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Document 52019AE2909

Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el «Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento para 2019 (Dictamen adicional)» [COM(2018) 770 final]

EESC 2019/02909

DO C 47 de 11.2.2020, p. 113–119 (BG, ES, CS, DA, DE, ET, EL, EN, FR, HR, IT, LV, LT, HU, MT, NL, PL, PT, RO, SK, SL, FI, SV)

11.2.2020   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 47/113


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre el «Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento para 2019

(Dictamen adicional)»

[COM(2018) 770 final]

(2020/C 47/18)

Ponente: Anne DEMELENNE

Decisión de la Mesa del CESE

14.5.2019

Fundamento jurídico

Artículo 32, apartado 1, del Reglamento interno y artículo 29, letra a), de lasNormas de desarrollo del Reglamento interno

Dictamen adicional

Sección competente

unión económica y monetaria y Cohesión Económica y Social

Aprobado en sección

17.10.2019

Aprobado en el pleno

30.10.2019

Pleno n.o

547

Resultado de la votación

(a favor/en contra/abstenciones)

140/3/6

Preámbulo

El presente Dictamen forma parte de un conjunto de dos Dictámenes de seguimiento relativos, respectivamente, al Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento [COM(2018) 770 final] y la Recomendación sobre la política económica de la zona del euro [COM(2018) 759 final]. Su objetivo consiste en actualizar y desarrollar las propuestas anteriores del CESE (1), teniendo en cuenta los últimos acontecimientos y las previsiones económicas para la UE y la zona del euro, así como los diversos informes y recomendaciones publicados en el marco del actual Semestre Europeo. Estos dos Dictámenes constituyen la contribución global de la sociedad civil de la UE a la política económica, social y medioambiental para el próximo ciclo del Semestre Europeo, que se pondrá en marcha en noviembre de 2019. El CESE invita a la Comisión Europea y al Consejo a que tengan en cuenta esta contribución en el contexto del próximo «paquete de otoño» del Semestre Europeo y del consiguiente proceso interinstitucional de decisión.

1.   Conclusiones y recomendaciones

1.1.

El presente Dictamen del CESE constituye un suplemento al dictamen del CESE sobre el Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento para 2019. Tiene en cuenta las recomendaciones específicas por país (2), la Comunicación de la Comisión Europea sobre el Semestre Europeo y las recomendaciones correspondientes del Consejo, y cubre determinados asuntos económicos y sociales relativos al Semestre Europeo de 2019 en mayor profundidad.

1.2.

El déficit de inversiones en la Unión Europea todavía no se ha subsanado. Sigue siendo necesario realizar inversiones públicas y privadas, así como gastos en formación y educación (ya desde la primera infancia), a fin de reforzar la competitividad de las empresas europeas. Este año, las recomendaciones específicas por país hacen el debido hincapié en la inversión. Asimismo, debe prestarse especial atención a las inversiones productivas y a las inversiones en infraestructuras sociales para dar prioridad al crecimiento sostenible, así como a las medidas de aplicación del pilar de derechos sociales.

1.3.

Los Estados miembros deben aumentar sus esfuerzos de reforma estructural. En concreto, en lo que respecta a los países con superávit por cuenta corriente, debe darse respuesta a la cuestión del bajo nivel de cumplimiento del procedimiento de desequilibrio macroeconómico por parte de los Estados miembros, en aras de la estabilidad económica y política en la Unión Europea y la zona del euro. El CESE deplora el desequilibrio entre las recomendaciones generales no específicas en relación con ámbitos importantes como la inversión, las cuestiones sociales y el cambio climático, por una parte, y las metas estratégicas de carácter concreto que se derivan de las reglas presupuestarias, por otra.

1.4.

La situación actual de tipos de interés muy bajos ha permitido liberar fondos en los presupuestos nacionales debido a la reducción del gasto que representan los intereses de los bonos del Estado. Los Estados miembros deberían utilizar estos fondos para incrementar sus inversiones materiales, digitales y medioambientales, así como el gasto en formación y desarrollo de capacidades y cualificaciones, que deberían considerarse como inversiones en recursos humanos y no como costes.

1.5.

En lo que se refiere a las recomendaciones específicas por país en materia social, se acoge favorablemente el papel reforzado del pilar europeo de derechos sociales y el cuadro de indicadores sociales. El Comité anima a la Comisión a que prosiga y consolide esta reorientación en los siguientes ciclos del Semestre Europeo. En caso de que se produjese una desaceleración económica en los próximos años, es importante que los objetivos positivos en materia de política social desempeñen un papel central en el Semestre Europeo y estén en pie de igualdad con otros objetivos macroeconómicos y presupuestarios.

1.6.

