Voluntariado en el exterior: ¿Bache o valor agregado?
A veces me consultan sobre la “utilidad” o no de realizar una experiencia de vida en el extranjero, dado que desde la ONG en la cual me desempeño, hemos tenido oportunidad de enviar voluntarios a Europa en al menos una decena de proyectos patrocinados por la Unión Europea.
Al margen de los beneficios del trabajo voluntario, ya mencionado en otro post, el participar de un proyecto voluntario en el extranjero deja una huella imborrable en los que se animan a transitar esa experiencia, por varias razones…
Contactos
Las amistades que se generan en quienes se encuentran lejos de sus países se profundizan velozmente. La distancia juega a favor, incluso para quienes temen no poder adaptarse y estrechar nuevos vínculos. Además de enriquecerse con nuevas relaciones, quienes marchan al extranjero vuelven con una agenda de contactos diversificada: valiosa fuente de información y referencias en un CV.
Conocimiento de sí mismo
El día a día en una nueva cultura nos somete a nuevos desafíos. Nos pone a prueba en nuestra capacidad para adaptarnos a nuevos entornos sin que la ansiedad y el desconcierto nos dominen. Para saber más de nosotros, hay que atreverse a salir de la zona de comfort (una sugerencia trillada, es cierto) lo que logramos fácilmente cuando estamos lejos de nuestras actividades habituales y de las personas que frecuentamos.
Adquisición de nuevas perspectivas
Salir de la propia tierra nos permite analizarla desde nuevos enfoques: hace ocho años en una cena que ofrecia el cuerpo diplomático norteamericano a jóvenes dirigentes argentinos se analizó el futuro de las relaciones bilaterales. El tema aludido por la mayoría de los asistentes, entre los que me encontraba, fue el de una valija hallada a Antonini Wilson, ciudadano venezolano llegado al país con fondos supuestamente destinados a la campaña presidencial argentina. Un tema realmente secundario en la relación diplomática. Una mirada de la Argentina desde el extranjero hubiera permitido valorar ese tema en su justa medida, recordando que para buena parte de norteamericanos y europeos, localizar a Argentina en el mapa sería un desafío de importancia.
Experiencia intercultural
El poder demostrar experiencia de trabajo en otra cultura habla de una persona que ha ejercitado habilidades varias: iniciativa (para buscar nuevos horizontes), solidaridad (para donar parte de su tiempo para una causa noble), trabajo en equipo e integración intercultural (para interactuar con personas de distinta procedencia). A esto se suma la labor concreta desarrollada, la que puede indicarse como cualquier otra referencia laboral más en un CV.
Dominio de una nueva lengua
Como último aspecto a considerar, pero no menos relevante, es la posibilidad de aprender/ejercitar una nueva lengua. El aprendizaje de un idioma nuevo nos abre un mundo de posibilidades: manejar otra lengua es acceder a una nueva mirada del mundo. Si tuviera hijos, les inculcaría el amor por otros idiomas: es el pasaporte siempre válido para insertarse laboralmente en multiplicidad de tareas y la vía para ampliar el número de amistades. Para quien requiera demostrar esta habilidad, el haber vivido en el extranjero es una garantía.
Tomarse un semestre o un año de trabajo voluntario en el extranjero, para tranquilidad de quienes lo están considerando, está lejos de constituir un bache en la vida académica / laboral de una persona. Por el contrario, resulta un diferencial para el crecimiento humano y un valor agregado en el curriculum de cualquier postulante.
Project Consultant
6 añosUna experiencia de voluntariado afuera puede ser una buena iniciativa Hector Lautaro Celetta