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Document 51999AR0115
Opinion of the Committee of the Regions on 'The European Commission's Communication 'Sustainable urban development in the European Union: a framework for action''
Dictamen del Comité de las Regiones sobre la Comunicación de la Comisión Europea «Marco de actuación para el desarrollo urbano sostenible en la Unión Europea»
Dictamen del Comité de las Regiones sobre la Comunicación de la Comisión Europea «Marco de actuación para el desarrollo urbano sostenible en la Unión Europea»
cdr 115/99 FIN
DO C 293 de 13.10.1999, p. 58
(ES, DA, DE, EL, EN, FR, IT, NL, PT, FI, SV)
Dictamen del Comité de las Regiones sobre la Comunicación de la Comisión Europea «Marco de actuación para el desarrollo urbano sostenible en la Unión Europea» cdr 115/99 FIN -
Diario Oficial n° C 293 de 13/10/1999 p. 0058
Dictamen del Comité de las Regiones sobre la Comunicación de la Comisión Europea "Marco de actuación para el desarrollo urbano sostenible en la Unión Europea" (1999/C 293/12) EL COMITÉ DE LAS REGIONES, vista la Comunicación de la Comisión al Consejo, al Parlamento Europeo, al Comité Económico y Social y al Comité de las Regiones por la que se establece un "Marco de actuación para el desarrollo urbano sostenible en la Unión Europea" [COM(1998) 605 final]; vista la decisión de la Comisión del 4 de noviembre de 1998 de consultarle en esta materia, conforme al primer párrafo del artículo 198 C del Tratado Constitutivo de la Comunidad Europea; vista la decisión de su Mesa del 15 de julio de 1998 de atribuir la preparación del dictamen a la Comisión 4 (Comisión de Ordenación del Territorio, Política Urbana, Energía y Medio Ambiente); visto el proyecto de dictamen (CDR 115/99 rev. 1) aprobado por la Comisión 4 el 16 de abril de 1999 (ponentes: Sra. Powell y Sra. Siitonen), ha aprobado el presente Dictamen en su pleno de los días 2 y 3 de junio de 1999 (sesión del 3 de junio) por unanimidad. 1. Introducción 1.1. El Comité de las Regiones acoge favorablemente el progreso de la política urbana logrado en el Marco de actuación y se congratula especialmente al comprobar cómo dicha política avanza tan rápidamente tras la anterior Comunicación "Hacia una política urbana para la Unión Europea". La última Comunicación, "Marco de actuación para el desarrollo urbano sostenible en la Unión Europea", representa un importante paso adelante en el reconocimiento de la importancia de las zonas urbanas y en la coordinación de la política y de las actuaciones urbanas dentro la UE. El Comité de las Regiones también apoya y acoge favorablemente el enfoque integral de la política urbana expuesto en el Marco de actuación. Este Marco constituye un paso positivo para lograr el desarrollo de un enfoque de la política urbana verdaderamente integral. El Marco conducirá a la política urbana de la UE al próximo siglo y servirá como guía en la configuración de la futura política urbana. No obstante, las actuaciones en el ámbito de la política urbana no deben llevar a una ampliación de competencias de la UE. 1.2. El reconocimiento del papel central que desempeñan las pequeñas y grandes ciudades y las zonas urbanas, así como de la importancia de la política urbana en la agenda de la UE es el resultado de muchos años de trabajo, especialmente por parte de las autoridades locales y de las organizaciones que las representan. El propio CDR se ha manifestado a favor de tal reconocimiento, por ejemplo en su dictamen sobre "El desarrollo urbano y la Unión Europea" (1995), en el que señalaba la necesidad de una mayor dimensión urbana en las políticas de la UE, y en su dictamen sobre la Perspectiva Europea de Ordenación del Territorio (PEOT), que insiste en el papel vital que desempeñan las ciudades en el dinamismo económico de las regiones y la competitividad de la Unión Europea. El Comité de las Regiones acoge con especial satisfacción el reconocimiento por parte de la Comisión del papel decisivo que desempeñan las ciudades en la aplicación de los principales objetivos de la UE, es decir, la cohesión económica y social, el empleo, la competitividad y la sostenibilidad medioambiental. El reconocimiento del papel de las ciudades en este proceso demuestra la necesidad de una participación activa de las autoridades locales y regionales en toda futura formulación de políticas, e implica que las ciudades -y las organizaciones e instituciones que las representan- deberían participar en el proceso como auténticos socios. 