¿Y CÓMO SERÁ EL FUTURO?
Recibí la invitación de un grupo de estudiantes de Economía para hablar sobre el impacto de la cuarta revolución industrial en la economía y la automatización del empleo, preparando mi charla decidí que era la oportunidad de sembrar una semilla de si podemos si nos adaptamos, la acción de los jóvenes es determinante en este reto, no creo que fuera el espacio para presentar una visión apocalíptica de un mundo colapsado.
Empecé por la contextualización de lo que puede estar pasando y la huella de una tecnología exponencial que cambia la forma en la que concebimos el mundo y la forma de desarrollar nuestros oficios. Y en este contexto para invitarlos a adaptarse a la tecnología, decidí dejarles dos tesoros, una lección y una tarea.
Los dos tesoros se llaman esencia y crisis; la esencia como verdadero motor que me lleva a hacer las cosas con pasión que debe perdurar aunque los medios constantemente cambien y la crisis vista como la oportunidad de hacer las cosas bien, ante tanto desarrollo las fricciones irán desapareciendo, entonces encontrar una crisis en el futuro puede ser una fuente de idea de negocio, una oportunidad de hacerlo bien.
La lección, la aprendí de Jeff Bezos y es la actitud betapermantente, ese mantra que el utiliza en amazon para decirle a todo su equipo “Hoy es el primer día de Amazon, aunque debemos ser optimistas, debemos conservar una sensación de urgencia”, en resumen no debo creerme el “Chacho del paseo” por bien que me esté yendo y que siempre debo sentir que estoy en camino de aprendizaje.
La tarea, está inspirada en Start up of you de Reíd Hoffman, que dice, cada uno de nosotros debe identificar su ventaja competitiva personal, que me hace diferente, bueno y competente, esta tiene tres elementos, activos, lo que funciona y se hacer ya en mi vida, las aspiraciones que es lo que conecta corazón con cerebro y finalmente mercado, alguien debe necesitar lo que yo sé y me gusta hacer.
Después de este contexto me di a la tarea de investigar que pensaban sobre el futuro algunas personalidades influyentes, el primero que encontré fue Satya Nadella de Microsoft, que me impacto con su visión, “El cambio será humano, no tecnológico” los esfuerzos se encaminaran en el trato equitativo, mejor salud, mejor educación; no hacer tanto caso a la tradición y respetar la innovación.
Mariate Arnal, cabeza de Google México, dice la inteligencia artificial reemplazar algunas funciones del cerebro, que le permitirá a los humanos desarrollar capacidades que no conocíamos y completa Daniel Chavez del grupo de resorts de lujo Vidanta, ya no planeamos a 50 años, viven su momento aceptan riesgos, por lo tanto seremos menos predecibles y el éxito estará en la flexibilidad.
Brian Smith de Coca Cola, que ha visto como la movida saludable ataca a su producto estrella, cree que los próximos años serán de personalización donde cada usuario definirá hasta el más mínimo detalle de los productos que va a consumir, dándole continuidad a la personalización Dara Khosrowshahi de UBER dice “Como sea que pienses moverte estaremos ahí”. Algunos mercados cambiaran radicalmente esta personalización hará que ya no sea necesario persuadir a los consumidores, por lo que unidades de negocio como las agencias de publicidad se convertirán en hubs de ideas, opina Reed Hastings de Netflix.
Y por último decidi preguntar a la CEO de mi casa, mi hija Luciana de siete años, quien centro su visión futurista en la construcción de un artefacto de movilidad que llamo limosina, pero barata, dándome a entender que fuera para todos, con 100 puestos es consciente que somos 8.000 Millones de habitantes, con televisores y dulces, magnificando la importancia del entretenimiento y con sillas voladoras, al final de su visión “Juliovernesca”, me mira y dice, esto pasa pero si cuidamos el planeta.
Esto último me puso a pensar que cualquiera de los futuros de estos importantes visionarios puede ser una simple ilusión si los humanos no somos conscientes de la grave crisis climática que tenemos y cambiamos nuestros hábitos y propendemos por apoyar industrias limpias y tecnologías verdes. Y esto no se reduce a no usar pitillos, consiste en tomar acción sobre la continuidad de nuestra especie.
Sea el futuro del Señor Nadella o el de la Señorita Luciana, está en nosotros en la revolución de las pequeñas causas y la consciencia ambiental que logremos un futuro posible, apalancado en una tecnología maravillosa.