A vueltas con LinkedIn

Hace mucho que no publico nada aquí, en LinkedIn. Quizá sea porque cada vez esta red social se parece más a una red social convencional. No lo vivo como algo negativo, pero sí quizá como el fin de un período. Aún así, un período en el que todos queríamos pensar que LinkedIn servía para algo para lo que dejó de servir hace más de una década, quizá más de tres lustros.

Yo llevo aquí desde hace muchos años, desde antes de que se popularizara entre el público objetivo español. Aquel sí fue un tiempo en que podías conectar con alguien y ofrecer tu producto o servicio o demandar los de la persona conectada. Todos teníamos claro cual era el objetivo de esta red social y sabíamos escuchar. Al final el objetivo todos los que vinimos y los que siguen llegando es el mismo: trabajar y, por tanto, vender. Porque señores y señoras, todo es venta en esta vida y LinkedIn conformaba un escaparate único en sus primeros años.

Ahora cuando contactas con alguien con un mensaje individual parece que les molesta. Si quieres captar la atención de alguien debes andarte con circunloquios, enmascarar tu verdadero objetivo y dorar la píldora al de enfrente. Cuando esto se pobló sobre manera de profesionales del marketing, de expertos en coaching, etc. que no eran tal comenzó la zozobra de la que otrora fuera una gran herramienta.

Hemos llegado a un momento aunque cuentes con veinte años de experiencia, cuentes con los productos más interesantes y acumules conocimiento sobre tus mercados, eso ya no vale de nada. Nadie te escucha. LinkedIn se ha convertido en el coto privado del auto bombo y de los reclutadores. Lo abres y sólo tienes mensajes de reclutadores con ofertas de trabajo para las que nunca te van a llamar, en caso de que te interesen. Es un Infojobs cualquiera que ya no aporta valor. O al menos ya no aporta el valor que tenía en sus comienzos cuando sí representaba una herramienta útil para poder crecer y hacer negocio.

Al final acabo utilizando LinkedIn para informarme sobre lo que hacen mis contactos en materia profesional (aunque cada vez mas también en su vida privada), seguir empresas que me suscitan interés, estar al día de medios especializados y verme inundado de páginas y eventos que alguien con mucha ilusión y entusiasmo ha preparado pero a la que poca audiencia acudirá.

Si yo llevo más de veinte años vendiendo productos que todos necesitáis y no destináis ni un segundo a escucharme, ¿qué os hace pensar que conseguiréis algo diferente? Si queréis que os escuchen comenzar a escuchar, empezar a responder mensajes y ayudar a quién lo necesita quizá con una recomendación, quizá con una referencia, quizá con un consejo sobre como redactar mejor el mensaje... Así ocurría al principio y todos éramos más felices en LinkedIn.

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