1.3. El Marco de actuación fomenta una estrategia integral y de amplia base para el desarrollo de las pequeñas y grandes ciudades, y examina algunos de los más recientes programas y documentos de trabajo de la UE relativos a las zonas urbanas. Al mismo tiempo, no obstante, el Marco ha logrado evitar largas listas de asuntos concretos y expone sus contenidos, en aras de la claridad, en cuatro amplios apartados. La estructura del Marco es clara y accesible, y el Comité de las Regiones felicita a la Comisión por haber elaborado un documento tan accesible y útil. 1.4. Sin embargo, el Marco de actuación constituye sólo un primer paso. La Comisión y los Estados miembros deben garantizar que tras las recomendaciones del Marco se lleven a cabo actuaciones reales y, en particular, la aplicación de su contenido durante el nuevo período de programación de los fondos estructurales que va del año 2000 al 2006. Igualmente, ahora que la Comisión ha producido un documento tan valioso -que constituye, de hecho, un Libro Verde-, debería dar el siguiente paso y elaborar un Libro Blanco que conduzca a la política urbana hasta el siglo que viene. El Comité de las Regiones espera asimismo que las recomendaciones para el trabajo de seguimiento se presenten con rapidez y eficacia, y solicita encarecidamente a la Comisión que determine los recursos necesarios para que así sea. 1.5. El Comité desea hacer hincapié en que en el Marco de actuación se proponen medidas sobre las que, en parte, actualmente no se puede tomar una decisión sobre si reúnen los requisitos del artículo 3B del Tratado CE. Deberá examinarse en cada caso si se respeta el principio de subsidiariedad una vez que se hayan concretado mejor las medidas. 2. Observaciones generales 2.1. El concepto vertebrador del Marco es el de un desarrollo urbano sostenible e integral, y el Comité de las Regiones está de acuerdo en que éste debería ser el principio que oriente el desarrollo de la política urbana. El desarrollo sostenible de las pequeñas y grandes ciudades y las zonas urbanas sólo puede lograrse si se considera la competitividad económica, la cohesión social y la sostenibilidad medioambiental como objetivos que se apoyan mutuamente. El estudio sobre Londres ("London Study"), el primero de una serie de estudios sobre ciudades realizados con el apoyo de la Comisión Europea, aborda este tema abogando por: "(...) un reconocimiento de que nuestra calidad de vida estriba en tres dimensiones clave del desarrollo: necesitamos adaptarnos a la capacidad del medio ambiente de proporcionarnos energía; necesitamos mantener una economía que sea innovadora, competitiva y productiva; y necesitamos un desarrollo que no erosione la cohesión social ni socave a las familias y las comunidades locales." 2.2. El Marco de actuación reconoce claramente la necesidad de esta integración de las políticas, tanto vertical como horizontalmente. Los cuatro objetivos independientes que establece el Marco, junto con los objetivos de política urbana que se basan en ellos, configuran un marco de actuación claro y global. El papel estratégico desempeñado por las ciudades, grandes y pequeñas, y las zonas urbanas europeas merece un mayor reconocimiento en la formulación de la política de la UE, y es importante que se lleven a cabo más investigaciones para ayudarnos a entender la posición y las perspectivas de futuro de las ciudades, grandes y pequeñas, y las zonas urbanas de Europa. Cuando el 80 % de los ciudadanos de la UE vive en ciudades, grandes y pequeñas, y zonas urbanas, éstas deben desempeñar un importante papel en el acercamiento de la Comunidad a los ciudadanos. En términos de gestión urbana, ello significa que las asociaciones y la potenciación de los municipios deben ser práctica corriente en los proyectos financiados por la UE, desde la fase de planificación hasta la de aplicación. Esto debería reconocerse en mayor medida en el documento del Marco de actuación. Además, la Comisión debería tener más en cuenta la diversidad de las ciudades y sus características específicas. 2.3. La cultura no se incluye entre los objetivos de las políticas o los retos del Marco de actuación. En opinión del Comité de las Regiones, la cultura resulta sumamente importante, tanto como sector de crecimiento como para el bienestar general de una ciudad, y es necesario integrarla como parte de la política urbana de la UE. La cultura tiene una gran importancia económica para las ciudades; la industria cultural es uno de los sectores que están creciendo con mayor rapidez. Las ciudades son las portadoras de los valores, la tradición cultural y la identidad de Europa, así como las transmisoras de este patrimonio a las generaciones futuras. El mantenimiento de la cultura y la identidad de Europa debería ser, junto con la cohesión y el desarrollo sostenible, uno de los objetivos primordiales de la política urbana europea, y un objetivo para toda la UE. La inclusión en el Quinto Programa Marco de IDT de "La ciudad del mañana y su patrimonio cultural" como acción clave constituye una señal importante. Por primera vez en un Programa Marco de IDT de la Comisión se menciona a las ciudades explícitamente. 