El cambio climático se ha convertido en una cuestión central durante el último año y puede reflejarse en mayor medida en el Semestre Europeo. Las recomendaciones para el ciclo del próximo año deberían contener más recomendaciones específicas por país —al menos una por Estado miembro— para luchar contra la amenaza existencial que supone el cambio climático.

1.7.

Es necesario que la fiscalidad favorezca la inversión productiva y el gasto en la economía real. Los ingresos fiscales deberían basarse en otras fuentes distintas de las relacionadas con el trabajo y el consumo sostenible.

1.7.1.

La financiarización de determinados sectores de la economía europea ha supuesto una carga excesiva para las empresas —y sus trabajadores— que crean puestos de trabajo, generan valor añadido y contribuyen a las reservas de capital real. El CESE pide a la Comisión que examine la posibilidad de utilizar el Semestre Europeo para promover la totalidad del valor para las partes interesadas en vez de solo el valor para los accionistas.

1.7.2.

En el marco de las recomendaciones específicas por país del presente año, se han formulado recomendaciones sobre el refuerzo del diálogo social a varios Estados miembros. Al objeto de fomentar la participación de los interlocutores sociales, convendría introducir normas mínimas sobre la consulta de los interlocutores sociales nacionales por parte de los gobiernos nacionales en diferentes fases del proceso del Semestre Europeo.

1.7.3.

La política de la Comisión sobre bienes públicos debería guiarse por el principio de que la privatización de los activos públicos debería excluir aquellos de importancia estratégica y que se gestionan mejor a través del sector público, y no debería suponer una pérdida neta para el Estado debido a su venta en un período económico desfavorable.

2.   Contexto: las prioridades de la Comisión Europea en el Semestre Europeo de 2019 y en las recomendaciones específicas por país

2.1.

Según la Comisión Europea, los Estados miembros han realizado al menos algunos avances en el 40 % de las recomendaciones que se les habían formulado. Desde una perspectiva plurianual, se han realizado al menos «algunos avances» en la aplicación de más de dos tercios de todas las recomendaciones específicas por país (3). La aplicación mantiene una sólida trayectoria en el caso de los servicios financieros, pero cabe señalar que también se han observado ciertos avances en relación con el fomento de la creación de puestos de trabajo permanentes y la lucha contra la segmentación del mercado laboral. Sin embargo, la aplicación sigue siendo limitada y demasiado lenta en ámbitos clave necesarios para la corrección de los desequilibrios macroeconómicos (4).

2.2.

Las recomendaciones específicas por país de 2019 se basan en las conclusiones de los informes por país de 2019 y hacen mayor hincapié en la inversión, con al menos una recomendación relacionada con la inversión para cada Estado miembro.

2.3.

En lo que respecta a la perspectiva macroeconómica, la incertidumbre no ha disminuido. Cada vez en mayor grado, la salida prevista del Reino Unido de la Unión Europea y las «guerras comerciales» mundiales provocadas por Estados Unidos siguen considerándose factores que pueden desembocar en un deterioro del crecimiento económico y el empleo en un futuro próximo. A pesar de que la tasa agregada de desempleo es baja si se compara con la de los dos últimos decenios, varios países no han alcanzado aún los niveles de empleo anteriores a la crisis. Se espera que, este año, el índice de crecimiento del PIB apenas alcance el 1,4 % en la UE y el 1,2 % en la zona del euro (5). Como señaló el Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (6), la inflación en la zona del euro sigue siendo insuficiente en relación con su objetivo (en niveles inferiores, aunque próximos, al 2 % a medio plazo), y se ha puesto de manifiesto que la política presupuestaria tendrá que desempeñar un papel en el apoyo al crecimiento en la zona del euro y la Unión Europea.

3.   Observaciones generales sobre las recomendaciones de la Comisión Europea

3.1.   Inversión

El CESE acoge con satisfacción y respalda firmemente que la Comisión Europea preste especial atención al aumento de la inversión en los informes por país y las recomendaciones específicas por país de este año. En el pasado, el Comité ha abogado en repetidas ocasiones por que los Estados miembros y la Comisión Europea hagan un mayor hincapié en el aumento de la inversión pública y privada y se congratula de ver que se ha puesto en práctica una de sus recomendaciones. En este sentido, la inversión debe ser productiva y sostenible, mientras que debe evitarse la inversión especulativa financiera e inmobiliaria.

3.1.1.

