas) y tributará el 12% como veremos más adelante.

La mencionada Ley concede una alternativa que implica tributar el IRPF por las mismas rentas desde el ejercicio en el que se adquiera la residencia y en forma indefinida (salvo algún cambio legislativo) pero a la tasa del 7% (la tasa fiscal para este tipo de rendimientos tal cual veremos, es del 12%)

Además, un residente fiscal uruguayo NO va a estar sometido al envío de información financiera al exterior, en el marco del CRS por sus cuentas financieras reportables.

Para lograr estos beneficios, el Gobierno uruguayo bajó en Septiembre pasado la exigencia de inversión en Bienes Inmuebles de USD 1.700.000 a USD 380.000 , estableciendo como alternativa, la inversión en una empresa por valor de USD 1.700.000 (anteriormente se exigían USD 5.000.000 aprox de inversión).

Sin embargo, hemos escuchado a muchos residentes argentinos decir: consigo una dirección en Punta del Este, viajo seguido para allá y listo. Lo cual no sólo constituye un error de concepto sino que subyacente a este creencia, está la cuestión fundamental: para que la obtención de esta residencia fiscal tenga verdaderos efectos tributarios, debe venir acompañada de una planificación tributaria general de la persona y una mudanza real, ya que, de poco sirve obtener la residencia fiscal en Uruguay, si no logro perder la calidad de residente fiscal en mi país de origen.

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