2.4. El Marco de actuación examina los retos que plantea la globalización fundamentalmente desde la perspectiva de la economía y el empleo urbano. La globalización significa para las ciudades tanto posibilidades como amenazas, y tanto competencia como cooperación. Un aspecto importante de la globalización que no se debate en el Marco es el de la urbanización y las migraciones. El proceso de urbanización continúa en todo el mundo, mientras que los asuntos relacionados con las migraciones, tanto dentro de la UE como desde el exterior, seguirán teniendo una importancia crucial en el próximo siglo. Los desafíos que plantea el crecimiento urbano -la provisión de alojamientos, por ejemplo- también deberían ser examinados en el contexto de la política urbana de la UE. 2.5. La Comisión debería hacer especial hincapié en la importancia de adoptar un enfoque integral que abarque todos los sectores en las actuaciones de política urbana y que pueda resultar más eficaz que el procedimiento estrictamente sectorial que todavía se aplica a nivel de la Unión Europea. 3. Acrecentar la prosperidad económica y el empleo en las pequeñas y grandes ciudades 3.1. Las tradiciones culturales de las ciudades europeas, junto con la fuerza intelectual de las universidades urbanas, ofrecen posibilidades todavía sin explotar para la política de innovación. Desde el punto de vista de la competitividad de Europa en su conjunto, la cuestión central es cómo puede transformarse el potencial de innovación de las ciudades europeas en creatividad práctica que genere nuevos productos y servicios. El Comité de las Regiones opina que la política urbana de la UE debe apoyar enérgicamente el papel de las ciudades como centros de innovación y creatividad. En este contexto, las políticas de innovación e investigación y desarrollo de la UE, y particularmente la acción relativa a "La ciudad del mañana" del Quinto Programa Marco, desempeñan un papel clave. 3.2. El Comité de las Regiones destaca que esto no significa en modo alguno abandonar el objetivo del desarrollo equilibrado de las ciudades de diferentes tamaños. La vitalidad de los centros de innovación se extenderá a otros centros y a las regiones que rodean las ciudades por medio de las conexiones en redes de datos y la cooperación. A este respecto, es importante que las ciudades dispongan de conexiones cada vez más funcionales con su entorno rural. El trabajo a distancia en las zonas rurales, que se ha hecho posible gracias a las nuevas tecnologías de las comunicaciones, constituye un ejemplo del uso de las conexiones en redes de datos. El refuerzo de esta interacción es una piedra angular de la política urbana. La dimensión urbana debe ser una parte integral de la reforma de los fondos estructurales. Debería aplicarse a las zonas del Objetivo n° 1 y también a las de los otros objetivos, ya que a menudo son las pequeñas y grandes ciudades las que actúan como motores del desarrollo económico de toda una región. En el nuevo programa del Objetivo n° 2 convendría reforzar la dimensión urbana y mejorar la complementariedad entre ámbito rural y urbano, a fin de favorecer un verdadero desarrollo integrado del territorio. 3.3. Según el Marco de actuación, los fondos estructurales constituyen el instrumento más importante de la UE para promover la prosperidad y el empleo. La ayuda debería prestarse de acuerdo con un enfoque integral. Las acciones y los programas deben constituir una combinación flexible de medidas y responder a los retos que afronta actualmente cada ciudad. En opinión del Comité de las Regiones, la propuesta de la Comisión apunta en la dirección correcta. Se atiene en lo fundamental al principio de subsidiariedad y, si se utiliza adecuadamente, ofrece posibilidades de reforzar la autonomía local y apoyar la cooperación. 3.4. En términos generales, debe abordarse el problema de los recursos. Las ciudades actuales afrontan muchos de los problemas y desafíos más difíciles de la cohesión económica y social. Para alcanzar la cohesión económica y social, resulta crucial que las ciudades reciban un cuota justa de recursos. Ello demostraría que existe un compromiso real de solucionar los problemas de las ciudades. La Comisión Europea y los Estados miembros, en particular, deben garantizar una distribución más justa de los recursos de los fondos estructurales en favor de las áreas urbanas. 3.5. La mejora de la situación del empleo constituye una de las cuestiones más candentes para las pequeñas y grandes ciudades de Europa. Para el éxito de las estrategias del Objetivo n° 3 y en favor del empleo, resulta esencial una gestión urbana integral. Es muy importante que el crecimiento del empleo sea uno de los objetivos clave de la Unión. El Marco de actuación destaca la necesidad de dar una mayor dimensión urbana a los programas de empleo de la UE. El Comité de las Regiones considera importante que el reto del desempleo de larga duración, concentrado en las ciudades, reciba mayor atención que en el pasado en la coordinación de las actuaciones de la UE en favor del empleo. Este punto de vista no se recoge en el documento que ahora presenta la Comisión. Dentro del marco del nuevo Objetivo n° 3 en la reforma de los fondos estructurales, debe ponerse de relieve la dimensión urbana, y el punto de vista urbano debe incorporarse a los programas de empleo que están siendo elaborados por los Estados miembros y la Comisión. 