VIVIR EN PROPOSITO - IKIGAI
by: Jorge Ramirez

VIVIR EN PROPOSITO - IKIGAI

"Un sabio maestro llamado Lin estaba acostado en su lecho de muerte, rodeado por sus discípulos. Lloraba desconsoladamente y nadie lograba confortarlo.

Uno de sus alumnos le preguntó:

– Maestro, ¿Por qué está llorando? ¡Si usted es casi tan inteligente como el patriarca Abraham y tan bondadoso como el mismo Buda!

Al escuchar esto, el anciano Lin respondió:

– Cuando parta de este mundo a comparecer ante el Tribunal Celestial nadie me cuestionará por qué no fui inteligente como Abraham o bondadoso como Buda.

– Por el contrario, la pregunta que me harán será: – Lin, ¿por qué no fuiste como Lin? ¿Por qué no ejerciste tu potencial? ¿Por qué no seguiste la trayectoria que era la tuya propia y personal?"

Mi estimado maestro Lin, es el ejemplo de esa persona que aparentemente consiguió las cosas que se propuso, aquella persona que consiguió el éxito, sin embargo en su lecho de muerte se cuestiona “¿Por qué no fui como Lin?”

El hecho de levantarnos cada día llenos de vida, degustando cada momento nos regala la vida y ser nuestra mejor versión siempre, es vivir en propósito y nos llena de una energía que no se consigue de otro modo y es esa energía con la que llegamos a sentirnos en un estado de plenitud.

Hay que aclarar que EL PROPOSITO no es algo material, es un camino que se recorre y no una meta que se alcance en vida, como algo que nunca acaba y que siempre se puede recorrer.

No es definitivo, conforme pasan los años podemos evolucionar nuestro propósito y no pasa nada, muchas veces tenemos miedo de elegir un camino porque tenemos miedo de equivocarnos. Tal miedo carece de sentido si nos conectamos genuinamente con nuestro propósito y actuamos inmerso en él.

El tiempo y el corazón son grandes maestros, al final del día ellos te dirán si estas en el camino correcto o si debes evolucionarlo hacia otra dirección.

Y me he preguntado, ¿por qué en general las personas no viven en su más genuino propósito?

Normalmente las personas no toman decisiones ni acciones contundentes en su vida pensando en los escenarios donde “fracasan” y lo traumático que puede llegar a ser este hecho, se generan emociones “negativas” y de lo que no son conscientes es que cada vez que piensan en algo que quieren y sienten una emoción de frustración, inseguridad o enojo porque, no tienen claridad de cómo conseguirlo, o no se creen capaces de lograrlo.

Lo que están haciendo inconscientemente es asociar ese objetivo a esas emociones “negativas”.

Créeme, nadie logro realizar una gran meta pensando que no lo podía conseguir.

Sin embargo, si le dedicas la misma energía a pensar y desear el escenario donde si se llevan a cabo tus proyectos, y empiezas a vibrar desde la misma energía donde ya lo has obtenido se siente más agradable, y generas una asociación “positiva” con tu meta.

Nos da miedo pensar en que en que podemos cumplir nuestros sueños y metas porque nos causa dolor e incertidumbre la realidad de No saber cómo materializar nuestros sueños.

Pero te tengo una buena o mala noticia dependiendo dependiendo de como lo veas.

Ninguna gran idea que se materializó nació lista 100%. Lo que sucede allá en tu inconsciente es que tienes la creencia limitante que no eres merecedor de tus sueños, y la excusa racional para llevar la fiesta en paz contigo mismo y que no te cause dolor esta creencia es que te compras varias excusas, “Aun no estoy suficientemente preparado”, “Quizá debo esperar a que pase el COVID”, “Cuando todo esto mejore entonces si lo haré”, “No tengo suficiente dinero”.

Y hemos tocado el tema de las creencias, el cual merece un artículo completo.

En mi anterior artículo “EL MEJOR NEGOCIO DEL MUNDO – CAMBIA TUS PALABRAS” te conté una historia de como de niño, mi mamá me inculcó la creencia que las matemáticas eran fáciles, en un próximo artículo te contaré como desengancharte de tus creencias limitantes y como conectarte con esas creencias que te acerquen a tu propósito.

Recientemente llegó a mí una idea de filosofía japonesa a cerca del propósito de vida, IKIGAI que en español significa “Tener una razón por la que vivir”

Esta filosofía de vida consiste en 4 aspectos.

1.      Tus Fortalezas y Talentos, Aquello que haces bien

2.      Pasiones, Aquello que disfrutas hacer

3.      Aquello que puedes aportar al mundo

4.     Profesión, Como lo monetizas

FORTALEZAS Y TALENTOS: Cualquier persona tiene al menos 1 talento o algo que hace particularmente bien y que se le da de forma espontánea, por lo menos 1 y eso tirando por lo bajo, pregúntate, ¿Qué se me hace fácil hacer que en general a la mayoría de las personas no se les da tanto? O si no pregúntale a tu circulo de influencia cercano quizá te lleves la grata sorpresa de ver un talento que como se te hace tan fácil lo estás pasando por alto.

PASIONES: ¿Qué es eso que te da energía cuando realizas en vez de quitártela? ¿Haciendo qué podrías trasnochar y levantarte lleno de energía? ¿Haciendo qué te sentirías tan pleno que se te olvida el sueño, el hambre, el calor o el frio?

¿A qué te dedicarías si tuvieras tu economía resuelta, y aún así eligieras una profesión?

APORTAR AL MUNDO: Hoy en día sabemos que el ser humano encuentra más felicidad en dar que en recibir, y pensar que hasta bíblico es HECHOS 20:35 En todo les he demostrado que deben trabajar así de duro para ayudar a los que son débiles y que deben recordar estas palabras que dijo el Señor Jesús: ‘Hay más felicidad en dar que en recibir

Conecta tus fortalezas y talentos con un aporte al mundo

PROFESIÓN: Tienes 24 horas al día, debes dormir, debes comer, bañarte, compartir con tu familia, trabajar, y a parte de esto debes conectar con tu IKIGAI, el hecho de lograr conectar tu IKIGAI con tu profesión básicamente le estás ganando 8 horas al día para que vivas en tu propósito.

Imagina por un momento, que tienes la capacidad de materializar cualquier cosa que desees, es decir, tienes recursos suficientes para lograrlo, tienes dinero suficiente, salud suficiente, tienes conocimiento suficiente, tienes contactos suficientes. Todos los problemas que consideres que debes resolver para llevar a cabo tus metas eventualmente tienes la capacidad de resolverlos.

¿Qué tan diferente serías tú, si vivieras de esa forma?

REFLEXION FINAL: Date permiso de conectar con tu propósito, corres el riesgo de terminar siendo la persona que siempre quisiste ser.

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