3.2.2006   

ES

Diario Oficial de la Unión Europea

C 28/57


Dictamen del Comité Económico y Social Europeo sobre la «Comunicación de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo — Informe sobre la ejecución de la estrategia forestal de la UE»

COM(2005) 84 final

(2006/C 28/11)

El 17 de marzo de 2005, de conformidad con el artículo 262 del Tratado constitutivo de la Comunidad Europea, la Comisión decidió consultar al Comité Económico y Social Europeo sobre la propuesta mencionada.

La Sección Especializada de Agricultura, Desarrollo Rural y Medio Ambiente, encargada de preparar los trabajos en este asunto, aprobó su dictamen el 7 de octubre de 2005 (ponente: Sr. KALLIO; coponente: Sr. WILMS).

En su 421o Pleno de los días 26 y 27 de octubre de 2005 (sesión del 26 de octubre de 2005), el Comité Económico y Social Europeo ha aprobado por 97 votos a favor y 1 abstención el presente Dictamen.

1.   Introducción

1.1

El Tratado CE no prevé una política forestal común, como tampoco lo hace la propuesta de un nuevo Tratado Constitucional.

1.2

La Comisión Europea publicó el 18 de noviembre de 1998 una Comunicación sobre una estrategia forestal para la UE. El 15 de diciembre de 1998 el Consejo de Ministros de la UE aprobó una Resolución sobre la estrategia forestal de la Unión basada en la Comunicación de la Comisión.

1.3

El Consejo estableció como elementos clave de la estrategia forestal común y base general para la acción la gestión y el uso sostenibles de los bosques, tal y como se definieron en la conferencia ministerial sobre silvicultura celebrada en Helsinki en 1993.

1.4

Otros principios básicos de la estrategia forestal son la subsidiariedad, según la cual la responsabilidad de la política forestal corresponde a los Estados miembros, la posibilidad de que la Comunidad contribuya a lograr la gestión y el uso sostenibles de los bosques y el papel plurifuncional de los bosques, siempre que la acción comunitaria pueda aportar un valor añadido.

1.5

El Comité Económico y Social Europeo presentó el 9 de diciembre de 1999 un dictamen de iniciativa adicional sobre la política forestal de la UE.

1.6

En su Resolución el Consejo pedía a la Comisión que informase, en un plazo de cinco años, sobre la aplicación de la estrategia forestal de la UE.

1.7

La Comisión publicó su Comunicación sobre la aplicación de la estrategia forestal de la UE el 10 de marzo de 2005. La Comunicación presenta como anexo un documento de trabajo elaborado por los servicios de la Comisión que ofrece una descripción detallada de las acciones y actividades llevadas a cabo en el contexto de la estrategia forestal de la UE en el período 1999-2004.

1.8

El Comité respalda el contenido general de la Comunicación de la Comisión, en especial lo relativo a fomentar la aplicación y mejorar la coordinación. El Comité cree importante llevar a la práctica sin demora el plan de acción propuesto por la Comisión para una gestión sostenible de los bosques.

2.   Aplicación de la estrategia forestal de la UE

2.1   Cambios en el entorno de actuación

2.1.1

Los retos que afronta el sector forestal y la política forestal de la UE se han visto afectados desde 1998 por los numerosos cambios ocurridos en el contexto político. La Comunicación de la Comisión destaca, en este sentido, la ampliación de la UE, la adopción de los objetivos de política estratégica de la UE y los cambios en el marco internacional de la silvicultura y la política medioambiental.

2.1.2

Con la ampliación la superficie forestal de la UE creció alrededor de un 20 %, los recursos forestales un 30 % aproximadamente y el número de propietarios forestales pasó de doce millones a dieciséis millones. Es necesario aumentar la capacidad institucional para promover una silvicultura sostenible en los nuevos Estados miembros y, además, se presenta el reto particular de desarrollar estructuras de propiedad privada y estructuras institucionales.

2.1.3

En la cumbre sobre desarrollo sostenible celebrada en Johannesburgo en 2002 se puso de relieve la importancia de una silvicultura sostenible como elemento del desarrollo sostenible y, más en general, como forma de contribuir a alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio. La cumbre aprobó un plan de acción vinculante para los gobiernos que incluía una serie de decisiones relativas a los bosques.

2.1.4

El sector forestal de la UE ha tenido que hacer frente a un mercado de productos forestales cada vez más globalizado y a una industria forestal muy concentrada que exige una producción de madera más eficaz que antes.

2.1.5

Los bosques son muy importantes y aportan numerosos beneficios a la sociedad. Al mismo tiempo, el uso sostenible de los bosques y los servicios medioambientales que ofrecen han ido adquiriendo valor. En particular, los acuerdos medioambientales internacionales firmados por la UE y sus Estados miembros han planteado nuevos retos a la silvicultura.

2.1.6

El Consejo Europeo de Lisboa (marzo de 2000) estableció un nuevo objetivo estratégico para la UE: convertirse en la economía basada en el conocimiento más competitiva y dinámica del mundo, capaz de crecer económicamente de manera sostenible con más y mejores empleos y con mayor cohesión social. El Consejo Europeo de Gotemburgo (junio de 2001) aprobó la estrategia de desarrollo sostenible de la UE, que complementaba la Estrategia de Lisboa, en la que se exige desarrollar las políticas económica, social y medioambiental de tal forma que se refuercen mutuamente.

2.1.7

Muchas políticas, leyes y medidas comunitarias influyen directa o indirectamente en la silvicultura, pero no se ha evaluado su compatibilidad y complementariedad con la estrategia forestal de la UE y su aplicación.