3.6. Las ciudades están desempeñando un papel especialmente crucial en el desarrollo de la sociedad de la información. En primer lugar, las innovaciones en nuevas tecnologías que ofrecen el potencial para nuevas fuentes dinámicas de sustento y empleo tienen origen en las ciudades. En segundo lugar, las ciudades, mediante el uso de nuevas tecnologías, pueden mejorar los servicios públicos en ámbitos como los servicios sociales, de salud o de educación con el fin de lograr una reducción real de la exclusión social. En tercer lugar, las redes de datos permiten obtener una respuesta directa de los residentes en las ciudades, y ofrecen un potencial para reforzar la democracia local. Además, las redes de datos ofrecen oportunidades para impulsar la interacción entre las zonas rurales y las urbanas. El Comité de las Regiones opina que todavía no se ha estudiado adecuadamente la naturaleza de política urbana que tienen estos retos. Deben estudiarse las conexiones entre política urbana y política de sociedad de la información, lo que debería servir para acercar entre sí estos dos sectores de actuación. 3.7. La aplicación de los objetivos del Marco de actuación requerirá una promoción activa de las innovaciones y una "ciudad de la formación". La formación a lo largo de toda la vida se convertirá en una necesidad para que se hagan realidad la competitividad económica, una sociedad justa, el desarrollo sostenible y una administración funcional. Proporcionar la formación y las competencias necesarias para los residentes y para las personas que trabajan en las ciudades constituye una condición previa básica para la prosperidad y la competitividad de las ciudades. Debería destacarse más claramente que la formación es uno de los principios básicos de la política urbana. Debe prestarse especial atención a las medidas de la UE que apoyan los sistemas de datos, la investigación y las evaluaciones y comparaciones internacionales de la actividad innovadora en las ciudades. Deben activarse, por un lado, las redes de cooperación entre ciudades y, por otro, las universidades y las instituciones culturales y de investigación. 4. Fomentar la igualdad, la integración social y la regeneración en las zonas urbanas 4.1. El Comité de las Regiones acoge con satisfacción el objetivo de la Comisión de abordar la exclusión social persiguiendo objetivos integrales. La integración de la equidad social, la competitividad económica y la protección y el mantenimiento del medio ambiente resulta clave para lograr una regeneración sostenible. El Comité de las Regiones solicita encarecidamente a la Comisión que este compromiso por la regeneración urbana sostenible vertebre todas sus actividades. 4.2. La exclusión social, aunque sea más visible y se encuentre más concentrada en nuestras pequeñas y grandes ciudades, no es un problema exclusivo de las zonas urbanas. No obstante, es en nuestras pequeñas y grandes ciudades donde observamos las formas más graves de exclusión económica y social. En muchas regiones que son, por lo demás, ricas, existen bolsas de la más absoluta penuria que reflejan las marcadas divisiones entre los socialmente excluidos y los integrados, reconocidas por la propia Comisión. En el primer informe de la UE sobre la cohesión económica y social se describía así esta tendencia: "... La coexistencia dentro de las ciudades de áreas que cuentan con actividades de un elevado valor añadido o con residentes de renta alta junto con otras de renta baja, elevado paro, gran dependencia de las prestaciones asistenciales y hacinamiento y malas viviendas se ha convertido en un fenómeno cada vez más común en toda Europa." 4.3. En sus propuestas para las nuevas prioridades del Objetivo n° 2, entre las que se incluyen las zonas urbanas con dificultades, la Comisión ha reconocido la existencia de zonas de grave penuria en el interior de ciudades que son, por lo demás, prosperas. Las recientes estadísticas de Eurostat sobre el PIB ofrecen un ejemplo sorprendente al respecto, con algunas ciudades que tienen una puntuación muy alta en la tabla pero contienen algunos de los distritos municipales en peor situación en el conjunto de la UE. 4.4. Muchos de nuestros ciudadanos más desfavorecidos se encuentran afectados por múltiples niveles de penuria y pobreza: viven en alojamientos inadecuados, están desempleados y tienen pocas o ninguna perspectiva de conseguir un empleo, y no están cualificados. En algunos grupos sociales estos problemas son todavía más agudos; las minorías étnicas, por ejemplo, se encuentran entre los grupos que sufren las formas más graves de penuria dentro de la UE. Esta penuria múltiple es la que requiere un enfoque coordinado de políticas por parte de la UE y los Estados miembros. La no discriminación, tal como se describe en el artículo 13 del Tratado de Amsterdam, debe estar presente en todas las políticas para ser verdaderamente eficaz. 