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Dictamen del Comité Económico y Social sobre el tema "Orientaciones Generales de Política Económica 2000"

Diario Oficial n° C 139 de 11/05/2001 p. 0072 - 0078


Dictamen del Comité Económico y Social sobre el tema "Orientaciones Generales de Política Económica 2000"

(2001/C 139/14)

El 13 de julio de 2000, de conformidad con el apartado 3 del artículo 23 de su Reglamento Interno, el Comité Económico y Social decidió elaborar un dictamen sobre el tema "Orientaciones Generales de Política Económica 2000".

La Sección de Unión Económica y Monetaria y Cohesión Económica y Social, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 8 de febrero de 2001 (ponente: Sr. Putzhammer).

En su 379o Pleno de los días 28 de febrero y 1 de marzo de 2001 (sesión del 1 de marzo de 2001), el Comité Económico y Social ha aprobado por 81 votos a favor, 1 voto en contra y 1 abstención el presente Dictamen.

1. Introducción: creciente importancia de las Orientaciones Generales de Política Económica para la UE

1.1. El Comité Económico y Social reconoce la importancia fundamental y excepcional de las orientaciones generales de política económica de los Estados miembros y de la Comunidad para una política económica orientada a la estabilidad y el crecimiento de la Unión Europea, con el objetivo de restaurar el pleno empleo manteniendo la estabilidad de precios y la cohesión social. El contenido de las orientaciones generales está claramente relacionado con los tres procesos paralelos de Luxemburgo, Cardiff y Colonia en materia de empleo.

1.2. Las orientaciones generales han ganado importancia este año gracias al informe del Consejo sobre "Coordinación de la política económica", aprobado por el Consejo Europeo de Helsinki, y en el contexto de las conclusiones del Consejo Europeo de Lisboa, conforme a las cuales el Consejo Europeo de la Unión tratará en adelante en una reunión anual (en primavera) los temas de empleo, reformas económicas y cohesión social. En el Consejo Europeo de Lisboa, la Unión se fijó un nuevo objetivo estratégico para la próxima década: sustituir a EE UU como región más dinámica del mundo, reforzar la competitividad con un crecimiento económico sostenible acompañado de más y mejores puestos de trabajo gracias a la transición hacia la sociedad de la información y la comunicación (en particular, mediante la creación de un entorno favorable a la creación y el desarrollo de empresas innovadoras, sobre todo de PYME), la aceleración del proceso de reforma estructural y la plena realización del mercado interior. El Comité Económico y Social aprovechará el objetivo del pleno empleo en la UE, expresado oficialmente por los jefes de Estado y presidentes de gobierno en Lisboa, para someter a estos a la prueba de los hechos.

1.3. En este contexto, el Comité Económico y Social acoge positivamente el nuevo procedimiento integrado (escogido este año) de elaboración y transmisión de las orientaciones, que engloba a la Comisión, el Parlamento, el Consejo en sus diferentes formaciones (principalmente el ECOFIN), la reunión primaveral del Consejo Europeo y las diversas audiencias a los interlocutores sociales. Ello permite un procedimiento global, transparente, democrático y coordinado en una especie de sistema rotativo de consultas sobre la base del cual el Consejo (ECOFIN), conforme a lo dispuesto en los artículos 98 y 99 del Tratado CE, aprueba las orientaciones generales de política económica.

1.4. Las orientaciones se componen de dos partes principales: la primera se ocupa de orientaciones generales de política económica, mientras que la segunda contiene orientaciones específicas para cada país y recomendaciones a los Estados miembros. En el presente Dictamen, el Comité Económico y Social sólo examina las orientaciones y recomendaciones generales referidas a la Unión en su conjunto, divididas en una parte general dedicada al diagnóstico y análisis (apartados 1 [Introducción] y 2 [Principales prioridades y requisitos políticos]) y otra parte con recomendaciones de política económica.

El Comité aprobó en febrero de 2001 varios dictámenes relacionados con este asunto, a saber:

- un Dictamen de iniciativa sobre el tema de actualidad de la "Coordinación de las políticas económicas como consecuencia de la UEM";

- un Dictamen de iniciativa sobre la "Comparación de los resultados macroeconómicos", con objeto de proponer un marco para la evaluación comparativa de los aspectos;

- un Dictamen (de consulta) sobre la "Comunicación de la Comisión - Indicadores estructurales"; y

- un Dictamen de iniciativa sobre la "Revisión intermedia de los tres procesos en los que se apoya la estrategia europea de empleo", que se presentó poco antes de la cumbre de Estocolmo (marzo de 2001).