Los objetivos de inversión en el marco de las recomendaciones específicas por país no resultan muy concretos, en consonancia con la práctica de la Comisión de establecer objetivos generales. Sin embargo, aun así esto provoca un desequilibrio, visto que los objetivos presupuestarios son muy concretos, siguiendo las prescripciones de los Tratados. Sigue sin estar claro cómo pueden alcanzarse los objetivos de inversión en países firmemente comprometidos con los requisitos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Como en Dictámenes anteriores, el CESE recomienda, por tanto, que se conceda un papel más destacado a la inversión mediante la introducción de una «regla de oro» en el marco presupuestario europeo (7).

3.1.2.

El Semestre Europeo necesita insistir en mayor medida en el crecimiento sostenible guiado por los objetivos de desarrollo sostenible para 2030 de las Naciones Unidas, tal y como defiende el CESE cuando reclama la elaboración de un Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento Sostenible (8). Es necesario hacer que la inversión en infraestructura sea ecológica y social y que se centre en las energías renovables, como prevé por otra parte la nueva Comisión. Esto debería reflejarse todavía más en el Semestre Europeo. Inspirado por el énfasis que se pone en la inversión en las recomendaciones específicas por país de este año, el CESE propone que la Comisión Europea y el Consejo evalúen si las recomendaciones por país no deberían contener al menos un objetivo concreto ambicioso por Estado miembro para reducir de forma sustancial las emisiones de gases de efecto invernadero hasta que se supere el desafío climático potencialmente catastrófico. En este contexto, el CESE acoge con satisfacción que el BCE haya invertido en bonos verdes en el marco de su programa de adquisición de activos (asset purchase programme, APP) en el sector privado, y considera que el BCE debería mantener y ampliar este compromiso cuando reanude las compras netas, así como durante la fase de reinversión del programa.

3.1.3.

En lo que respecta a las necesidades específicas de inversión, el CESE pide a la Comisión Europea y los Estados miembros que presenten un plan concreto encaminado a aumentar la inversión pública y privada a fin de subsanar algunas de las deficiencias detectadas en ámbitos que son importantes para asegurar el futuro económico y social de Europa y mantener la competitividad frente a China y los Estados Unidos, como inversiones en tecnología de la información e inteligencia artificial (investigación, desarrollo, incluidas las infraestructuras informáticas). También es necesario incluir en estas inversiones los gastos necesarios en áreas como la educación, la formación profesional, la mejora de las competencias y la movilidad, así como el fomento del ahorro de energía en la industria y el transporte, por ejemplo mediante el desarrollo y la utilización de la red ferroviaria. Estos gastos deberían contar con un mayor apoyo de los Fondos Estructurales, lo que favorecería la competitividad y permitiría abordar la escasez de mano de obra cualificada, que se reconoce en toda la UE como uno de los obstáculos a la inversión (9).

3.1.4.

El Comité considera que existe margen para definir objetivos y prioridades estratégicas más concretos cuando se trata de alcanzar los objetivos generales fijado por el Consejo Europeo. Aunque los indicadores de la Estrategia Europa 2020 eran excesivamente sumarios, es necesario concretar las prioridades generales aprobadas por el Consejo y extenderlas a otros ámbitos políticos. Por consiguiente, el CESE pide al Consejo y a la Comisión que elaboren una estrategia a largo plazo para 2030, que debería tenerse en cuenta en las recomendaciones específicas por país de 2020 (10). Dicha estrategia a largo plazo debería incluir una visión para una economía de bienestar en la Unión Europea que prevea una mayor inversión en actividades productivas, una mejor educación, cualificaciones, competencias y formación, protección social y atención sanitaria, ahorros energéticos, viviendas asequibles y promoción de la igualdad entre hombres y mujeres.

3.2.   Desequilibrios de la balanza por cuenta corriente

3.2.1.

El Comité acoge favorablemente que la Comisión Europea preste atención a los países con superávit en la balanza por cuenta corriente, ya que constituyen un importante problema macroeconómico de la zona del euro y la Unión Europea. A pesar de que los países que registraban en el pasado un déficit de la balanza por cuenta corriente han logrado corregirlo, los países con superávit por cuenta corriente siguen mostrándose reticentes a tomar medidas políticas significativas para aumentar la demanda interna, por ejemplo el aumento de la inversión pública, la subida de los salarios, el aumento del gasto público o la reducción de los impuestos, al objeto de reducir sus superávits. La mejor manera de rebajar los impuestos es pasar de la fiscalidad del trabajo y el IVA a otras fuentes de ingresos fiscales. Sin embargo, cualquier posible reducción de la carga fiscal sobre el trabajo no debería afectar a las cotizaciones de la seguridad social, dado que estas aportan una contribución importante a los sistemas sanitarios, las pensiones, los seguros de accidente, el desempleo y otras modalidades de protección social.

3.2.2.