2.2   La Unión Europea y la política forestal internacional

2.2.1

En su Resolución el Consejo señalaba, en relación con la estrategia forestal, que la Comunidad debería participar activamente en la aplicación de las resoluciones de la conferencia ministerial sobre silvicultura y en los debates y negociaciones internacionales sobre cuestiones relacionadas con la silvicultura, en especial el Foro de las Naciones Unidas sobre Bosques.

2.2.2

En su Dictamen de 1999 el Comité Económico y Social Europeo subrayaba que la UE debería proporcionar un respaldo sólido al establecimiento de un instrumento global legalmente vinculante para la gestión, conservación y desarrollo sostenible de todo tipo de bosques, de conformidad con los principios sobre silvicultura acordados en Río de Janeiro. Este objetivo sigue siendo pertinente desde el punto de vista de la internacionalización del comercio de productos forestales, la globalización de la industria forestal, la continuada pérdida de bosques y la necesidad de proteger los derechos de las poblaciones locales que dependen de los bosques.

2.2.3

Para evitar las operaciones ilegales de tala y venta de madera, la Comisión ha aprobado el Plan de acción sobre la aplicación de las leyes, la gobernanza y el comercio forestales (FLEGT) y una propuesta legislativa sobre la creación del régimen de autorización FLEGT. El Comité considera de la máxima importancia prevenir las operaciones ilegales de tala y venta de madera. La tala ilegal provoca graves daños medioambientales, económicos y sociales, y la madera obtenida ilegalmente distorsiona el comercio de productos derivados de la madera. Sin embargo, en lo referente a la prevención de las talas ilegales, la mayor atención debería centrarse en las medidas que puedan tomarse en colaboración con los países productores de madera para endurecer los procesos administrativos y mejorar la aplicación de la ley. Es la mejor manera de tener en cuenta los factores sociales nacionales. Además, influye en las condiciones de vida y el bienestar de las comunidades que dependen de los bosques, por ejemplo. También debería prestarse una atención especial a la protección de los bosques originales y su diversidad. Aclarar los derechos sobre la utilización de la tierra constituye una parte esencial de los esfuerzos para reducir las talas ilegales. El régimen de autorización propuesto no resuelve la necesidad de reforzar estas medidas.

2.2.4

Han aumentado las repercusiones que la política económica, social y medioambiental internacional y los acuerdos medioambientales de las Naciones Unidas tienen sobre los bosques de la UE y sobre el marco de las actividades forestales. En virtud de la Convención de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad, en 2002 se aprobó un programa de trabajo ampliado sobre la biodiversidad forestal. En el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se llegó a un acuerdo sobre el papel de los bosques en la absorción de carbono para prevenir el cambio climático. El Protocolo de Kioto en particular ha planteado al sector forestal nuevos retos y oportunidades. La silvicultura sostenible puede influir notablemente en el cumplimiento de las obligaciones que imponen los acuerdos medioambientales internacionales. Ello exige que la UE adopte un planteamiento coordinado y convergente en política medioambiental, económica y social internacional y en sus propias políticas, de tal forma que se consiga el equilibrio entre las distintas dimensiones de la silvicultura sostenible y se respeten los diversos usos de los bosques.

2.2.5

A escala paneuropea, la conferencia ministerial sobre la protección de los bosques en Europa representa el foro más importante para debatir sobre política forestal, y ha logrado crear un marco efectivo para promover una gestión y un uso de los bosques que resulten sostenibles desde el punto de vista económico, ecológico, social y cultural.

2.3   La estrategia forestal de la UE y las políticas forestales nacionales de los Estados miembros

2.3.1

La 4a conferencia ministerial sobre la protección de los bosques en Europa (celebrada en Viena del 28 al 30 de abril de 2003) insistió en la importancia de unos programas forestales nacionales para desarrollar la cooperación entre el sector forestal y otros sectores. En esa ocasión se señaló que un programa forestal nacional constituye un proceso participativo, global, intersectorial y repetido de planificación, aplicación, supervisión y evaluación de las políticas en el ámbito nacional y subnacional, con el objetivo de avanzar en la mejora de la gestión forestal sostenible, tal como se definió en Helsinki, y contribuir al desarrollo sostenible.

2.3.2

De acuerdo con el principio de subsidiariedad, los programas forestales nacionales son un medio esencial para alcanzar los objetivos de la estrategia forestal de la UE. Los programas forestales nacionales son programas marco globales y multisectoriales que valoran el impacto del sector forestal en otros sectores y viceversa. Pueden apreciar y equilibrar los distintos usos de los bosques y las expectativas de la sociedad respecto de ellos, teniendo en cuenta las características nacionales especiales. Estos programas crean coherencia y consistencia entre las políticas nacionales y los compromisos internacionales y deberían ser evaluados para comprobar si cumplen plenamente los objetivos establecidos.

2.3.3

El mejor modo de cumplir los compromisos medioambientales y de política forestal internacionales asumidos por la UE y los Estados miembros es incorporarlos a los programas forestales nacionales.

2.3.4

La UE debe promover la elaboración de programas forestales nacionales, como recomienda la Conferencia ministerial sobre la protección de los bosques en Europa, a fin de promover una silvicultura sostenible y lograr un enfoque completo en el desarrollo de la silvicultura y la política forestal en los Estados miembros y la Comunidad.