Por otra parte, el Comité aprobó en octubre de 2000 un Dictamen titulado "Nuevos conocimientos, nuevos empleos"(1), con el que pretende contribuir a este objetivo clave de la Presidencia francesa e influir en el programa de trabajo de la UE en la materia.

2. Principales prioridades y requisitos para las políticas económicas

2.1. En una visión retrospectiva de los años noventa, las orientaciones generales comparan los resultados económicos de la UE con los de EE UU. El crecimiento económico de la UE fue claramente inferior al de este país y el nivel de vida medio sigue estando, tras una década de relativo estancamiento, un 35 % por debajo del de los EE.UU a pesar de haberse acortado la diferencia en la productividad laboral en el mismo período (véase gráfico 1). Uno de los puntos débiles más graves señalados por las orientaciones es el estancamiento de las inversiones en la UE, mientras que en los EE UU se duplicó la inversión real en el mismo período.

Gráfico 1:

Nivel de vida y productividad laboral, EU-15 (PPC; EE UU = 100)

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Fuente:

Servicios de la Comisión Europea.

2.2. Desde principios del verano de 1999, sin embargo, la Unión registra por primera vez en una década una reactivación económica robusta y generalizada que -gracias al tipo de cambio estable entre divisas comunitarias desde el comienzo de la tercera fase de la unión económica y monetaria, en enero de 1999- contribuirá a aumentar el empleo si, además, se consigue un crecimiento anual no inflacionista del orden del 3 %, o superior, acompañado de estabilidad de precios. En general se considera posible que retroceda significativamente el desempleo si se coordinan eficazmente una correcta política económica y reformas estructurales mutuamente relacionadas.

2.3. Ante este panorama, el Comité Económico y Social acoge positivamente los cinco desafíos principales, mencionados en las orientaciones, que la Unión deberá plantearse en los próximos años: restaurar el pleno empleo, promover la transición a una economía del conocimiento, prepararse para el envejecimiento de la población, mejorar la cohesión social y continuar las reformas que permitirán a la Unión desenvolverse mejor en una economía mundializada. En realidad, cuando la Comisión publicó las orientaciones no podía preverse el aumento de los precios de la energía y el crudo, pero los desafíos principales siguen siendo válidos y alcanzables, aunque haya que revisar ligeramente a la baja las previsiones de crecimiento. Esto significa que hacen falta mayores esfuerzos coordinados por parte de todos los agentes del proceso macroeconómico, pero que en principio no deberían modificarse las estrategias fundamentales.

2.4. La UE y sus Estados miembros se fijan objetivos cuantificados claros que permitirán realizar una evaluación comparativa de los futuros progresos: una tendencia de crecimiento a medio plazo del 3 % o superior, un aumento de la tasa de empleo del actual 61 % al 70 % para el año 2010 y un aumento del empleo femenino en el mismo período, pasando del actual 51 % al 60 %. La Comisión Europea ha confirmado la posibilidad de alcanzar estos objetivos de empleo, en las condiciones mencionadas en el punto 2.3, en algunas hipótesis de trabajo sobre evolución de las tasas de empleo hasta el año 2010. Dichos objetivos requieren la realización de reformas económicas substanciales en los Estados miembros. Las actuales diferencias en materia de empleo son importantes, al menos del orden del 50 % (si se compara España con Dinamarca). Se supone que estas diferencias se verán reducidas a la mitad en una década, al tiempo que crecerá también la tasa de empleo en los países que cuentan con tasas más elevadas.

Cuadro 1: Empleo, población activa y tasas de empleo hasta 2010

>SITIO PARA UN CUADRO>

Fuente:

Comisión Europea, DG Empleo, Employment in Europe 2000.

2.4.1. Las esperanzadoras estimaciones de crecimiento del PIB europeo -superior al 3 % en los próximos dos años- establecerán, junto con el consiguiente efecto de impulso de la Unión, una base necesaria para una reactivación autoalimentada y el camino hacia un crecimiento elevado sostenible. De este modo se hará por fin cada vez más evidente, en Europa también, algo que prácticamente había caído en el olvido, a saber, que un crecimiento económico sostenible es una condición fundamental para alcanzar el pleno empleo, máxime cuando se trata de grandes espacios económicos como la UEM.