4.5. El desarrollo de soluciones para salir de la exclusión -vías hacia el empleo- es un principio fundamental de la gestión urbana. A fin de establecer vínculos con el resto de la economía, las "regiones urbanas funcionales", identificadas por primera vez por el Comité de las Regiones, constituyen un elemento esencial para abrir el acceso a las oportunidades de empleo en toda una región. Dicho concepto debería ser estudiado en mayor profundidad y ser tomado en consideración en el documento como territorio de referencia de intervenciones. La Comisión debería examinar también la interdependencia y la complementariedad entre ciudad y regiones, así como la necesidad de unas relaciones armoniosas entre ellas. El Comité de las Regiones apoya plenamente la intención de la Comisión, expuesta en las nuevas orientaciones para el próximo período de programación 2000-2006 para los fondos estructurales y el Fondo de Cohesión, de abordar específicamente las necesidades de las zonas urbanas. Éste será uno de los medios más eficaces de garantizar que existe un enfoque estratégico para abordar las necesidades de las zonas urbanas en cada región. 4.6. El Comité de las Regiones reconoce la necesidad de un enfoque basado en la cooperación para encontrar soluciones. Esta cooperación debería abarcar tanto los niveles de toma de decisiones horizontales como los verticales, garantizando la complementariedad de las medidas adoptadas a nivel de la UE y de los Estados miembros. Existe, además, un reconocimiento creciente de que la cooperación a nivel local es la clave para lograr una regeneración sostenible y garantizar una sociedad más integradora. La iniciativa comunitaria de la Comisión Urban fue creada específicamente para impulsar un enfoque comunitario a la hora de abordar el problema de la exclusión económica y social. El Comité de las Regiones acoge con satisfacción el desarrollo de este principio, que subyace ahora a la nueva prioridad del Objetivo n° 2 de abordar los problemas estructurales de las ciudades y aglomeraciones urbanas, por una parte, y, por otra, de las zonas rurales. Además, el Comité acoge con satisfacción la iniciativa propuesta por el Parlamento Europeo de continuar el programa comunitario Urban. 4.7. El Marco de actuación reconoce la necesidad de un planteamiento zonal en las actuaciones que implique activamente a todos los sectores de la sociedad en la consecución del cambio y el cumplimiento de estos objetivos. En apoyo del enfoque cooperativo, el Comité de las Regiones insta a la Comisión a tener en cuenta que una auténtica creación de capacidades en la cooperación, fundamental para la aplicación con éxito de los programas locales, requiere tiempo, y que debe reconocerse la necesidad de recursos para apoyarla. 4.8. El Comité de las Regiones acoge favorablemente el énfasis puesto en todo el documento del Marco urbano en la necesidad de intercambiar el "saber hacer" y la experiencia. El Comité desea poner de relieve, no obstante, la importancia de la participación de las autoridades locales y regionales, responsables de la aplicación de las políticas nacionales y de la UE y poseedoras de una rica competencia sobre la que apoyarse. 5. Proteger y mejorar el medio ambiente urbano: hacia una sostenibilidad local y mundial 5.1. El Comité de las Regiones opina que, tanto en términos de objetivos como de medidas, la parte dedicada al medio ambiente urbano es bastante amplia y se centra en las cuestiones esenciales. Luchar por un desarrollo sostenible y reducir la repercusión medioambiental negativa de las actividades urbanas se considera con razón el objetivo primordial. Los otros objetivos cubren los principales desafíos a los que afronta el medio ambiente urbano. Las ciudades ocupan una posición central en la aplicación de estos objetivos. Esto representa un gran reto para las ciudades. Lo más importante es la integración de la política medioambiental en las otras políticas y en todos los niveles de la administración (local, regional, nacional, UE). Las principales direcciones generales de la UE y los Gobiernos de los Estados miembros deben armonizar sus políticas para garantizar el mayor beneficio múltiple. 5.2. La mejora del medio ambiente en las zonas urbanas requiere una gestión renovada de los recursos del ecosistema urbano. Cabe citar al respecto el agua y el saneamiento, la recogida selectiva y la valorización de los desechos, la búsqueda de ahorro de energía y la mejora de los transportes colectivos multimodales y menos contaminantes. Las normas de calidad del medio ambiente sobre aire, agua, etc., pueden contribuir de forma activa a orientar el desarrollo hacia sistemas sostenibles. 