2.4   Política de desarrollo rural y silvicultura

2.4.1

El principal instrumento para aplicar la estrategia forestal en el ámbito comunitario ha sido la política de desarrollo rural. Entre 2000 y 2006 se asignaron, en el marco de la política de desarrollo rural, 4 800 millones de euros a medidas forestales: una mitad se destinó a la repoblación forestal de terrenos agrícolas y la otra mitad a otras medidas forestales.

2.4.2

El Informe Especial no 9/2004 del Tribunal de Cuentas sobre las medidas forestales en el marco de la política de desarrollo rural determinó que ni la Comisión ni los Estados miembros habían asumido la responsabilidad de valorar si los proyectos contribuyen a hacer realidad la estrategia forestal de la UE.

2.4.3

El Reglamento General sobre la ayuda al desarrollo rural (no 1257/1999, artículo 29) estipula que la ayuda a la silvicultura que ofrezcan los Estados miembros en el marco de la política de desarrollo rural debe basarse en los programas forestales nacionales o subnacionales o en instrumentos equivalentes. Algunos Estados miembros están empezando ahora a elaborar los programas nacionales y sólo en unos pocos están ya operativos.

2.4.4

La evaluación de las medidas forestales aplicadas en el marco de la política de desarrollo rural se ha visto obstaculizada por la falta de datos de la Comisión al respecto. No existe ningún sistema efectivo para supervisar las medidas forestales que los Estados miembros llevan a cabo con financiación comunitaria.

2.4.5

Pese a que una parte significativa de la financiación se utiliza para la repoblación forestal, no se han fijado objetivos operativos claros en cuanto a cómo deberían desarrollarse estas medidas dentro de la estrategia forestal, en particular teniendo en cuenta los objetivos medioambientales.

2.4.6

Son muchas las direcciones generales y unidades de la Comisión que participan en el procedimiento de aprobación de los planes y programas operativos para el desarrollo rural, así como en la aprobación de las medidas forestales. La complejidad del proceso decisorio ha limitado la utilización de la política de desarrollo rural en la puesta en práctica de la estrategia forestal de la UE.

2.4.7

Por otra parte, es necesario aclarar si no sería más eficaz concentrar los recursos de la UE no en subvencionar la repoblación forestal, sino en la promoción del mercado maderero, en mecanismos de compensación de los servicios medioambientales, en investigación, formación e información, así como en medidas de desarrollo rural que aseguren las mejoras en las condiciones y el empleo a largo plazo dentro del sector forestal y en los servicios medioambientales que ofrecen los bosques.

2.4.8

Asimismo, debe recordarse que la silvicultura y la madera pertenecen a una industria orientada al mercado y que forman parte del sector abierto de la economía. El mercado interior de la UE sólo funcionará eficazmente si la competencia en el mercado maderero no está falseada por la política de ayudas.

2.5   Protección de los bosques y salvaguarda de los servicios medioambientales que ofrecen los bosques

2.5.1

La práctica de la silvicultura debe ser sostenible desde el punto de vista económico, ecológico, social y cultural. Proteger los bosques, controlar su estado, reparar daños y salvaguardar los servicios medioambientales que ofrecen son aspectos esenciales de una silvicultura sostenible. El uso sostenible de los bosques debe salvaguardarse garantizando una regeneración adecuada.

2.5.2

Los objetivos clave en lo que afecta a los bosques de la UE son conservar su buen estado y su vitalidad protegiéndolos de los contaminantes del aire, los incendios forestales y otros agentes dañinos, tanto orgánicos (enfermedades, insectos) como inorgánicos (erosión).

2.5.3

El fuego quema todos los años unas 400 000 hectáreas de bosque en la UE. Los incendios forestales son un grave problema, especialmente en los Estados miembros del sur. Además de prevenirlos, la Comunidad ha recabado información sobre ellos y ha estudiado sus dimensiones y sus causas. La Comunidad ha establecido un marco para la recogida sistemática de datos sobre la gravedad y las razones de los incendios forestales. Este sistema se ha utilizado para evaluar y supervisar las medidas tomadas por los Estados miembros y la Comisión para evitar los incendios forestales. La protección de los bosques y del medio ambiente de la UE sólo tendrá éxito si se desarrolla un enfoque eficaz para controlar y evitar los incendios forestales.

2.5.4

Las principales leyes sobre la conservación del buen estado y la vitalidad de los bosques son la Directiva sobre fitoprotección, la Directiva sobre comercialización de material de reproducción forestal y el Reglamento marco sobre interacción de los bosques y el medio ambiente (Forest Focus).

2.5.5

El Reglamento Forest Focus establece un marco para un régimen comunitario que permita continuar con la supervisión del buen estado de los bosques y crear programas para evitar los incendios forestales, así como desarrollar y diversificar los sistemas de supervisión. El objetivo es obtener datos fiables y comparables sobre el estado de los bosques y sobre los factores negativos que afectan a los ecosistemas forestales de la Comunidad.

2.5.6

Ya están recabándose datos en el marco de acuerdos internacionales, la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), el Comité de la Madera de la Comisión Económica para Europa, EUROSTAT y las conferencias ministeriales sobre la protección de los bosques en Europa dedicadas a la biodiversidad forestal, los recursos forestales, el secuestro del carbono, el ciclo del carbono y los productos forestales y sus efectos protectores. Al desarrollar los regímenes de supervisión de la Comunidad es importante basarse en los de ámbito nacional, paneuropeo y global que ya existen o están en preparación, así como garantizar la protección de la intimidad de los propietarios a la hora de tratar y publicar los datos.