2.4.2. Otro de los aspectos insuficientemente valorados en el pasado es el coeficiente de inversión, que con un 19 % del PIB sigue siendo considerablemente inferior al 24 % predominante en la Europa del pleno empleo de principios de los años setenta, y que deberá traer consigo el futuro crecimiento. Un gran mercado interior ha de poder crear la riqueza principalmente a partir de sí mismo y no debería depender de los ingresos procedentes de las exportaciones a terceros países. Junto a las inversiones privadas, las inversiones públicas constituirán en el futuro una parte no desdeñable del aumento del coeficiente de inversión. Según un informe de la Comisión de 1998, las inversiones públicas descendieron considerablemente en la última década, circunstancia que restó al crecimiento económico entre 0,5 y 1 punto porcentual. Por ello, las decisiones adoptadas por el Consejo Europeo de Lisboa para promover la innovación, la investigación y el desarrollo con vistas a la transición a la sociedad del conocimiento marcan el camino que hay que seguir. También será muy importante aumentar las inversiones en infraestructuras físicas.

2.4.3. La transformación de la economía europea en una economía del conocimiento será la fuerza motriz de productividad, crecimiento y empleo. Las inversiones en recursos humanos y en infraestructura de la información y la comunicación deberán aumentarse al mismo tiempo que la liberalización y flexibilización de los mercados de bienes y servicios. Deberán adaptarse mejor los contenidos de la formación y cualificación profesional, al tiempo que harán falta formas innovadoras de aprendizaje a lo largo de toda la vida y la posibilidad de pasar de la vida profesional activa a la formación permanente y viceversa, con objeto de poder desarrollar todo el potencial de la economía del conocimiento.

2.4.4. El desplazamiento que se observa en la pirámide de edad de la población europea causará en el futuro problemas en el sistema de pensiones; dichos problemas podrán resolverse reduciendo la actual tasa de desempleo y mediante una política eficaz de inmigración controlada por parte de la Unión, así como elevando la tasa de participación de las mujeres y de los trabajadores de más edad. Ello permitirá no tener que cargar las finanzas públicas con los problemas de los sistemas de pensiones. Por tanto, el Comité Económico y Social se congratula de la coordinación reforzada entre los Estados miembros a la hora de desarrollar la protección social en el futuro, como recomienda el Consejo Europeo de Lisboa.

2.5. Es imprescindible realizar plenamente el mercado interior, esto es, disponer de mercados de capitales, bienes y servicios integrados a escala europea si se quiere alcanzar unos resultados económicos elevados. El Comité Económico y Social ha contribuido en años anteriores, gracias a los trabajos de su Observatorio del Mercado Único, muy marcados por la experiencia práctica, a acercar decisivamente la plena realización del mercado interior. En el contexto de la mundialización de la economía, sin embargo, la Unión no puede aislarse. El mercado interior común se verá completado por la política económica exterior común de la Unión, que persigue una economía mundial abierta con un régimen justo de intercambios e inversiones basado en reglas en el marco de la OMC.

3. Recomendaciones de política económica

3.1. El principal objetivo de las recomendaciones de política económica es aplicar en la política práctica de la Unión y de los Estados miembros el nuevo objetivo estratégico de la Unión Europea para la próxima década, establecido en el Consejo Europeo de Lisboa. En Lisboa, los jefes de Estado y presidentes de gobierno formularon el objetivo de "convertir [la Unión] en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social"(2). Comparadas con este ambicioso objetivo, las recomendaciones de política económica quedan por debajo de las expectativas del Comité Económico y Social. Así, por ejemplo, no siempre resulta evidente cómo una repetición de recomendaciones de años anteriores se conjuga con una nueva estrategia de la Unión. Las orientaciones tampoco dicen nada sobre cómo lograr el restablecimiento de altos coeficientes de inversión sostenibles más allá de 2001. En lo que se refiere a las inversiones privadas, las orientaciones no hacen comentario alguno. En cuanto a las inversiones públicas, las recomendaciones no distinguen entre la necesidad global de consolidación de las finanzas públicas y la necesidad de reforzar las inversiones. La infravaloración del papel de la política monetaria para lograr un crecimiento sostenible y orientado a la estabilidad da como resultado una discrepancia más entre el nuevo objetivo estratégico y las recomendaciones de política económica.