5.3. Desde el punto de vista de la mejora del medio ambiente urbano, las actividades de la UE destinadas a racionalizar la aplicación de la legislación medioambiental de la Unión tienen una especial importancia. La UE debe trabajar con las pequeñas y grandes ciudades en una fase temprana de la preparación de la nueva legislación para garantizar la aplicación y el cumplimiento de las directivas. Tener en cuenta la dimensión urbana significa que las nuevas actuaciones se planeen en cooperación tanto con representantes de la administración local como con otras partes interesadas. La propuesta de actuación en cuestión debe obtener un apoyo completo. En la preparación de las directivas, debe quedar suficientemente claro el impacto de éstas a nivel local y deben tenerse siempre en cuenta las características locales específicas. 5.4. Las cuestiones relacionadas con el transporte se cuentan en todas partes entre las más importantes cuestiones medioambientales. El crecimiento constante del tráfico rodado no es compatible con el principio del desarrollo sostenible. En particular, la mejora del transporte público y un aumento sustancial de su cuota de mercado son factores decisivos. Para ello serán necesarias actuaciones y un enfoque integral en todos los niveles de gobierno. Además de medidas destinadas a conseguir una estructura comunitaria local más compacta, la UE debería desarrollar medidas de orientación económica, con el fin, por ejemplo, de favorecer y apoyar el transporte público para garantizar su competitividad. Por medio de acuerdos voluntarios, la UE está promoviendo el desarrollo de productos en tecnología automovilística con el fin de reducir las emisiones de los vehículos. El programa Auto-oil tendrá un impacto en la calidad del combustible en los próximos años. La UE debe continuar y ampliar este tipo de actividades de forma coherente. Las pequeñas y grandes ciudades deben aprovechar la oportunidad para promover el uso de los más avanzados vehículos y motores ecológicos por medio de iniciativas como Alter. 5.5. En los próximos años, la entrada en vigor del Protocolo de Kioto supondrá un considerable reto medioambiental. Desde el punto de vista de las ciudades, la vinculación de la planificación del transporte público con la política de uso del suelo es un medio importante para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero. 5.6. En relación con los contratos públicos, las ciudades pueden y deben servir de ejemplo para otros. El importante poder adquisitivo de las autoridades locales y regionales desempeñará un papel central. El objetivo debe ser una política "verde" de adquisiciones y la promoción del concepto del ciclo de vida de los productos. Por desgracia, las políticas medioambiental y de mercado interior resultan a menudo conflictivas entre sí en la práctica. En este contexto son necesarias la voluntad política y la actuación de la UE. La UE puede prestar su apoyo a las pequeñas y grandes ciudades acelerando el desarrollo del Reglamento sobre el sistema comunitario de gestión y auditoría medioambientales (EMAS) y del Reglamento sobre contratación, así como la introducción del etiquetado ecológico mediante la publicación y armonización de los sistemas de etiquetado. Este trabajo requerirá una importante inversión en investigación y desarrollo por parte de la Unión. 5.7. El Comité de las Regiones considera que la participación de los ciudadanos en los procesos de toma de decisiones, incluyendo el diálogo sobre el Programa 21 local, requerirá una mayor conciencia pública de los problemas del medio ambiente. Algo que, a su vez, requerirá la producción de información clara y comprensible sobre las repercusiones de las actividades humanas en el medio ambiente. Los mayores desafíos para el desarrollo sostenible son el comportamiento de los consumidores y los estilos de vida de las personas. Es esencial cambiar las actitudes públicas para la realización de un desarrollo sostenible. Tanto en la formación como en los planes de estudio o en la vida cotidiana, debemos concentrarnos en la perspectiva del desarrollo sostenible. 6. Contribuir a un buen gobierno urbano y a la participación ciudadana 6.1. El Comité de las Regiones apoya completamente el compromiso de la Comisión por fomentar y desarrollar el diálogo con las autoridades locales y regionales sobre la configuración de la política de la UE. Acoge muy favorablemente la propuesta de creación de un grupo de expertos para examinar los progresos en la ejecución del Marco de actuación. El Comité de las Regiones desearía que las autoridades locales y regionales tuvieran una importante representación en este grupo; a menudo son los municipios son los que asumen el liderazgo en el desarrollo de la política urbana. También es esencial garantizar la inclusión en el grupo de quienes participan activamente en la aplicación práctica de actividades de desarrollo y regeneración urbana. El Comité de las Regiones insta a la Comisión a crear este grupo de expertos lo antes posible. 