Vista la persistente falta de voluntad de los países con superávit por cuenta corriente de ampliar adecuadamente su propia demanda interna, los países con déficit por cuenta corriente sufren una falta de demanda. El procedimiento de desequilibrio macroeconómico (PDM) consigue poner de manifiesto el problema, pero no va acompañado de ningún poder de ejecución. Por tanto, la aplicación de las recomendaciones específicas por país es particularmente insuficiente en el caso de las recomendaciones relativas al PDM (11). El CESE pide al Consejo Europeo que coordine una estrategia macroeconómica con el fin de lograr un aumento de la demanda interna en los países con superávit de la balanza por cuenta corriente y, de este modo, reducir los superávits nacionales por cuenta corriente que conforman el superávit por cuenta corriente de la zona del euro. Dentro de esta estrategia, los países con superávit por cuenta corriente deben contraer un compromiso creíble de reducir sus superávits de manera permanente y sostenible.

3.2.3.

A medida que el instrumento presupuestario de la zona del euro ha ido cobrando forma concreta en las recientes negociaciones, se ha vuelvo evidente que el Consejo Europeo no ha conseguido acordar un presupuesto de la zona del euro significativo con una función de estabilización. El CESE se muestra preocupado por que el marco macroeconómico a nivel europeo sea inadecuado para lidiar con una futura crisis, en caso de que se materializasen los riesgos a la baja para el crecimiento económico. El CESE pide al Consejo Europeo que prepare una respuesta eficaz en materia de política presupuestaria por parte de los Estados miembros a una posible recesión, así como una respuesta en materia de política monetaria por parte del Banco Central Europeo.

3.3.   Política presupuestaria, deuda pública y fiscalidad

3.3.1.

La reevaluación del riesgo de los bonos del Estado durante la crisis de la zona del euro ha introducido un factor adicional de divergencia. Los gobiernos con tasas de crecimiento más bajas y deuda inicial más alta deben pagar tipos de interés más elevados por su deuda pública, en ocasiones basados en estimaciones bastante incorrectas de su situación presupuestaria por parte del mercado financiero. Tratar de reconstruir reservas presupuestarias prematuramente, es decir, en términos menos metafóricos, reducir los gastos y aumentar los impuestos, como sugiere la Comisión a los Estados miembros con niveles elevados de deuda pública, podría frenar de nuevo las dinámicas positivas del sector privado y el crecimiento todavía débil en algunos Estados miembros. Al establecer trayectorias obligatorias de ajuste presupuestario para los países con menor margen presupuestario pero limitándose a formular recomendaciones para los países con mayor margen de maniobra presupuestaria, se corre el riesgo de que la orientación presupuestaria global de la zona del euro no sea lo suficientemente expansiva para gestionar el gran superávit de la balanza por cuenta corriente de la zona del euro.

3.3.2.

Dada la reevaluación del papel de la deuda pública en tiempos de tipos de interés bajos que está teniendo lugar entre expertos destacados en la materia (12), el CESE anima al Consejo Europeo a que reflexione sobre si el marco financiero actual ha podido frenar la inversión pública necesaria y el gasto público destinado a aumentar la productividad, sobre todo en educación, mejora de las competencias, aprendizaje permanente, atención sanitaria y protección social (13). Como anunció en su paquete de medidas de septiembre, el BCE mantendrá los tipos de interés muy bajos en un futuro próximo. Esta política ya ha dado lugar, en estos últimos años, a una disminución del gasto por intereses de los gobiernos. El CESE pide a los Estados miembros que utilicen los fondos liberados para aumentar la inversión.

3.3.3.

Los expertos consideran cada vez más que las mediciones de la Comisión Europea basadas en la brecha de producción, que se utilizan para determinar la orientación presupuestaria adecuada, son demasiado procíclicas (14). En lugar de medir de manera independiente la producción máxima posible de una economía a través del número de desempleados y la falta de capital, la medición de la Comisión Europea se basa demasiado en los resultados del pasado (15). En consecuencia, los países que respetan las normas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento no pueden aplicar una política presupuestaria anticíclica ni en tiempos de bonanza ni en períodos de crisis. El CESE recomienda que, a la luz de estas conclusiones, la Comisión Europea y los Estados miembros evalúen su procedimiento para calcular las brechas de producción.

3.3.4.

En el caso de los países que no se han podido beneficiar del crecimiento económico de los últimos años tanto como cabría esperar, una falta de demanda agregada junto con una evolución desfavorable de la estructura productiva de la economía en lo que se refiere a las exportaciones han contribuido a su débil crecimiento. El CESE anima a la Comisión Europea y al Consejo Europeo a que tengan en cuenta consideraciones de estrategia y de política industrial en la Unión Europea para el próximo ciclo del Semestre Europeo.

