We are Cooking Tomorrow!
Hoy hace 3 años que me incorporé al CIB·Culinary Institute of Barcelona para contribuir a dar forma a la visión e ideas de sus fundadores desde el punto de vista académico y metodológico. La mayor parte de lo que hemos conseguido en relación a este ámbito, se recoge en el libro blanco descargable desde la página de metodología.
Desde el primer día, la ambición es hacer la mejor escuela del mundo y atraer talento de cualquier lugar. Y quería aprovechar el día de hoy para hablar de la diversidad de personas que a través de las entrevistas de admisión he ido conociendo a lo largo de este tiempo.
El proceso de admisión del CIB incluye rellenar un cuestionario muy personal, que nos ayuda a conocer los intereses, inquietudes, talentos, necesidades y objetivos de los candidatos, así como comprender un poco más su contexto. Una entrevista posterior nos permite confirmar estas informaciones y asegurarnos que sus expectativas y necesidades coinciden con nuestra metodología y forma de entender la educación, la cocina y el desarrollo personal y profesional.
Y precisamente, realizando estas entrevistas he tenido la oportunidad de conocer centenares de personas de perfiles muy distintos, con una cosa en común. Hayan trabajado en una cocina o no, son personas inconformistas que tienen claro que el futuro está cambiando tan rápidamente que ya no es suficiente con aprender a cocinar. He conocido mujeres y hombres, chicos y chicas, de edades muy diversas, que en su momento vital actual han decidido apostar por la formación y quieren ser chef. Algunos con 65 años y recién jubilados, otros con 18 que no quieren ir a la universidad, y otros que al acabar la universidad se han dado cuenta que lo que realmente les apasionaba era cocinar. También personas con una dilatada y exitosa carrera profesional, que deciden dejarlo todo y cambiar de rumbo. Arquitectos, pilotos de aviones, médicos, profesores, ejecutivos, abogados, artistas, bailarines, carniceros, y un sinfín de perfiles que han identificado el CIB como el lugar donde transformarse y continuar desarrollando su pasión. Esta pasión no tiene fronteras y entre todos ellos ¡suman más de 100 nacionalidades distintas! Comparten una mentalidad abierta, la valentía de dejarlo todo y cambiar de rumbo, un gran espíritu emprendedor y una marcada consciencia por la sostenibilidad. La mayoría de ellos vendrán a Barcelona a vivir la mejor experiencia formativa de su vida y acabarán siendo CIBers, cocinando el futuro.
Es un orgullo ver donde ha llegado el CIB en tan poco tiempo (tenemos un mapa iluminado que indica el origen de los estudiantes) y todo lo que queda por venir; we are cooking tomorrow!