¿Y si empezamos a ocuparnos más de la Humildad en el Liderazgo?

¿Y si empezamos a ocuparnos más de la Humildad en el Liderazgo?

Ernesto era una persona reconocida y admirada por sus resultados, había logrado en sus casi tres años en la compañía llevarla al siguiente nivel en ventas, incursionando en nuevos mercados, lanzando productos que antes eran impensables y consolidando su marca entre los mejores del mercado, sus colegas lo describian como un tiburon para los negocios por su carisma, visión y gran relacionamiento con los clientes, pero Ernesto era como decía mi mamá "Luz de la calle y oscuridad de la casa", la rotación en su equipo era bastante alta resultado de un ambiente de trabajo muy pesado, no por el nivel de exigencia y la dinámica del negocio, si no más bien por lo dificil de relacionarse con el líder del equipo.

Para Ernesto reconocer sus errores o la falta de conocimiento en algún asunto era casi imposible, siempre quería tener la razón y nada podía hacerse sin su consentimiento, su equipo de líderes empezó a imitar su comportamiento, se perdió el empoderamiento en el equipo, la microgestión era el común denominador en el trabajo diario y pasar del cielo al infierno en la cabeza de Ernesto era bastante fácil y rápido pues además de no reconocer su mala gestión del equipo o sus decisiones equivocadas y en algunos casos contradictorias, lo llevaban siempre a buscar culpables y a señalar a otros, en resumen una falta de humildad y acoountability de primer orden.

Al rehusarse a delegar y no permitir que su equipo tomara decisiones, Ernesto poco a poco destruyó la confianza de su equipo. Cada error era castigado y cada éxito personal era visto como una amenaza. El empoderamiento se desvaneció y su equipo adoptó la microgestión como norma.

La historia de Ernesto nos permite observar la carencia de una de las tres principales virtudes que debe tener un líder y un jugador de equipo, la Humildad, que junto con el hambre por el resultado y la gestión emocional desde la empatía marcan la diferencia entre una estrella y un aficionado cuando de trabajo en equipo hablamos. Este concepto poderoso y enunciado por Patrick Lencioni en su libro Equipos Ideales es vital para el buen funcionamiento del equipo e imprescindible en la buena gestión de cada uno de nosotros como líderes de equipo.

Cuando hablamos de humildad solemos confundirla con debilidad o con falta de caracter y nos han enseñado (equivocadamente) que los líderes son fuertes, duros e inflexibles, nada más alejado de la realidad, el liderazgo exige tener una dosis importante de vulnerabilidad, de humanidad y lo más importante de reconocer que el cargo o el título que ostentamos es algo pasajero y que detrás de eso siempre hay un ser humano con sus altas y sus bajas, con sus fortalezas y oportunidades de mejora, un producto en proceso, que nunca termina de desarrollar todo su potencial y que siempre puede transformarse y evolucionar en una mejor versión.

La gente verdaderamente humilde no se ve a sí misma superior a lo que son, pero tampoco desprecian sus talentos y contribuciones. Patrick Lencioni

Para desarrollar la humildad (porque se puede desarrollar), lo primero que debemos hacer es tomar conciencia de nuetras limitaciones en ese aspecto, en su libro Patrick menciona algunas preguntas que nos deberíamos hacer y que nos pueden ayudar a identificar nuestras debilidades en términos de humildad, acá comparto algunas de ellas: ¿Felicitas a tus compañeros de equipo cuando logran o hacen algo bueno, sin dudarlo? ¿Reconoces fácilmente cuando cometes un error? ¿Estás dispuesto a asumir una labor de menor importancia por el bien del resultado y del equipo? ¿Compartes y celebras los logros del equipo sin quitar merito al trabajo y esfuerzo de los demás? ¿Eres consciente y reconoces tus limitaciones y oportunidades? ¿Pides disculpas cuando te equivocas y lo haces de buena manera? ¿No dudas en aceptar que alguien sabe o conoce más que tu de aquello en lo que te consideras experto?

«La humildad no es pensar menos de ti mismo, sino pensar menos en ti mismo.» C.S. Lewis

Tampoco debemos confundir la humildad con la complacencia, un líder debe tener un carácter equilibrado que le permita discernir y tomar las mejores decisiones, en muchos casos acertará y en otros aprenderá de sus equivocaciones, pero siempre debe mantener los pies en la tierra y actuar con humildad, sin descuidar las otras dos virtudes, pues un líder con mucha humildad pero con poca o nada empatía y sin hambre por los resultados, termina siendo una persona muy agradable y bondadosa pero que no inspira a la acción a su equipo, que es incapaz de tomar decisiones y que evita tener conflictos con los demás por no generar incomodidad o enfrentamientos y todos sabemos que ambas cosas (bien gestionadas) son importantes y necesarias en el buen funcionamiento de los equipos.

¿Y a todas estas que pasó con Ernesto? aunque le dio mucho trabajo aceptar sus oportunidades de mejora con el tiempo aprendió a escuchar más a su equipo y a sus colegas, desarrolló un nuevo hábito y fue el de pedir feedback, buscando entender como lo percibian los demás y que efecto tenían sus comportamientos en el equipo, asumió la tarea de transformarse en ese líder que el equipo necesitaba y comenzó a modular sus comportamientos, no es una tarea fácil y sigue en su proceso de desarrollo siempre apoyado por su jefe que se ha convertido en su mentor interno.

El liderazgo no se trata solo de dirigir, sino de guiar con humildad. En un mundo donde el ego y los títulos suelen tomar el control, es la humildad la que marca la diferencia entre un líder que inspira y uno que controla. Y tú, ¿cuándo fue la última vez que pediste retroalimentación a tu equipo? ¿Estás liderando con humildad o tu ego está alejándote del verdadero liderazgo?

Monica Marín

Psicóloga Organizacional / Recursos Humanos / Selección de personal / Atracción Talento / Apasionada por conectar oportunidades de empleabilidad entre organizaciones y profesionales con crecimiento y desarrollo.

1 mes

Saludos, Estimado Elkin! En buen momento llega tu reflexión a complementar la mia, donde tememos una comunidad llena de Líderes y que finalmente...¿A quién van a liderar? ¡¡Gracias, muchas gracias por compartir!!

Alejandro Mazo Cañola

Gerente General en Extrusiones S.A

1 mes

Excelente artículo Elkin Dario Botero Ramirez. Es una situación al actual debemos estar atentos porque a veces el ego salta y se llega a la situación de Ernesto

Hay que tomar cuidado para no dejarnos sorprender por el ego y sus N caras ... recordemos que tambien hay un ego espiritual o deliro mistico ... un lider con humildad? un sutra antiguo nos dice ....El que Es, No lo dice; el que lo dice, No lo Es... .. o un lider diciendo en una reunion, ... en mi humilde opinion... la humilidad es como la confiabilidad, surge del SER de forma genuina, todo lo demas que se haga en su nombre es ego... gracias por traer el punto

Javier Pinzón Hartmann

Gerente General | Director Ejecutivo | CEO | Transformación Empresarial | Liderando empresas en consumo masivo y manufactura | Aumento de ventas y EBITDA | Empresas familiares | Juntas Directivas

2 meses

Gracias por traer a la mente hoy la importancia de estas virtudes: humildad, hambre y empatía. Sin ninguna de las cuales será fácil liderar. Gestión con #Accountability

Gerardo U.

Consultor y asesor personal y empresarial

2 meses

En esencia , liderar implica conocer, explorar y cooperar con el grupo para identificar y apoyar los talentos existentes

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