¿Y si agrandamos los arcos?

De pronto tengo recuerdos de infancia de mis primeros partidos en canchas de tierra, y en mi escuela, cuando hacíamos los arcos con piedras, palos o con las mochilas, y cuando llegaban muchos amigos y éramos demasiados en cancha todos estábamos de acuerdo en algo…

Antes de seguir, aparecen algunos flashes deportivos en mi mente: Claudio Bravo entrena en el pórtico, salta y toca con su pie derecho el travesaño, a 2 metros y 44 centímetros del suelo. Cristiano Ronaldo marca un gol de cabeza, su salto es analizado (con polémica) en España por alcanzar casi los 3 metros, prácticamente a la altura de un aro de básquetbol.

La jugada más recurrente y que se repite una y otra vez en cada partido: el remate del delantero va esquinado junto a un poste, pero la repetición muestra claramente que el balón iba fuera por algunos centímetros, o con el efecto pegaba en el palo. De todos modos, el arquero con un vuelo ágil manotea la pelota y concede un córner al rival. Parece que los arcos hoy se hacen más pequeños…

¿Qué cambió en el fútbol? Casi todo, comenzando por el balón; sí! el balón ha ido cambiando; el centro y corazón del fútbol es cada vez es más liviano. También cambió la preparación física de los jugadores, que hoy son atletas capaces de recorrer distancias maratónicas en un partido.

¿Y la cancha de fútbol? Esta puede tener entre 45 y 90 metros de ancho, y entre 90 y 120 metros de largo, bastante diferencia en sus dimensiones. En los noventa se comentaba que los equipos brasileros ocupaban las medidas máximas, unas verdaderas “haciendas” como señalaba la prensa trasandina a los campos de juego de equipos como Sao Paulo y Cruzeiro, quienes aprovechaban su mayor despliegue físico para abarcar el mayor espacio disponible y superar a las defensas rivales que generalmente en algún momento del partido se trataban de refugiar en su propio terreno. Pero con todo esto, hay algo que nunca ha cambiado, y tampoco se ha cuestionado…

¿Qué es lo que no ha cambiado? Volviendo a mis recuerdos de infancia, decía que todos estábamos de acuerdo en algo cuando estaba la cancha llena y nos parecía que el arco rival era demasiado pequeño para marcar goles: Agrandar los arcos…

Esto era un acto de justicia! Era lo que correspondía… y si bien a veces dejábamos el arco un poco más pequeño que el rival, o los rivales nos agrandaban los arcos, se trataba solo de una pillería infantil, algo que no tenía mayor influencia en todo lo que disfrutábamos el juego. Si sentíamos que el arco era muy grande, no lo permitíamos, si sentíamos que el arco era muy chico lo agradábamos mirando que el arco del frente hiciera lo mismo. Eso era… estaba guardado en mi mente todo este tiempo, en mis recuerdos de niño, pero no lograba verlo hoy, a pesar de ver fútbol y más fútbol cada año, sabía que algo no andaba bien…

Dicho esto, me atrevo a decir #ConRespeto pero muy convencido, que necesitamos agrandar los arcos del fútbol mundial, por lo menos subir esos 2,44 metros a 2,54, y de largo aumentar los 7,32 a 7,45… Aumentar 10 centímetros de alto y 13 centímetros de largo… Los atletas hoy están más preparados, tanto para recorrer toda la cancha, como los arqueros para cubrir con esos vuelos y manotazos fenomenales toda la extensión de la portería. Sería lo más justo y así, quizás podremos volver al origen.

Como consecuencia, tendremos más goles, que es lo más hermoso para algunos, o “un accidente” como le llaman otros, pero por sobre todo demostrando que en cualquier cancha del planeta, el fútbol debería buscar la justicia y equilibrar la balanza, donde no siempre gana el más grande y más fuerte, y donde no siempre gana el más preparado y el equipo que gasta más millones.

Con esto, muchas pelotas que golpearon en el palo mañana serán goles; como esa pelota de Alexis Sánchez que golpeó los dos travesaños frente al Chelsea en el último enfrentamiento jugado en el Emirates Stadium, comenzando este año 2018, o bueno, ustedes ya lo habrán recordado, como el maldito palo de Mauricio Pinilla en el mundial de Brasil 2014, que hoy seguiríamos celebrando…

Felipe González, Periodista

Twitter: @felipejournal