3.2. Las actuales preocupaciones por el tipo de cambio y el valor exterior del euro brindan al Comité Económico y Social la ocasión para adoptar la siguiente postura. Dada la estabilidad de los parámetros fundamentales de la evolución económica europea y la clara orientación al crecimiento estable, la moneda común europea está claramente infravalorada en su tipo de cambio a pesar de una elevada estabilidad. Un somero análisis de la historia de las relaciones cambiarias entre las monedas europeas -independientes aún antes de la tercera fase de la unión económica y monetaria- y el dólar estadounidense revela igualmente que no es una cuestión de debilidad del euro, sino de acusada fortaleza del dólar. Esta situación se explica por las significativas diferencias de crecimiento y tipos de interés entre los EE UU y la UE hasta avanzado el segundo trimestre de 2000. Del Banco Central Europeo cabe exigir que, además de la consecución del objetivo de la estabilidad, contribuya también al crecimiento de la economía. El Comité considera que el crédito de que goce la moneda única en el futuro dependerá aún más de la medida en que la Unión pueda hablar con una sola voz en materia monetaria.

3.3. El Comité Económico y Social está de acuerdo con la Comisión y el Consejo en que la actual reactivación proporciona a la economía europea un potencial de crecimiento sólido, elevado y no inflacionista, lo cual requiere una política monetaria vinculada a la estabilidad de precios y el crecimiento (conforme a lo dispuesto en el artículo 105 del Tratado CE). La continuación de la actual política de consolidación presupuestaria contribuirá a corto y medio plazo a la mejora de la oferta y la demanda si en la reducción del déficit presupuestario y de la deuda pública se pretende al mismo tiempo mejorar la calidad de los gastos haciendo inversiones de futuro. Los presupuestos se consiguen equilibrar del modo más rápido e indoloro cuando existen tasas de elevado crecimiento y empleo; un presupuesto equilibrado no es siempre y en toda circunstancia económica un objetivo en sí mismo. Las orientaciones generales reconocen que los interlocutores sociales tuvieron en el pasado un comportamiento salarial responsable; el Comité espera que en el futuro la política salarial (orientada al crecimiento de la productividad) siga estando también en consonancia con la estabilidad de los precios. Por el momento no cabe esperar efectos secundarios de la actual crisis de los precios energéticos.

3.4. En política presupuestaria conviene respetar de manera coherente los objetivos de consolidación establecidos en los planes de estabilidad actualizados de los Estados miembros; en este sentido, habrá que tener en cuenta la necesidad de reestructurar el gasto público en dirección a las inversiones en infraestructura y formación. Cada nuevo puesto de trabajo así creado alivia los sistemas de seguridad social. En cuanto a la calidad de las inversiones, hay que procurar orientarlas a las exigencias de la transformación en una economía basada en el conocimiento sin que la "división digital" de la sociedad conduzca a una nueva división social.

3.5. Para mejorar la calidad de las finanzas públicas y hacerlas sostenibles, el Comité Económico y Social considera que también los ingresos de los presupuestos de los Estados miembros mejorarán si la recaudación fiscal gana en eficacia. El Comité ha insistido repetidamente en dictámenes anteriores en la necesidad de mejorar la cooperación de la Unión en materia de política fiscal, al tiempo que ha acogido positivamente los primeros intentos de poner coto a la competencia fiscal perniciosa entre Estados miembros. En estos asuntos es tan preciso realizar nuevos y más visibles progresos como continuar con la eliminación de barreras fiscales al funcionamiento del mercado interior.