3.3.5.

Como se señaló en Dictámenes anteriores del CESE, los Estados miembros deben prevenir la planificación fiscal agresiva y la evasión fiscal, prestando especial atención a la justicia fiscal y la financiación del gasto gubernamental.

3.3.6.

La financiarización de la economía ha concedido a unos pocos agentes financieros una influencia indebida sobre empresas importantes y sobre el sector público, y se buscan beneficios y bonificaciones a corto plazo en lugar de responder a las necesidades a largo plazo de las determinadas empresas, sus empleados y las regiones en que ejercen su actividad (16). El CESE pide a la Comisión que examine la posibilidad de utilizar el Semestre Europeo para promover el valor para las partes interesadas por encima del valor para los accionistas. Cuando sea posible, el sistema fiscal de los Estados miembros debe reorientarse hacia el fomento de auténticas inversiones físicas, digitales y sostenibles, así como de inversiones en recursos humanos, y desincentivar aquellas con fines puramente financieros y especulativos. En particular, se debería llamar la atención sobre las distorsiones en el sistema fiscal que promueven de manera indebida y premian financieramente la idea del valor para los accionistas, y recomendar su reforma como una de las recomendaciones específicas por país.

3.4.   Pilar europeo de derechos sociales

3.4.1.

El CESE acoge favorablemente y apoya la reorientación de las recomendaciones políticas, que en la actualidad ponen el énfasis en el diálogo social, la educación, las competencias y la formación, la sanidad y la protección social. El Comité anima a la Comisión a que prosiga y consolide esta reorientación en los siguientes ciclos del Semestre Europeo, en particular en lo que respecta a la implantación de salarios mínimos suficientes negociados de manera responsable por los interlocutores sociales, y garantizados por la ley y los convenios colectivos nacionales.

3.4.2.

El Comité valora positivamente que la Comisión Europea haya prestado especial atención a los resultados obtenidos por los Estados miembros en relación con las distintas dimensiones del pilar europeo. Reconoce que la introducción del cuadro de indicadores sociales, que destacan los avances y la convergencia sociales entre los Estados miembros de la UE, aporta un valor añadido especial en la medida en que sirve de contrapeso eficaz al énfasis puesto tradicionalmente en los asuntos económicos y financieros. El CESE anima a la Comisión a que, en el marco de las recomendaciones específicas por país, ahonde en este pilar y refuerce su peso, y a que sopese la posibilidad de usar nuevos indicadores para el cuadro de indicadores sociales, por ejemplo sobre la negociación colectiva.

3.4.3.

El hecho de que la convergencia salarial entre países sea mucho más lenta de lo que habían previsto los dirigentes de la UE y la Comisión ha dado lugar a un aumento de los flujos migratorios hacia los países y regiones con más empleo y salarios más elevados. En principio, este flujo de trabajadores hacia regiones con mejores resultados económicos es un mecanismo de ajuste clave en la Unión Monetaria Europea. Sin embargo, debido a la lenta convergencia de los salarios y las condiciones de vida, los flujos migratorios han sido superiores a los previstos. En algunos casos, una parte significativa de la población en edad de trabajar ha emigrado, lo que puede plantear un problema a medio plazo para los países afectados si los emigrantes no regresan. Por consiguiente, es necesario que se produzca una convergencia real más rápida de los salarios y las condiciones de vida entre los países de la UE y de la Unión Monetaria Europea. El CESE pide a la Comisión que presente un informe detallado sobre la convergencia real y adapte sus recomendaciones estratégicas a los Estados miembros y a la UE en su conjunto, a fin de garantizar una auténtica convergencia.

3.4.4.

En la introducción del Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento para 2019, la Comisión Europea celebra que el crecimiento se haya reanudado en todos los Estados miembros. No obstante, unas tasas de crecimiento del PIB positivas no son necesariamente sinónimo de una convergencia social ascendente. Uno de los instrumentos para alcanzar esta última es la negociación colectiva. Por tanto, el Comité pide a la Comisión que amplíe el cuadro de indicadores sociales para que incluya las medidas de negociación colectiva.

3.4.5.