6.2. Es esencial que el grupo de expertos sobre política urbana haga algo más que controlar el Marco. Debería colaborar estrechamente en la configuración de las actuaciones futuras. Las opiniones del grupo de expertos deberían guiar de cerca las iniciativas destinadas a las pequeñas y grandes ciudades, como la iniciativa comunitaria Urban o las actuaciones financiadas por la nueva línea presupuestaria para actuaciones innovadoras prevista en los fondos estructurales. 6.3. El Comité de las Regiones desearía que la Comisión mostrara un mayor compromiso por trabajar en el desarrollo de esta política en estrecha colaboración con el Comité así como con otras agrupaciones europeas, nacionales o regionales de autoridades locales. El Comité de las Regiones desearía en particular que existieran mejores acuerdos interinstitucionales, de forma que el Comité participara desde el principio en los debates sobre el desarrollo de la política. 6.4. El Comité de las Regiones está de acuerdo en que la integración de las políticas debe ser un principio orientativo esencial que se aplique a todos los aspectos de la estrategia y del desarrollo de la política. Por medio de la cooperación y el trabajo en común, los socios pueden reconocer y entender los objetivos de los otros, así como que, por ejemplo, el desarrollo económico se obstaculiza si no se aborda el problema de la exclusión social, o que las mejoras medioambientales requieren a menudo crecimiento para poder obtener financiación. 6.5. El nombramiento de una nueva Comisión y una posible Conferencia Intergubernamental a comienzos del próximo siglo suponen una oportunidad única para que las instituciones europeas evalúen sus sistemas administrativos y de toma de decisiones para coordinar las medidas destinadas a las áreas urbanas. Una reforma positiva podría ser conferir a un miembro de la Comisión la responsabilidad global de coordinar las actuaciones de política urbana. 6.6. El Comité de las Regiones acoge favorablemente el apoyo previsto por la Comisión en el proyecto de Reglamento sobre los fondos estructurales para la financiación continuada de proyectos que fomenten el desarrollo de las capacidades locales. 6.7. La Comisión ha de desempeñar un importante papel en el intercambio de experiencias entre ciudades para apoyar el desarrollo de capacidades locales y aumentar la conciencia sobre el trabajo innovador en el área del desarrollo urbano sostenible. Se debería seguir prestando apoyo a los trabajos en este ámbito, como bases de datos a nivel europeo, programas de formación y premios. 6.8. Un buen gobierno urbano requiere un modelo de ciudadanía avanzado. La apatía electoral y un enfoque de arriba a abajo en el desarrollo de las políticas son incompatibles con el desarrollo de comunidades urbanas sostenibles. 6.9. La Comunidad tiene un papel que desempeñar en el estudio y la difusión de información sobre nuevos modelos de administración urbana y de consulta ciudadana. Se deberían realizar trabajos a nivel europeo para hallar formas eficaces de hacer participar a todos los sectores de las comunidades locales y a las personas social y económicamente excluidas. 6.10. Las autoridades locales y regionales han desarrollado enfoques innovadores, tales como encuestas de opinión pública o grupos y "tribunales de ciudadanos", pero estas acciones se llevan a cabo a menudo de forma aislada. Resulta difícil para las ciudades justificar el uso de recursos escasos para poner a prueba diferentes mecanismos de consulta, por lo que el ensayo de proyectos innovadores y la difusión de información sobre las mejores prácticas constituyen para la UE un papel legítimo y valioso. 6.11. La Comisión Europea debe garantizar la existencia de una participación ciudadana significativa en las iniciativas zonales de regeneración financiadas por la Unión Europea, en particular las intervenciones de los fondos estructurales. La plena participación de las comunidades locales es vital para garantizar la eficacia de las iniciativas de desarrollo económico a la hora de satisfacer las necesidades locales, y para garantizar un beneficio sostenible cuando los programas de financiación lleguen a su fin. 6.12. El Comité de las Regiones acoge favorablemente la propuesta de foros cívicos a nivel europeo para examinar la problemática urbana. Deben realizarse todos los esfuerzos posibles para garantizar que dichos foros sean constructivos y que todos los sectores de la Comunidad estén representados en ellos. 