¿Y cómo va tu propósito?

¿Y cómo va tu propósito?

Elaborar propósitos durante Diciembre y Enero es algo muy común, bien sea por la información que alimenta la planeación para cerrar y entrar al año nuevo o por una disciplina personal. ¿Y cómo voy con eso? Este año 2020 fue particularmente diferente a muchos anteriores que hemos vivido. Los buenos hábitos deben de continuar, sin duda: Acción repetida, se vuelve hábito y habito repetido se convierte en competencia estratégica para competir. Grandes propósitos debemos dividirlos en partes más alcanzables sin perder el horizonte del original. Bueno esa es la parte administrativa.

Hoy quiero proponerte un propósito más íntimo, humano y personal: lograr una vida plena. La idea es reflexionar en que significa esto para ti, que partes la integran y decidir cuáles serán las áreas que atenderás este año. Sin duda solucionar tu economía formará parte, la salud este año 2020 se volvió muy sensible la vulnerabilidad que tenemos al respecto y hay que incluirla. Las relaciones cobraron importancia, apareció una necesidad de acercarnos a lo espiritual y para todo esto nuestros hábitos se volvieron diferentes, más conscientes y más enfocados. Ser una persona sensible a lo que está pasando a nuestro alrededor se volvió algo natural, nos importa el vecino, el amigo, nuestros familiares y nuestra sociedad. La vida plena tiene que ver con integrar todo esto empezando por mí. Ya no puedo ignorar que el prójimo me importa y es importante por su proximidad, por la ayuda/ servicio a través de cual nos relacionamos, es con quien quiero resolver una necesidad, lograr una empresa o un resultado impactante que nos dé continuidad en lo que hacemos laboralmente. O por lo que representa en mi vida por ser mi amigo, mi familia o  mi relación significativa con quien quiero construir mi futuro. Hay que verlo a los ojos y dejar que su humanidad me conmueva, permitirme el regalo y la oportunidad de sentir, porque estoy viendo lo humano y cercano que estamos y en ese sentir reflexionar que tengo que agradecerle, es mi jefe mucho, es mi colaborador ni que negar el agradecimiento y respeto que me merece. Y en lo más íntimo dejar que brote mi cariño y reconocimiento de una manera tal que sienta su cercanía y familiaridad y poder expresar de una manera sincera mí aprecio y mostrar mi generosidad. Y el amor que te inunda lo puedas mostrar con entera confianza, apertura y compromiso. Ese ejercicio diario es un rasgo de la vida plena, que empieza desde el primer sorbo de café y termina con buenas noches que descanses.

Listo, hay que empezar: ¿Ya sabes a quien vas a ver a los ojos el día de hoy? Ayer: ¿te permitiste sentir y pudiste agradecer TODO lo que recibes a diario de ese prójimo? Recuerda hay mucho que sucedió anteriormente para que el día de hoy estés donde estás y seas lo que eres, ser consciente de esto y agradecerlo es darte la oportunidad de una vida plena.