La aplicación de las recomendaciones resultantes del pilar europeo de derechos sociales requiere una financiación adecuada. Debe precisarse cómo se pueden alcanzar los objetivos del pilar europeo de derechos sociales, en particular en los países firmemente comprometidos con los requisitos del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Sobre la base de las propuestas formuladas en un Dictamen anterior (17), el CESE recomienda a la Comisión Europea y el Consejo que garanticen la disponibilidad de recursos, especialmente en el marco de los Fondos Estructurales y de Inversión Europeos y otros fondos de la UE, para complementar las aportaciones de fondos públicos y privados a escala nacional. Podría facilitarse una mayor inversión pública dentro de los Estados miembros aplicando una «regla de oro» a la inversión pública con objetivo social, que introdujera una mayor flexibilidad en las reglas presupuestarias. Es conveniente, asimismo, oponerse a cualquier reducción del presupuesto de la Unión que implique una disminución de los recursos asignados a la realización de los objetivos del pilar europeo de derechos sociales. También debería mejorarse el Plan de Inversiones para Europa, respaldado por el Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas (FEIE), habida cuenta de las críticas formuladas por el Tribunal de Cuentas Europeo en enero de 2019, en las que subrayaba lo exagerado de sus supuestos efectos sobre los niveles de inversión (18).

3.5.

En lo relativo al contenido de las recomendaciones específicas por país en el ámbito social, y visto desde una perspectiva más amplia que se remonta al comienzo del Semestre Europeo, cabe observar que a los Estados miembros con bajo crecimiento y una deuda pública más elevada se les han prescrito recomendaciones que fomentan la devaluación social (19). En general, se ha dado prioridad a los objetivos macroeconómicos (20). Vistas las perspectivas económicas inciertas, el CESE insta al Consejo Europeo a que garantice que en los próximos años se dé mayor prioridad, hasta un nivel equiparable a otros objetivos, a los objetivos positivos en materia de política social, incluso en tiempos de crisis económica.

3.5.1.

Garantiza empleos de buena calidad sigue constituyendo un desafío. Las formas de empleo atípicas, como el empleo temporal, los trabajos de pocas horas, la subcontratación o el trabajo para plataformas, se han extendido durante los últimos diez años en varios Estados miembros. Mientras que las competencias y el nivel de estudios de los trabajadores han aumentado, la calidad de los trabajos ofrecidos ha ido disminuyendo en muchos países. A título de ejemplo, cabe citar el número creciente de trabajadores que, en algunos países, se ven obligados a aceptar contratos temporales o a tiempo parcial debido a la falta de puestos de trabajo permanentes a tiempo completo, con arreglo a los datos recopilados por Eurostat (21). A veces, estas modalidades de empleo pueden resultar satisfactorias para los trabajadores pero no es lo habitual, y las nuevas formas de empleo suscitan asimismo preguntas relacionadas con el aprendizaje permanente de los trabajadores temporales y precarios. El CESE pide a los Estados miembros que adopten medidas de protección laboral y de seguridad social oportunas, en un marco europeo, para adaptarse a las formas emergentes de empleo y a un mundo laboral cada vez más inseguro.

3.5.2.

La economía social desempeña una función de importancia creciente en la economía (22). Debido a su diversidad (cooperativas, mutuas, asociaciones, fundaciones, empresas sociales), tiene un gran potencial para contribuir al impulso del crecimiento económico y del empleo en Europa y a la cohesión social en la Unión Europea. Desafortunadamente, la Unión no ha elaborado un marco jurídico adecuado para aprovechar este potencial en el mercado interior. El CESE pide a la Comisión que incluya este tema en su agenda para el próximo mandato.

3.5.3.

Una mayor inversión del sector público y las empresas en educación podría ayudar a evitar el desempleo en la sociedad digital presente y futura, la sociedad industrial y la sociedad de servicios, que requieren personal altamente cualificado. El CESE invita a los Estados miembros a que utilicen los fondos europeos para garantizar la reconversión de su mano de obra a la era digital.

3.5.4.

Cuando esté justificado en el contexto nacional, puede resultar útil una reorientación cualitativa hacia una formación profesional de alta calidad independiente de las titulaciones superiores. Una concentración excesiva en la consecución de titulaciones superiores, como en los indicadores educativos del cuadro de indicadores sociales, podría distorsionar indebidamente la visión general. El CESE pide a la Comisión y los Estados miembros que reflexionen sobre si puede medirse mejor el éxito educativo en el cuadro de indicadores sociales tomando en consideración este hecho.

3.6.   Participación de los interlocutores sociales

3.6.1.

El CESE acoge favorablemente la intención de la Comisión de intensificar el diálogo con los interlocutores sociales y la sociedad civil, incluidas las instituciones de solidaridad, las ONG, las universidades y las organizaciones de consumidores, para seguir fomentando la aplicación de recomendaciones específicas por país, también mediante visitas a Estados miembros y debates bilaterales y multilaterales.

3.6.2.

A este respecto, pueden mejorarse el intercambio y el flujo de información informales y regulares. A pesar de que, cuando se trata de las cuestiones del mercado laboral y de inclusión social, los interlocutores sociales reciben, antes de las reuniones importantes, la información necesaria para que en ellas pueda darse un intercambio productivo, este no es el caso para los asuntos presupuestarios y fiscales. El CESE anima a la Comisión a que entable, de forma oportuna, un diálogo significativo más profundo con los interlocutores sociales fuera de los procedimientos formales oficiales.