6.13. El Marco promete animar y apoyar a las autoridades locales para que desarrollen indicadores localmente relevantes y lleven a cabo más evaluaciones comparativas, basándose en el ejercicio piloto de evaluación comparativa sobre transportes urbanos. El Comité de las Regiones está realizando actualmente un estudio para desarrollar un abanico limitado de indicadores de calidad de vida que sirva de ayuda en la gestión de la política urbana. El estudio intentará determinar indicadores consecuentes con los datos disponibles y que vayan más allá de las crudas medidas tradicionales de la calidad de vida, basadas en la densidad de población, el PIB y el desempleo. Se insta a la Comisión a que tenga en cuenta los resultados de este estudio en sus futuros trabajos. 7. Conclusiones 7.1. El éxito de una política urbana depende, en última instancia, del propio activismo de las ciudades. Según el principio de subsidiariedad, las políticas urbanas de la UE y de los Gobiernos nacionales deben apoyar y complementar, por naturaleza, las actuaciones propias de las ciudades. En este sentido debe reconocerse el papel de los planes de desarrollo integral impulsados por las regiones urbanas, que son locales y están basados en el autogobierno, como un instrumento clave de la política urbana. 7.2. El Comité de las Regiones hace hincapié en que las ciudades pequeñas y, en especial, las grandes, son instrumentos de crecimiento económico y desarrollo sostenible en toda Europa. La Comisión Europea debería prestar su apoyo a las ciudades para que cumplan con sus responsabilidades hacia las regiones que las circundan. Tanto a las ciudades como a las regiones que las rodean les interesa establecer un diálogo significativo y una interacción. Si se desarrolla mediante un diálogo entre las ciudades y las regiones, la metodología que se presenta en la PEOT puede constituir un instrumento eficaz de coordinación. 7.3. La UE debe introducir la dimensión urbana como un principio orientativo en las políticas sectoriales que son cruciales para el desarrollo urbano sostenible. La propuesta para que continúe el funcionamiento del Grupo Interservicios de la Comisión debe recibir, por tanto, un fuerte apoyo. Las ciudades deben participar en el desarrollo y control de las políticas urbanas como partes activas y ejecutoras de las mismas. 7.4. La información se está convirtiendo en un recurso cada vez más importante para el desarrollo de las pequeñas y grandes ciudades y las zonas urbanas. También a nivel de la Comisión deben aumentar la investigación y la información pública relacionadas directamente con la política urbana. El Proyecto de auditoría urbana es un paso modesto, pero importante, en esta dirección. Ahora bien, es importante que la información urbana no se limite a las grandes ciudades que actualmente se incluyen en la auditoría urbana, sino que se amplíe a las ciudades medianas y pequeñas. Eurostat debe desarrollar un sistema uniforme de estadísticas urbanas. Tanto el control de la situación de las ciudades como la evaluación de las actuaciones que fomentan un desarrollo urbano sostenible carecen de medidas e indicadores acordados en común, algo para lo que la Comisión debería proporcionar ayuda económica. 7.5. Se deben desarrollar de forma progresiva mecanismos y financiación para el intercambio de experiencias y de información entre ciudades, así como para la difusión de las mejores prácticas, de conformidad con los cuatro ámbitos de medidas que establece el Marco de actuación. Ello vale también, cada vez más, para las actividades que traspasan las fronteras exteriores de la Unión. 7.6. Debe apoyarse la propuesta de creación de un grupo de expertos en materia de política urbana. El Comité de las Regiones debe estar representado junto con otras instituciones de la UE en el grupo de expertos que se va a crear. Sólo de esta manera será posible garantizar un enfoque integral de los asuntos urbanos. Las ciudades europeas y las redes de ciudades también deberían estar representadas en este grupo. 7.7. La organización periódica de foros urbanos constituye una forma eficaz de desarrollar y poner de relieve los asuntos de política urbana. Estos foros podrían complementarse con programas de seguimiento a menor escala, que se concentraran por ejemplo en determinados temas, lo que ofrecería la oportunidad de debatir asuntos específicos con mayor detalle y posiblemente más oportunidades para el debate en profundidad y el intercambio de experiencias. 7.8. Una vez que ha elaborado lo que constituye en efecto un Libro Verde, la Comisión debe dar ahora el siguiente paso y elaborar un Libro Blanco urbano para conducir la política urbana al siglo que viene. La preparación de dicho Libro Blanco debe realizarse mediante la colaboración entre las principales partes con un auténtico espíritu de cooperación. Bruselas, el 3 de junio de 1999. El Presidente del Comité de las Regiones Manfred DAMMEYER