Yo no vendo pólizas, yo protejo inocentes.
En esta frase lo que más me llamó la atención fue la visión que tiene Joe Jordan sobre la responsabilidad de tener y vender un seguro de vida.
Un seguro de vida es un bien intrínseco, no se mide por el dinero que se gana, sino por el tamaño del problema que resuelve.
No existe ninguna otra profesión en el mundo que resuelva problemas tan grandes como estos:
- Proteger los inocentes cuando alguien muere prematuramente para que ellos tengan paz.
- Proporcionar una jubilación sin preocupaciones con una cantidad suficiente de dinero para poder mantener su independencia.
- Proteger el patrimonio de las personas cuando padecen una enfermedad.
- Dejar un legado en caso de muerte.
Esto, estimados colegas de la industria es colocar un sentido en tu vida y en la vida de las personas.
En la entrevista, debemos preguntar al prospecto qué siente en relación a eso y no qué piensa, porque al preguntarle qué piensa estamos pidiendo una respuesta, una decisión, en cambio al preguntarle qué siente, estamos conectándonos a ellos.
Tener entrevistas iniciales, entrevistas de cierre no son una oportunidad y si una responsabilidad porque nosotros hacemos que las personas protejan sus familiares, es algo extraordinario.
A nadie le gusta pensar que se va a morir, entonces, tenemos que entender el rechazo de la persona a ese hecho.
Cuando mostramos una proyección, tenemos que lograr que la persona sienta cómo va a ser su futuro. Esa herramienta financiera que preparamos, le va a garantizar ese futuro.
Vinimos y estamos para proteger a los seres queridos de nuestros clientes, nunca nos olvidemos que personas inocentes se verán afectadas por las decisiones tomadas o ignoradas.