Usuario invitado
7 de agosto de 2022
Para entender la estancia hay que saber que este hotel se fundó como escuela de hostelería en los años 60, en pleno desarrollismo franquista. Y desde entonces no se ha hecho una reforma. Así que para entender el concepto es lo que todos conocemos como calidad de residencia de estudiantes / colegio mayor. El edificio está viejo, las habitaciones son espartanas a tope y los baños son del año de la tos. ¿Por qué entonces le doy cuatro estrellas? Localización inmejorable. Personal amable. Muchísima flexibilidad con los perros, en la práctica como si estuviesen en casa. Limpieza total, y muy buen servicio de habitaciones. En resumen, no es para ti si necesitas un hotel recién reformado en el que hacerte fotos para Instagram. Si quieres un verano tranquilo a la vieja usanza, no lo dudes. Ah!! Y rodeado de restaurantes buenísimos en el pueblo.