3.6. Si se quiere que el comportamiento salarial tenga un efecto positivo en la estabilidad y sobre todo en el empleo, convendría que se orientase al crecimiento de la productividad. Al mismo tiempo, no puede ser tratado como una variable subordinada o dependiente de los otros dos ámbitos principales de la política macroeconómica (la política monetaria y la financiera). Es preciso que el Banco Central Europeo y la política presupuestaria apoyen en el marco de la nueva política económica orientada al crecimiento una política salarial positiva para la estabilidad y el empleo. Últimamente, no obstante, hay cada vez más indicios de que la política monetaria, por temor a una posible mejora del mercado laboral que traiga consigo un aumento de la inflación, pretende someter a los interlocutores sociales a una disciplina excesiva mediante una política preventiva, a pesar de que nada hace pensar que vaya a haber en un futuro próximo cuellos de botella inflacionistas en el lado de la oferta del mercado de trabajo. A ello ha contribuido de manera importante la estrategia común de empleo de la Unión con sus orientaciones de política de empleo (proceso de Luxemburgo). En principio, es cierto -como subrayan las orientaciones- que el comportamiento de los salarios reales es muy importante para un crecimiento fuerte del empleo, pero eso no tiene mucho que ver con la práctica en la medida en que las partes negociadoras de los convenios sólo pueden influir en el comportamiento de los salarios nominales. Sin embargo, si se observan los costes laborales unitarios reales en la Unión Europea se ve que el precio relativo del factor trabajo ha decrecido de manera constante en la última década, por lo que no ha supuesto un obstáculo para la expansión del empleo.

Cuadro 2: Evolución de la productividad laboral

>SITIO PARA UN CUADRO>

Fuente:

Servicios de la Comisión Europea.

Cuadro 3: Comparación de los costes laborales unitarios reales

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en % anual definido como costes laborales unitarios nominales menos el deflactor de precios del PIB.

Fuentes:

Eurostat y DG ECOFIN (European Economy, Supplement A, n° 10/11-2000).

3.7. El Comité Económico y Social suscribe expresamente las recomendaciones de las orientaciones generales de política económica para el desarrollo de una sociedad basada en el conocimiento. El informe de Cardiff dejó claro que es necesario llevar a cabo reformas en los mercados de bienes, servicios y capitales de la UE. El Comité se ha expresado ya específicamente al respecto en diversas ocasiones. A nivel europeo son especialmente importantes los esfuerzos para lograr una cooperación reforzada en el ámbito de la investigación y el desarrollo con objeto de lograr un espacio europeo de investigación e innovación. Por tanto, el Comité acoge también positivamente el calendario aprobado por el Consejo Europeo en Lisboa y apoya expresamente el procedimiento de supervisión del informe integrado de indicadores estructurales, previsto por primera vez para la primavera de 2001. La transición hacia una sociedad del conocimiento no depende únicamente de los progresos en los mercados de productos y capitales, sino que serán determinantes las personas que la lleven a cabo y le den forma. Por consiguiente, habrá que poner más atención dentro del aprendizaje a lo largo de toda la vida en las habilidades que requiere la sociedad de la información. También en este aspecto las recomendaciones ofrecen, junto a los objetivos cualitativos, objetivos cuantitativos que permitirán un futuro proceso de evaluación comparativa. En lo que se refiere al desarrollo del capital humano, debe prestarse más atención para no excluir a una parte de la población europea del avance de la economía basada en el conocimiento y evitar de ese modo tensiones sociales. Al respecto será necesario llevar a cabo esfuerzos sobre todo entre los trabajadores menos cualificados.

3.8. Las recomendaciones para dotarse de mercados eficientes de productos (bienes y servicios) resaltan sobre todo el avance más lento del sector de servicios en comparación con EE UU, sector en el que los progresos no han sido suficientemente rápidos hasta ahora. El Comité Económico y Social espera con interés la anunciada estrategia para la eliminación de obstáculos en el sector de servicios. Por lo demás, el Comité suscribe las recomendaciones en líneas generales y se remite a sus dictámenes y trabajos anteriores, sobre todo los relativos a su Observatorio del Mercado Único.

3.9. Un mercado interior con quince mercados de capitales independientes entre sí y sometidos a las respectivas reglamentaciones nacionales parece casi un anacronismo a la vista de los avances considerables en los mercados de bienes. El Comité Económico y Social acoge por esta razón positivamente la plena aplicación de los planes de acción para la integración de los mercados financieros solicitada por el Consejo Europeo de Lisboa para 2005, que completará la aplicación en curso de los planes de acción para los servicios financieros y el capital de riesgo. En lo que toca a la integración de los mercados de fondos de pensiones, habrá que prestar especial atención al establecimiento de normas claras sobre transparencia, protección del inversor y del consumidor y un marco jurídico sólido para las actividades de los inversores institucionales. En lo que se refiere a los pagos transfronterizos, el Comité pide una vez más que los costes de tramitación de los procedimientos sean más favorables para el consumidor. Es preciso realizar importantes esfuerzos en derecho mercantil y contabilidad para que los balances de las empresas se unifiquen y sean comparables, lo cual acelerará también la integración de los mercados de acciones. A este respecto, es necesario que las autoridades de supervisión y regulación de los mercados de capitales comunitarios refuercen su colaboración.

