Yo en la caracterización del “rol o papel” profesional (1a parte)

Yo en la caracterización del “rol o papel” profesional (1a parte)

Algo que todos debemos conocer y entender es que todos somos “personajes” con una imagen que construir, vender, consolidar y posicionar.

Primero debemos decidir cómo queremos ser para sentirnos bien y realizar nuestros objetivos personales/profesionales; es decir, yo tengo que tener muy claro quién es el que “yo quiere ser y proyectar”. Es algo así como: soy una mujer/hombre segura(o), entonces según mis parámetros, cómo es una mujer/hombre segura(o) y qué necesito para consolidar esa imagen, tanto para mí como para los demás. Por ejemplo, si a mí la ropa me hace sentir seguro, entonces le tengo que poner cuidado al asunto, si es el pelo, la barba, los zapatos, el vestuario, la forma de hablar, el léxico, etc. Igual pasa si deseo ser y mostrarme como una persona profesional, culta o artista, cada quien tiene un perfil y cada uno sabe cómo quisiera que se viera y percibiera ese perfil.

Hay una frase que utilizamos mucho en mercadeo: la señora del alcalde no solo debe serlo sino aparentarlo.

Una ilustración de esto puede ser un travesti que quiere mostrar una imagen de femenino y se concentra en una serie de detalles para incorporar femineidad tanto en su apariencia física como en su comportamiento. Igual pasa cuando queremos sentirnos y mostrarnos como ejecutivos y/o profesionales en nuestra labor o desempeño, debemos poner atención a una cantidad de detalles que nos hacen sentir y mostrarnos como profesionales para nuestra rol.

Visualicemos un médico, pensemos en cuáles características hacen que yo me sienta cómodo, seguro y confiado, digo yo porque cada uno de nosotros tiene una definición propia, entonces pensemos en cuáles características me permiten a mí creer y sentir respeto por un profesional de la medicina: su forma de hablar, el léxico que usa, su vestimenta, su aspecto físico corporal, su uniforme, la limpieza y cuidado de sus manos, su olor…por ejemplo, usted no esperaría ver a su médico con uñas sucias, con joyas ostentosas, pelo y barba descuidadas…pero igual nos pasa con cualesquier profesión o actividad: abogado, maestro, contador, empleado bancario, peluquero, conductor, etc. Pocas profesiones ofrecen la libertad del descuido como los mecánicos, albañiles, campesinos, etc.

Tan es importante la apariencia física como la actitud y la forma en que hacemos las cosas que en las capacitaciones de servicio al cliente o ventas telefónicas, siempre se les repite y enfatiza a las personas a cargo, que deben sonreír al hacerlo, y no es que sus clientes/usuarios los estén viendo, es que primero yo tengo que sentirme empático, feliz de servir a la otra persona para que la otra persona me perciba así; y por otro lado, la voz y la entonación no se perciben igual si usted está serio o sonriente porque cuando yo sonrío los músculos de la cara están contraídos hacía atrás y se ofrece una abertura bucal más amplia que si estoy serio, son diferentes y la otra persona lo siente. Igual pasa con el vestuario, si yo me siento vestido de forma apropiada para lo que voy a realizar, eso me va a aportar seguridad en mi comportamiento.

Continuando con el ejemplo de servicio al cliente y ventas telefónicas o por internet no visual, se recomienda a estas personas que se vistan con el rigor apropiado para que se sientan seguras en lo que van a realizar, es muy difícil que usted sin bañarse o lavarse los dientes, en pantaloneta y en camiseta se sienta apropiadamente para atender a un cliente que no lo ve, porque su subconsciente ya tiene una programación de infancia y social y todos tenemos unas presentaciones físicas preconcebidas para todo: policías, bomberos, médicos, enfermeras, farmaceutas, peluqueros, conductores, empleados bancarios, empleados de servicio, meseros, correo…hasta de los vendedores puerta a puerta y los testigos de Jehová, entonces, tenemos que buscar qué es lo que en nuestro interior nos hace sentir cómodos y seguros para la labor a desarrollar. De todo esto saben muy bien los actores, porque ellos buscan incorporar en su presentación física y su comportamiento todos aquellos elementos que los hacen sentir y proyectar lo que ellos y/o el director quieren hacer sentir en su público.

Cuando usted va a un restaurante, un hospital u oficina, usted ve y siente la buena o mala predisposición de la persona que lo atiende por su apariencia física como por su actitud, y la actitud se aprecia en la forma de mirar, de hablar, de comportarse.

Es muy importante tener claro, como lo venimos mencionando, que cada uno de nosotros en nuestro tiempo y desempeño laboral asumimos un comportamiento y una presentación acorde con el trabajo a desarrollar, pero en nuestra esencia, en nuestra vida personal, somos la persona que somos, es decir, puede que en mi cotidianidad yo diga palabras soeces, me enoje con mi familia o amigos, esté en casa con ropa vieja y hasta acabada, no me afeite, etc., pero en mi trabajo, en mi versión pública no está bien, no es apropiado y no es estratégico expresarnos, comportarnos y mostrarnos de dicha manera.

No estoy hablando de que yo tengo que perder mi identidad para asumir un rol, no es eso, estoy hablando es de cómo “yo me visualizo” en esa identidad que quiero proyectar, porque yo debo saber qué quiero ser, cómo proyectarme, cómo construirlo y cómo posicionarme en mi papel, en mi rol...porque yo tengo que representar el papel de mi vida profesional.

Gabriel J. Rodríguez

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