2.5.7

La Directiva de la Comunidad sobre fitoprotección contiene disposiciones sobre la protección de las plantas y de productos de origen vegetal contra sustancias nocivas, así como sobre el control de plagas. También fija normas para el comercio internacional de productos derivados de la madera y materiales de reproducción forestal. El cambio climático incrementa el riesgo de transmisión y aparición de plagas. Para proteger los bosques y evitar la transmisión de plagas graves en el territorio de la UE es necesario garantizar unas normas de protección de las plantas suficientemente estrictas y una vigilancia eficaz. Sin embargo, estas medidas no deben dar lugar a otras que produzcan distorsión debido al uso de la legislación correspondiente como barrera no arancelaria al comercio.

2.5.8

Los bosques y la biodiversidad forestal son una parte esencial del entorno natural de Europa. Proteger la biodiversidad forestal es un aspecto clave de la política medioambiental de la Comunidad. La estrategia forestal afirma que la conservación de la biodiversidad forestal de la Unión depende, en gran parte, de unas medidas adecuadas para la gestión de los bosques. La biodiversidad también puede protegerse con una silvicultura sostenible, estableciendo áreas de conservación forestal. De acuerdo con el principio de subsidiariedad, corresponde a los Estados miembros la responsabilidad de incorporar los asuntos relativos a la biodiversidad, según corresponda, en sus programas forestales nacionales o instrumentos correspondientes.

2.5.9

Las leyes más importantes sobre la protección de la biodiversidad forestal son la Directiva de hábitats (92/43/CEE) y la Directiva sobre aves silvestres (79/409/CEE). En el ámbito de la Comunidad, la conservación de especies y hábitats protegidos se ha conseguido gracias a una red de zonas de conservación especial: Natura 2000. En la gestión y el control de las zonas incluidas en Natura 2000 deben tenerse en cuenta las condiciones sociales, económicas y de información previas, las consecuencias financieras y las características locales y regionales específicas.

2.5.10

Incorporar la protección de la biodiversidad forestal a la práctica de la explotación forestal sostenible de todas las superficies de bosques y la red Natura 2000 es una condición indispensable para conseguir los objetivos de conservación de la biodiversidad y el cumplimiento de las obligaciones internacionales vinculantes.

2.5.11

A escala comunitaria, la conservación de la biodiversidad forestal está igualmente guiada por la estrategia comunitaria en materia de biodiversidad (COM(1998) 42). La Comunicación sobre una estrategia en materia de biodiversidad subraya la importancia de tener presentes, de forma equilibrada, la necesidad de garantizar la conservación y el fomento adecuado de la biodiversidad en los bosques, la necesidad de conservar el buen estado de los bosques y el equilibrio ecológico y la producción sostenible de materias primas para los bienes y servicios que precisan la industria forestal y la sociedad. También se señala que las acciones para fomentar y conservar la biodiversidad forestal deben ser parte de una estrategia forestal comunitaria.

2.5.12

La demanda de los servicios medioambientales que ofrecen los bosques ha aumentado, al igual que las expectativas de la sociedad. Mantener y desarrollar las funciones sociales y recreativas de los bosques es un aspecto primordial de la silvicultura sostenible. Debe alentarse la cooperación con las ONG y las organizaciones de consumidores de forma que la silvicultura pueda ofrecer productos, servicios y aplicaciones que respondan a las necesidades de los ciudadanos. Los ciudadanos y los propietarios forestales deben estar informados del impacto medioambiental de sus actividades y de los planteamientos sostenibles existentes. A fin de poder demostrar la importancia de los servicios que prestan los bosques para la economía y la sociedad, en todos los Estados miembros deberían realizarse estudios sobre la situación general de los bosques.

2.5.13

La gestión y el uso de los bosques en los países de la UE están regulados desde hace tiempo por distintos sistemas de política forestal. Es fundamental respetar los derechos de los propietarios forestales para determinar el uso de sus bosques y utilizar los recursos de éstos de conformidad con la ley y con los principios de una explotación forestal sostenible. Cuando la consecución de beneficios sociales y medioambientales va más allá de los requisitos jurídicos de la gestión forestal y afecta adversamente a la viabilidad económica del sector forestal y el derecho de los propietarios a decidir en cuestiones relativas a su propiedad forestal, se impone establecer mecanismos de compensación apropiados.

2.5.14

Los servicios medioambientales y otros beneficios que se obtienen de los bosques pertenecen a los propietarios forestales y también deben ser valorados como tales. Debe existir la posibilidad de marcar un valor a los servicios medioambientales que proporcionan los bosques y han de desarrollarse unos modelos operativos que alienten su producción de forma voluntaria y orientada al mercado.

2.6   Los bosques y el cambio climático

2.6.1

Los bosques (incluido el suelo forestal) son importantes pozos de dióxido de carbono y depósitos de carbono. Al almacenar el carbono, los bosques ralentizan el efecto invernadero y el calentamiento global. Mantener unos bosques productivos y garantizar su renovación puede servir para conservar su importante papel en la absorción de carbono.

2.6.2

Los productos derivados de la madera pueden utilizarse para sustituir a otros productos más nocivos en cuanto al cambio climático. Promover el uso de la madera puede ayudar a aumentar la cantidad de carbono acumulado en los productos. Incrementar el uso de energía obtenida de la madera puede servir para compensar el empleo de combustibles fósiles y reducir el daño atmosférico que provocan.

