Vivir a medias

Automotivarse. Autoconvencerse. Tirar de fuerza de voluntad para ignorar el nudo en el estómago y seguir. ¿Te suena?

Observar nuestra vida y sentir que la estamos viviendo a medias. Buscar la ilusión, el impulso o las fuerzas en los pequeños detalles y cuando aún así no llegamos, abrir la perspectiva y agradecer lo que tenemos. Sea lo que sea.

¡Que manía con soñar tanto! ¿Por qué no podremos ser felices y conformarnos?

Porque la felicidad no es algo que se consigue. La felicidad tampoco se merece. La felicidad se es. Y para que sea, tenemos que poder desarrollar lo que somos sin miedo al rechazo.

¿Pero sabes qué pasa? Que normalmente, cuando llegamos a este punto, no sabemos quién somos realmente. Sabemos quién tenemos que ser para que la sociedad nos acepte. Sabemos quién tenemos que ser para que se nos valore profesionalmente y para no incomodar culturalmente.

Pero no sabemos quién somos y peor aún, quién podemos llegar a ser:

Lo que crees posible para ti está construido con creencias ajenas.

Lo que crees que eres, de lo que te crees capaz y lo que crees que mereces no habla de tu potencial, habla de las creencias con las que intentaron protegerte del mundo de fuera.

Estás viviendo desde tu potencial mínimo viable.

Estás viviendo a medias.

Tienes un potencial extraordinario.

Tienes el poder y el derecho de explorarlo.