3.10. El Comité acoge favorablemente que las orientaciones examinen la necesidad de potenciar un desarrollo sostenible de la UE. La Unión debe realizar la transición hacia un nuevo modelo de desarrollo sostenible que integre exigencias ecológicas, económicas y sociales en un planteamiento común. El Tratado de Amsterdam reforzó el fundamento jurídico que sirve de base al paradigma de un desarrollo sostenible en la UE(3). Las recomendaciones de las orientaciones emplean dicha base e indican acertadamente la necesidad de seguir desarrollando las energías alternativas y de seguir disociando el crecimiento económico de un uso de recursos que aumente la presión sobre el medio ambiente. El cumplimiento del protocolo de Kioto, firmado por la UE, debería ser, junto con las medidas propuestas por las orientaciones, un objetivo prioritario. En este sentido, el Comité Económico y Social lamenta el aplazamiento de la conferencia sobre el clima de La Haya y pide a los gobiernos que reanuden pronto las negociaciones. En general, el planteamiento comunitario deberá tenerse mucho más en cuenta en el futuro en el ámbito del desarrollo sostenible. El actual debate sobre la reducción de la carga fiscal de la energía y las carreras en pos de las subvenciones que se observan en muchos Estados miembros requieren desde el punto de vista de la Unión una única directiva sobre la fiscalidad de la energía, tal y como propuso en 1997 el comisario Monti.

3.11. Las recomendaciones de las orientaciones para reforzar los mercados laborales siguen en sentido positivo la estrategia para alcanzar el pleno empleo presentada por el Consejo Europeo de Lisboa. La mejor manera de obtener más puestos de trabajo y de mejor calidad, y al mismo tiempo una mayor cohesión social, consiste en aplicar la política macroeconómica arriba mencionada. El Comité Económico y Social considera que las reformas estructurales, la inversión en las personas, la lucha contra la exclusión social, una política inmigratoria europea controlada, acompañada de medidas de integración que den a los inmigrantes igualdad de oportunidades en el mercado laboral y la modernización del modelo social europeo, por un lado, y, por otro, un crecimiento económico sostenible y reforzado se condicionan mutuamente. Las diferencias regionales y sectoriales en el desempleo de la Unión siguen siendo considerables dentro de un desempleo general inaceptablemente alto. La concentración en las orientaciones de política de empleo del proceso de Luxemburgo para reforzar los mercados laborales es el camino correcto y el Comité la suscribe expresamente. Se trata de algo especialmente pertinente en lo relativo a la lucha contra el desempleo de larga duración, el aumento de la tasa de empleo de mujeres y personas mayores en edad de trabajar, la lucha contra el desempleo juvenil, el paso de medidas pasivas a una política de mercado laboral activa, la adaptación de los sistemas fiscales y de prestaciones sociales para un mejor fomento del empleo, la promoción del espíritu de empresa y de las PYME, el fomento de la movilidad y la modernización de las organizaciones de trabajadores en colaboración con los interlocutores sociales (apartado 14 del proyecto de Orientaciones sobre el empleo 2001), así como la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres. Por lo demás, el Comité Económico y Social considera que la reunión anual de primavera del Consejo Europeo extraordinario sobre el empleo impulsará la mejora de la coordinación de los tres procesos paralelos de Luxemburgo, Cardiff y Colonia.

Bruselas, 1 de marzo de 2001.

El Presidente

del Comité Económico y Social

Göke Frerichs

(1) DO C 14 de 16.1.2000.

(2) Conclusiones de la Presidencia, Consejo Europeo de Lisboa, 23/24 de marzo de 2000, punto 5.

(3) Los objetivos generales expresados en el artículo 2 del Tratado CE prevén ahora, además de la promoción de un "desarrollo armonioso, equilibrado y sostenible de las actividades económicas en el conjunto de la Comunidad", "un alto nivel de protección y de mejora de la calidad del medio ambiente". El artículo 6 establece que "las exigencias de la protección del medio ambiente deberán integrarse en la definición y en la realización de las políticas y acciones de la Comunidad (...), en particular con objeto de fomentar un desarrollo sostenible."

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