2.6.3

El cambio climático afecta también a los ecosistemas y a las condiciones básicas para la práctica de la silvicultura. Un bosque bien gestionado sienta las bases para adaptarse al cambio climático. Dado que la silvicultura exige plazos prolongados, la adaptación al cambio climático debe empezar con mucha antelación. La silvicultura también puede aprovechar el cambio climático y producir unos efectos en cadena positivos para la sociedad y para prevenir el cambio climático. Dada la gran variedad de ecosistemas y actividades forestales de la UE, es muy razonable que la adaptación se gestione a escala nacional. A escala comunitaria pueden aportarse ayudas para la investigación sobre la adaptación al cambio climático y para el desarrollo de sistemas de información.

2.7   La competitividad del sector forestal de la UE y la promoción del empleo en silvicultura

2.7.1

El sector forestal es uno de los sectores económicos más importantes de la UE. El sector forestal y la silvicultura en particular emplean mucha mano de obra y, por tanto, son una fuente destacada de empleo. Las pequeñas y medianas empresas forestales tienen una importancia especial para la vitalidad de las zonas rurales y su tasa de empleo. La silvicultura y las industrias afines dan trabajo a unos 3,4 millones de personas en la UE y el valor de su producción anual ronda los 356 000 millones de euros.

2.7.2

El efecto de la silvicultura sobre el empleo no se limita al sector del tratamiento de la madera, sino que se amplía también a productos forestales no derivados de la madera y otros productos biológicos obtenidos de los bosques. Los productos forestales no derivados de la madera, como el corcho, las setas y las bayas, así como el turismo ecológico y las actividades relacionadas con la caza, suponen una importante fuente de ingresos. También es posible crear nuevos empleos y fuentes de ingresos desarrollando los servicios medioambientales y recreativos que ofrecen los bosques.

2.7.3

Gracias a la aplicación de la estrategia forestal ha sido posible promover eficazmente las cuestiones relacionadas con el medio ambiente. El desarrollo de medidas medioambientales también se ha visto apoyado por la decidida política medioambiental de la UE. De acuerdo con la estrategia de desarrollo sostenible de la UE aprobada por el Consejo Europeo de Gotemburgo y con arreglo a la Estrategia de Lisboa, el sector y la industria forestales de la UE deberían desarrollarse de tal modo que desempeñaran un papel esencial en la consecución de los objetivos de competitividad, crecimiento económico, empleo y cohesión social.

2.7.4

Aunque el equilibrio entre los distintos usos puede variar considerablemente según el país y la región, la producción de madera sigue siendo la primera actividad forestal, aunque sólo se recoge aproximadamente el 60 % del crecimiento anual de los bosques. La explotación de los recursos madereros de la UE puede aumentarse sin poner en peligro la sostenibilidad de los productos derivados de la madera ni los demás usos de los bosques. Un uso más eficaz de los recursos forestales de la UE permitiría aumentar los puestos de trabajo en el sector, la capacidad de la industria forestal y la autosuficiencia de la UE en productos forestales.

2.7.5

La competitividad de la industria forestal de la UE se ha tratado en una Comunicación específica y en la evaluación de ésta. En todo caso, es fundamental que la silvicultura y las industrias silvícolas coordinen sus actividades en el sector forestal.

2.7.6

La UE necesita una atractiva industria del tratamiento de la madera. Ello exige la cooperación entre el sector forestal y las comunidades locales, a fin de aumentar el grado de competencia del sector. Salvaguardar la sostenibilidad y el suministro de las materias primas que producen los bosques es un requisito esencial para la producción en el sector forestal.

2.7.7

Una explotación forestal sostenible debe ser la base de un sector forestal europeo competitivo, y por ello deben arbitrarse medios para que la explotación forestal sea una actividad económicamente viable.

2.7.8

La eficacia, rentabilidad y competitividad de la silvicultura y la producción maderera de la UE también deben valorarse con independencia de la competitividad de la industria forestal. La estrategia forestal no refleja adecuadamente la importancia económica de los bosques ni, por ejemplo, el funcionamiento del mercado de la madera. Mantener y aumentar la competitividad significa aumentar la rentabilidad de la silvicultura, crear unas condiciones operativas favorables para una explotación comercial eficaz de las masas forestales y desarrollar métodos para la producción de madera. Una producción de madera rentable permite invertir en la salvaguarda y el desarrollo de la sostenibilidad ecológica y económica de los bosques. Ahora bien, ello no debe ir en detrimento de una explotación forestal sostenible desde el punto de vista ecológico y social. Por esta razón, hay una gran necesidad de investigación en este ámbito para estudiar la influencia de una gestión de los bosques cada vez más mecanizada en los elementos ecológicos y sociales y evitar las consecuencias negativas.

2.7.9

La potenciación del uso plurifuncional de los bosques genera valor añadido y aumenta la sostenibilidad tanto de la economía del sector privado como de la economía en general. Los recursos, especialmente para actividades de investigación y desarrollo, deben concentrarse en desarrollar nuevos usos para los bosques y sus materias primas, así como en establecer mercados eficientes para sus productos y servicios.

2.8   Promover el uso de la madera

2.8.1

La madera es una materia prima renovable y reciclable cuyos productos absorben cantidades significativas de carbono, con lo que ralentizan el calentamiento global. La energía forestal puede utilizarse para sustituir otras que dañan más el medio ambiente y que utilizan fuentes no renovables.

2.8.2

Para promover el uso de la madera debería crearse una estrategia a largo plazo, centrada, entre otras cosas, en los obstáculos a la utilización de la madera que se derivan de la legislación y las normas, en las actividades de investigación y desarrollo, en usos innovadores de la madera, en mejorar las capacidades y en comunicación e información.

