Y tú, ¿qué quieres para ti ahora?
Debe ser la época del año, que se acerca el final. Y todos necesitamos hacer nuevos propósitos para el siguiente. No lo sé. Pero están apareciendo muchos artículos sobre el Ikigai. Ese concepto japonés que nos lleva a la idea de propósito, de aquello que nos ilusiona y nos hace levantarnos de la cama. Esa combinación entre lo que nos hace felices, hacemos bien y es útil a la sociedad. Esa palabra que intenta resumir nuestro "para qué hemos venido aquí".
A veces, cuando hablo con mis clientes y sale el tema del propósito, la primera reacción es de desconcierto. Para alguien que nunca se ha planteado estas cuestiones quizás sea una pregunta demasiado grande, así formulada. Y en cualquier caso es compleja. Encontrar la respuesta requiere de mucho trabajo personal, descubrimiento, valentía y mucha honestidad.
Me gusta más un ¿qué quieres para ti ahora? como punto de partida.
Esa pregunta es más importante para la mayoría de las personas que cualquier otra. Porque descubre anhelos, sueños y deseos. Ahora. Pone un punto en el horizonte hacia dónde mirar. No demasiado lejos, sólo lo suficiente para tener que empezar a moverse. Ese ahora abre posibilidades. Opciones. Caminos.
A lo mejor la respuesta es simplemente decidir que vas a ir andando a trabajar por tener la oportunidad de pasar unos minutos contigo mismo planificando tu día. O quizás es que vas empezar a decir que no a alguna cosa con la que no estás de acuerdo. O tal vez vas a decidirte a hablar con tu jefe o con ese compañero de trabajo porque estás convencido de que hay una manera mejor de hacer las cosas hoy.
Sea cual sea la respuesta y sea cual sea la acción que se desencadene, grande o pequeña, será un inicio. Y cuando estemos en ese otro momento y nos lo volvamos a preguntar, será más fácil. Y la siguiente vez, será más fácil.
Para acabar os dejo una historia sacada del libro de Nick Owen, La magia de la metáfora.
Bajo un sol ardiente, un muchachito observa fijamente a un joven cincelando atentamente un gran bloque de piedra.
¿Por qué haces eso? - dijo el chico.
Porque - dijo Miguel Angel - hay un ángel dentro y quiere salir.
Desarrollo de liderazgo para ejecutivos y equipos. Facilitadora de procesos de cambio. Mentora. Profesora de Universidad
7 añosEstoy de acuerdo. Cualquier camino comienza desde donde estemos en ese momento. Pero lo importante no es como hemos llegado hasta ese punto sino lo que queremos hacer a partir de ese momento. No podemos cambiar nuestras circunstancias, sólo nuestras acciones. Y poner excusas es extremadamente fácil porque cualquier cosa que nos saque de nuestra zona de confort va a levantar nuestros miedos. Gracias por leerme.
Coordinador Evaluación de Proyectos
7 añosUna vez escuché que el camino correcto comienza dónde estés parado. Pero la única manera de trazar ese camino es definiendo un objetivo que podamos ver desde el ahora. Si no parto desde el Yo, si no empiezo desde mi autoconocimiento y apunto a un objetivo que no se base en ello, las posibles excusas para no llegar se multiplican infinitamente.
Desarrollo de liderazgo para ejecutivos y equipos. Facilitadora de procesos de cambio. Mentora. Profesora de Universidad
7 añosSí, muy poco. A veces nos hacemos preguntas más grandes que no sabemos contestarnos. Y parece que no sabemos nada. Lo decía Einstein, la parte fundamental de resolver un problema es hacerse las preguntas adecuadas antes de empezar con las respuestas. Yo añadiría que también en el momento adecuado. Gracias por leerme.
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7 añosGracias Danae. Que poco nos hacemos esa pregunta ¿Qué quiero para mí Ahora? Y de aquí a 3 años ¿Qué quiero para mi? ¿Dónde quiero estar? Merece la pena dedicar un ratito a responderlas...