3.6.3.

Como ha observado correctamente la Comisión Europea, la participación oportuna y significativa de los interlocutores sociales en el Semestre Europeo puede mejorarse (23). Si el Semestre Europeo funciona bien a nivel europeo y en algunos Estados miembros, no puede afirmarse lo mismo de todos los países. El CESE acoge con satisfacción las recomendaciones sobre el refuerzo del diálogo social hechas a varios Estados miembros en las recomendaciones específicas por país, y anima a estos Estados a aplicarlas.

3.6.4.

El acceso a su debido tiempo a una información significativa y las consultas oportunas, el grado de seriedad del compromiso de los gobiernos y la capacidad de los interlocutores sociales son factores que han dificultado la consulta de los interlocutores sociales dentro del Semestre Europeo a nivel nacional. El CESE recomienda la introducción de normas mínimas en relación con la consulta de los interlocutores sociales nacionales por parte de los gobiernos nacionales en diferentes fases del Semestre Europeo. Sería conveniente, en concreto, indicar si los gobiernos se han desviado de las propuestas de los interlocutores sociales y explicar por qué motivo lo han hecho. También debe garantizarse la participación de los interlocutores sociales en cualquier medida de seguimiento que evalúe la aplicación de las propuestas.

4.   Recomendaciones específicas

4.1.

En lo que respecta al debate en el Consejo sobre la conveniencia de ampliar el ámbito del Semestre Europeo para que incluya cuestiones de cohesión social y económica, el CESE apoya firmemente la decisión de incluir estos asuntos en el Semestre (24). El CESE anima a la Comisión Europea y los Estados miembros a que prosigan por este camino y lo amplíen durante los próximos años, incluyendo también en él una respuesta al desafío climático. El CESE felicita asimismo al Consejo Europeo por pedir a los Estados miembros que se sirvan del cuadro de indicadores sociales, el indicador de resultados en materia de empleo y el indicador de rendimiento de la protección social para guiar sus esfuerzos de convergencia.

4.2.   Vivienda

4.2.1.

En los últimos años, los precios de las viviendas han aumentado en algunos Estados miembros. En algunas ciudades medianas y grandes los alquileres se han vuelto tan caros que suponen un porcentaje cada vez mayor de los ingresos. Aunque este no es el único factor que lo explica, este fenómeno guarda relación con los tipos de interés bajos, dado que la política monetaria tiene un efecto inmediato en el mercado de la vivienda. Los tipos de interés oficiales del BCE continuarán en los niveles actuales (o en niveles inferiores) hasta que haya una convergencia sólida de la inflación hacia su objetivo (de un nivel suficientemente próximo, aunque inferior, al 2 % en su horizonte de proyección) (25). Además, la subida de los alquileres agrava el problema de las personas sin hogar y la ausencia de datos hace difícil seguir de cerca la evolución de la situación en la Unión Europea. El CESE pide a los Estados miembros y la Comisión Europea que mejoren la recopilación de datos sobre las personas sin hogar con objeto de supervisar mejor el número, la distribución y las condiciones de vida de la población sin hogar en la Unión.

4.2.2.

Con el fin de mejorar el balance energético y climático de las viviendas y otros edificios, los Estados miembros podrían utilizar cambios en el sistema fiscal, así como otros incentivos públicos, para fomentar en mayor medida obras de renovación y de construcción desde la perspectiva de la eficiencia energética.

4.3.   Otras reformas

4.3.1.

En varios casos, las reformas individuales mencionadas en las recomendaciones específicas por país entrañan el riesgo de agravar la desigualdad social y económica. Las reformas de las pensiones no deben conducir a la pobreza de las personas de edad avanzada.

4.3.2.

La privatización de los activos públicos debería excluir aquellos de importancia estratégica y que se gestionan mejor a través del sector público, y no debería suponer una pérdida neta para el Estado debido a su venta en un período económico desfavorable. En principio, la manera más eficiente de prestar los servicios públicos esenciales es a través del Estado, debido a que no existe la obligación de obtener un beneficio, con el consiguiente aumento de los costes que ello implica. En los casos en que la calidad y la financiación de los servicios públicos no se ajusten a las expectativas de los ciudadanos, debería mejorarse la capacidad administrativa para prestar estos servicios de manera eficaz y suministrarse los recursos necesarios a tal efecto. Esto no excluye la posibilidad de que los determinados países puedan decidir permitir asociaciones público-privadas (APP) a la medida para servicios específicos en una situación y un momento concretos. Al hacerlo, las APP deben servir al interés público. En particular, en los mercados de monopolio u oligopolio, no deben ser utilizadas por grupos de interés especial para obtener beneficios estableciendo precios más altos de lo necesario o renunciando a inversiones necesarias para mantener la calidad.