2.8.3

La energía procedente de la madera debe promocionarse como parte de una estrategia de la UE para fomentar las formas de energía innovadoras y el plan de acción de la biomasa. El mercado de la energía procedente de la madera debe desarrollarse en función de la demanda. La promoción del uso de este tipo de energía debe tener en cuenta las necesidades de materia prima del sector del tratamiento de la madera.

2.8.4

También es importante reconocer que el uso sostenible de los recursos naturales renovables es crucial para la competitividad y la sostenibilidad económica a la hora de definir el papel de la silvicultura y las condiciones en que se desarrolla. La estrategia de desarrollo sostenible de la UE y su política ambiental, en particular la estrategia para el uso sostenible de los recursos naturales, debe tener presente el papel especial de los recursos naturales renovables en la construcción de una sociedad más sostenible.

2.9   Desarrollar capacidades y conocimientos en el sector de la silvicultura

2.9.1

En Europa abundan los propietarios forestales. El Estado, las empresas públicas y las grandes empresas poseen grandes superficies forestales, en tanto las propiedades de carácter familiar son de dimensiones reducidas. La silvicultura estatal puede tener un papel destacado tanto en la producción de madera como, de forma especial, en la producción de servicios sociales y medioambientales.

2.9.2

Es fundamental desarrollar los conocimientos de todos cuantos forman parte del sector de la silvicultura (trabajadores, industria, propietarios forestales, organizaciones de asesoría y servicios, autoridades responsables de la silvicultura pública) y su capacidad para responder a futuros desafíos. Un aspecto de este esfuerzo es mejorar las condiciones y la capacidad de las organizaciones de los propios interesados y poner en marcha medidas prácticas. Debe aumentar la cooperación entre el sector de la silvicultura y la sociedad civil a fin de desarrollar una silvicultura sostenible.

2.9.3

Alrededor del 60 % de los bosques de la UE son de propiedad privada y hay unos dieciséis millones de propietarios privados. Debe garantizarse la igualdad de oportunidades para las propiedades familiares en cuanto a la silvicultura sostenible, la producción de madera y el acceso al mercado. Las asociaciones de propietarios forestales también han demostrado ser un modo eficaz de proporcionar información sobre la silvicultura y la forma de practicarla. El desarrollo de las asociaciones de propietarios forestales ha permitido, asimismo, combatir la fragmentación de la propiedad.

2.10   Certificación de los bosques

2.10.1

La certificación de los bosques es un procedimiento voluntario y orientado al mercado para promover la silvicultura sostenible e informar a los clientes y otros grupos interesados del compromiso con la silvicultura sostenible, y puede utilizarse para sustentar otras actividades encaminadas a promoverla. Los sistemas de certificación de los bosques deben respetar el principio de la voluntariedad y los de credibilidad, transparencia, rentabilidad y no discriminación, además de la posibilidad de que participen distintas partes interesadas.

2.10.2

Es importante que la certificación de los bosques siga siendo un instrumento voluntario. No deben introducirse normas comunitarias que puedan acabar con la naturaleza voluntaria de la certificación o que impongan a los propietarios forestales y demás interesados en la silvicultura unos requisitos de gestión obligatoria de los bosques más estrictos que los que recoge la legislación vigente.

2.10.3

Puesto que la certificación de los bosques es un instrumento orientado al mercado, el papel de los gobiernos nacionales o de la UE se limita a respaldar iniciativas del sector privado y de las ONG para promoverla. No obstante, los gobiernos no pueden encabezar este proceso.

2.10.4

La UE debe garantizar que el mercado interior funcione sin limitaciones. Desde la perspectiva del sector de la silvicultura es importante que el gobierno, a través de sus acciones, no favorezca un régimen concreto de certificación de los bosques: el mercado ha de ofrecer alternativas y debe haber libre competencia. La tarea del gobierno es garantizar que no surjan obstáculos artificiales al comercio.

2.11   La UE y la investigación en materia forestal

2.11.1

El sector de la silvicultura sólo podrá responder a los retos de competitividad y desarrollo sostenible con procedimientos, métodos de producción y productos nuevos e innovadores. Debe acrecentarse el papel de las actividades de investigación y desarrollo en el ámbito de la silvicultura en los programas marco de investigación actuales y futuros de la UE.

2.11.2

El 7o Programa Marco de Investigación de la UE abarca el período comprendido entre 2007 y 2013. Las plataformas tecnológicas europeas son un nuevo instrumento para preparar y poner en marcha el programa marco. La industria papelera europea (CEPI), las industrias de transformación de la madera (Cei-Bois) y los propietarios forestales familiares (CEPF) han presentado a la Comisión una iniciativa conjunta para una plataforma tecnológica del sector de la silvicultura («Uso innovador y sostenible de los recursos forestales»).

2.11.3

Es esencial aumentar la proporción de proyectos de investigación sobre las repercusiones del cambio climático, el estado de los bosques y los correspondientes sistemas de supervisión. La UE debería fomentar, mediante la investigación y un intercambio de información ulterior, los conocimientos de los propietarios forestales y animarles a adaptar sus bosques al cambio climático.

2.12   Coordinación de las cuestiones forestales

2.12.1

Un requisito previo para la gestión de las cuestiones forestales y la aplicación de medidas en silvicultura es la coordinación efectiva entre las políticas que afectan a los bosques y a la silvicultura. El objetivo debe ser que la Comunidad preste más atención a los efectos que sus decisiones en distintos ámbitos políticos tienen sobre la silvicultura.