4.3.3.

Una política industrial bien diseñada que responda a las necesidades del país puede aumentar el crecimiento, la productividad, el bienestar y el empleo. El CESE hace hincapié en la necesidad de entablar un debate general y adoptar medidas concretas para elaborar una estrategia industrial a nivel de la Unión Europea y los Estados miembros, que esté respaldada por recursos financieros suficientes y vaya más allá de una simple adaptación del Derecho de competencia europeo para permitir más fusiones entre multinacionales.

Bruselas, 30 de octubre de 2019.

El Presidente

del Comité Económico y Social Europeo

Luca JAHIER


(1)  Dictámenes del CESE «Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento para 2019» (DO C 190 de 5.6.2019, p. 24) y «Política económica de la zona del euro (2019)» (DO C 159 de 10.5.2019, p. 49).

(2)  COM(2019) 500 final.

(3)  COM(2019) 500 final, p. 3.

(4)  Efstathiou y Wolff (2018), «Is the European Semester effective and useful?» (¿Es eficaz y útil el Semestre Europeo?).

(5)  Previsiones económicas europeas.Verano de 2019, Comisión Europea.

(6)  Mario Draghi, presidente del BCE, Conferencia de Prensa, Comunicado preliminar, Fráncfort am Main, 12 de septiembre de 2019.

(7)  Dictamen del CESE «Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento 2019», punto 3.9.8 (DO C 190 de 5.6.2019, p. 24).

(8)  Dictamen del CESE «Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento 2019», punto 1.7 (DO C 190 de 5.6.2019, p. 24).

(9)  EIB Investment Report 2018/2019: retooling Europe’s economy (Informe de Inversiones 2018/2019 del BEI: reorganizando la economía europea).

(10)  Como se señaló en el Dictamen del CESE «El Semestre Europeo y la política de cohesión – Hacia una nueva estrategia europea después de 2020» (DO C 353 de 18.10.2019, p. 39).

(11)  «What drives national implementation of EU policy recommendations?», (¿Qué impulsa la aplicación nacional de las recomendaciones políticas de la UE?), documento de trabajo de Bruegel, n.o 4.

(12)  Véase Blanchard, O., «Public Debt and Low Interest Rates» (Deuda pública y tipos de interés bajos), enero de 2019, y el debate iniciado en Alemania por Michael Hüther sobre la regla nacional de «freno al endeudamiento», IW Policy Paper 3/19.

(13)  «Germany’s even larger than expected fiscal surpluses: Is there a link with the constitutional debt brake?», (Los superávits fiscales de Alemania son incluso mayores de los esperados: ¿existe un vínculo con el freno constitucional del endeudamiento?), Bruegel.

(14)  «The campaign against “nonsense” output gaps», (La campaña contra las brechas de producción «sin sentido»), Bruegel.

(15)  ««Why Hysteria Over the Italian Budget Is Wrong-Headed» (Por qué la histeria acerca del presupuesto italiano está equivocada).

(16)  Eric Vatteville en la revista Management & Avenir 2008/4 (n.o 18), pp. 88-103.

(17)  DO L 262 de 25.7.2018, p. 1.

(18)  Informe Especial n.o 03/2019: Fondo Europeo para Inversiones Estratégicas: Medidas necesarias para garantizar el pleno éxito del FEIE.

(19)  Copeland y Daly (2018), «The European Semester and EU Social Policy» (El Semestre Europeo y la política social de la UE).

(20)  Degryse, C., y Pochet, P. (2018), «European social dynamics: a quantitative approach» (Dinámicas sociales europeas: un enfoque cuantitativo).

(21)  Base de datos Eurostat, «lfsa_eppgai» y «lfsa_etgar».

(22)  Las instituciones y empresas de la economía social en Europa suman más de 2,8 millones de organizaciones, que emplean a 13,6 millones de personas y representan el 8 % del PIB de la UE.

(23)  Proyecto de Informe Conjunto sobre el Empleo de la Comisión y el Consejo, p. 11.

(24)  Conclusiones del Consejo relativas al Estudio Prospectivo Anual sobre el Crecimiento y al Informe Conjunto sobre el Empleo correspondientes a 2019», 15 de marzo de 2019, p. 7.

(25)  Mario Draghi, presidente del BCE, Conferencia de Prensa, Comunicado preliminar, Fráncfort am Main, 12 de septiembre de 2019.


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