2.12.2

El Comité Económico y Social Europeo alaba el trabajo del grupo interservicios sobre silvicultura de la Comisión para mejorar la coordinación de las cuestiones relativas a los bosques y la silvicultura. Sin embargo, mejorar la coordinación y definir más claramente las competencias exige un organismo único que sea responsable de coordinar la aplicación, el intercambio de información y la interacción entre las distintas DG, además de comunicarse con las autoridades de los Estados miembros responsables de la silvicultura y con los grupos interesados correspondientes e informarles. Es de gran importancia garantizar que esta coordinación se produzca a un nivel suficientemente alto y es necesario contar con un personal y otros recursos suficientes para que las medidas comunitarias puedan apoyar el desarrollo sostenible.

2.12.3

Tanto el Comité permanente forestal (CPF) como el grupo consultivo de la silvicultura y la producción de corcho deben disponer de recursos apropiados para desarrollar su trabajo. Por otro lado, debe ampliarse el ámbito para que los grupos interesados participen en el proceso decisorio a través de las reuniones periódicas de los grupos consultivos. La experiencia en silvicultura de los Estados miembros debe aprovecharse en los otros grupos de trabajo del Consejo, especialmente el Comité STAR, cuando se debatan cuestiones relacionadas con la silvicultura. La coordinación de las actividades llevadas a cabo por los comités y los grupos de trabajo que se ocupan de cuestiones relacionadas con los bosques ha de ser eficaz, tanto en el seno de la Comunidad como en la silvicultura internacional. Las reuniones de los grupos consultivos y de trabajo deben desarrollarse de tal manera que las DG que se ocupen de cuestiones pertinentes para la silvicultura (agricultura, energía, medio ambiente, empresa, investigación) mantengan conversaciones con los principales grupos interesados (propietarios de bosques y tierras, la industria forestal, ONG y otros).

2.12.4

A la hora de establecer las obligaciones internacionales es preciso aclarar la distribución de competencias entre la Comunidad y los Estados miembros, así como respetar el principio de subsidiariedad. Los Estados miembros y la Comisión coordinan sus posiciones en cuestiones internacionales en el seno del grupo de trabajo del Consejo sobre bosques. Es necesario reforzar la posición de este grupo de trabajo y debería atribuírsele un papel formal y coherente.

3.   Plan de acción para reforzar la aplicación de la estrategia forestal

3.1.1

Se necesita una vía más eficaz para desarrollar la silvicultura sostenible y aprovechar el potencial de los bosques para promover el desarrollo sostenible. El Comité respalda el plan de acción propuesto por la Comisión, pues serviría como instrumento de coordinación y marco de referencia para poner en práctica medidas en el sector de la silvicultura.

3.1.2

El CESE recomienda que la Comisión, junto con los Estados miembros, defina un planteamiento claro y objetivos estratégicos para los bosques de la UE amparándose en el modelo de silvicultura europeo. Para ello deberían basarse y apoyarse en las decisiones en materia forestal de la Declaración de Río y la Agenda 21, confirmadas en la Cumbre Mundial sobre desarrollo sostenible de Johannesburgo (CMDS), donde se ratificó que la gestión forestal sostenible es un aspecto del desarrollo sostenible. Por otra parte, las acciones de la Comunidad relacionadas con la silvicultura deberían fomentar la contribución de los bosques a la creación de una sociedad sostenible y a los objetivos de desarrollo en general, incluidos los de la Estrategia de Lisboa, el acuerdo de Gotemburgo y los objetivos de desarrollo del milenio.

3.1.3

Tomando como base las recomendaciones del presente dictamen, el planteamiento que se pide debería incluir, como mínimo, los aspectos que se enumeran a continuación. Los bosques europeos, la silvicultura y la industria maderera serán un factor clave que contribuirá a una sociedad europea sostenible. Una silvicultura y un sector maderero orientados al mercado, viables económicamente y competitivos que refuercen las redes económicas regionales ofrecen puestos de trabajo y son un medio de subsistencia, y podrían tener repercusiones especiales en la economía y el desarrollo regional. Los bosques son bases fundamentales de los servicios de interés general y también son importantes en relación con los valores recreativos, la cultura y el medio ambiente. El sector forestal europeo aporta conocimientos innovadores y alta tecnología. La UE debería contribuir activamente a los procesos internacionales relacionados con la silvicultura, de conformidad con las decisiones de la CMDS y el Foro de las Naciones Unidas sobre los Bosques.

3.1.4

Los objetivos estratégicos del plan de acción deberían basarse en los principios de coordinación y de aportar un valor añadido a la política forestal actual. El sector forestal debe reconocerse como sector independiente y, en consecuencia, debería llevarse a cabo una evaluación previa de todas las futuras políticas y de las medidas relacionadas.

3.1.5

El plan de acción de la UE para la gestión sostenible de los bosques debería abarcar todas las dimensiones de la silvicultura sostenible y la cadena de producción forestal en su totalidad. Sin embargo, a fin de garantizar un uso eficaz de los recursos de la Comunidad en este plan de acción, debe existir la posibilidad de especificar qué actividades y medidas deben recibir principalmente tales recursos.

3.1.6

Es importante que el plan de acción permita tener en cuenta la perspectiva forestal a la hora de poner en práctica otras políticas comunitarias, como las de medio ambiente, energía, desarrollo rural e industria, de tal manera que en la promoción de la silvicultura se refleje la dimensión económica, ecológica, social y cultural de la sostenibilidad.

3.1.7

En el marco del plan de acción debería desarrollarse un sistema de recogida de información sobre servicios medioambientales y su evaluación. Asimismo, debería respaldar el desarrollo de modelos operativos innovadores y orientados al mercado para la creación de servicios medioambientales forestales. Deben estudiarse las posibilidades de unos sistemas de pago orientados al mercado, a fin de compensar los servicios medioambientales no basados en la madera (protección de los recursos hídricos, secuestro del carbono) que proporcionan los propietarios forestales.

3.1.8

Debe darse prioridad a la creación de un entorno óptimo para garantizar la competitividad y la viabilidad económica del sector forestal. El plan de acción debería especificar las formas de apoyar el desarrollo de modelos operativos innovadores que aporten un valor añadido a la silvicultura y de promover iniciativas empresariales en el sector forestal. Ello debería incluir disposiciones para establecer un mercado europeo de la madera que ofreciera una visión instantánea, global y transparente de las tendencias económicas (oferta y demanda) en cuanto a los distintos tipos de madera y al que los propietarios forestales podrían acceder en todo momento a través de Internet.

3.1.9

Un elemento clave del plan de acción debe ser promover la utilización de la madera y otros productos forestales como materias renovables e inocuas para el medio ambiente. Es preciso elaborar y poner en práctica, en el marco del plan de acción, un programa de información y comunicación sobre la madera y demás productos forestales. El plan de acción también debe tener en cuenta el uso de la madera como fuente de energía renovable.

3.1.10

Por otra parte, el plan de acción debe respaldar la promoción de la investigación y el desarrollo en los bosques. Un aspecto de tal actividad sería incorporar grandes proyectos de investigación forestal al 7o Programa Marco de Investigación de la UE y favorecer la iniciativa de una plataforma tecnológica para el sector. Los estudios científicos (contratos de investigación) llevados a cabo conjuntamente con destacados centros universitarios europeos especializados en silvicultura deberían determinar cuántos trabajadores precisa el sector forestal europeo y cuál ha de ser su cualificación, a fin de que el sector opere eficazmente, de forma sostenible y respetando la naturaleza y de conformidad con las leyes, reglamentos y requisitos de certificación. Asimismo, debería procederse al estudio de las agrupaciones forestales.

3.1.11

El plan de acción debería procurar determinar de qué forma los esfuerzos de la UE pueden apoyar el proceso de la conferencia de ministros europeos de asuntos forestales y la aplicación de las decisiones que se tomen en ella. En particular debe reforzar la aplicación de los programas forestales nacionales, de conformidad con el enfoque general establecido en la conferencia de ministros europeos de asuntos forestales.

3.1.12

El plan de acción debe contemplar programas de intercambio de trabajadores del sector forestal entre distintos países, para que puedan conocer los puntos débiles y fuertes de los sistemas nacionales y, de ese modo, desarrollar nuevos enfoques para el trabajo en su propio país.

3.1.13

Un aspecto del plan de acción debería estribar en definir formas prácticas de mejorar la coordinación y la comunicación en lo referente al proceso decisorio de la UE respecto de los bosques. Una plataforma europea de información y comunicación, concebida para que los ciudadanos se sientan más próximos a Europa, debería agrupar las numerosas e interesantes actividades del sector forestal europeo e informar directamente a los interesados de los distintos países y regiones.

3.1.14

La aplicación del plan de acción precisa también que se distribuyan responsabilidades y se asignen los recursos adecuados.

3.1.15

Un elemento importante del plan de acción deben ser las medidas para aumentar y mantener la biodiversidad forestal. Para ello habrá que fomentar, por un lado, la biodiversidad en zonas protegidas mediante programas específicos (por ejemplo, las ayudas de Natura 2000) y aumentar la sensibilización y aceptación de estas cuestiones entre los ciudadanos, los propietarios forestales y sus asociaciones. Por otro lado, a fin de garantizar la biodiversidad en el resto de las superficies forestales debe desarrollarse un conjunto de instrumentos para conservar y mejorar la biodiversidad típica de los bosques. Además, habrá que promover la creación de zonas totalmente protegidas. Debido a sus obligaciones especiales, los bosques de propiedad pública deberían constituir un elemento fundamental de estas actividades, mientras que habría que establecer medidas de compensación apropiadas para los bosques privados.

3.1.16

A fin de poder evaluar la eficiencia de las medidas e instrumentos adoptados, es indispensable ampliar los diferentes sistemas de supervisión del plan de acción e integrarlos en un planteamiento conjunto. Por ello, es imprescindible realizar registros cartográficos de la biodiversidad dentro y fuera de las zonas protegidas, así como estudiarla y supervisarla. También es indispensable recoger de forma regular y exhaustiva datos sobre el estado de los bosques. La investigación y la supervisión tienen que servir para evaluar en qué grado las medidas de política forestal pueden contribuir a la conservación de la biodiversidad.

4.   Conclusiones

4.1

El Comité Económico y Social Europeo (CESE) cree que la estrategia forestal y su aplicación deben seguir basándose en el principio de subsidiariedad y en el concepto de una estrategia forestal que sea económica, ecológica, social y culturalmente sostenible.

4.2

El CESE insiste en que en la aplicación de la estrategia forestal debe prestarse atención al ajuste de sus objetivos a las Estrategias de Lisboa y de Gotemburgo de la UE.

4.3

El CESE cree que la Unión Europea debería trabajar de forma constante con miras a la consecución de un acuerdo global y legalmente vinculante para la gestión, conservación y desarrollo sostenible de todo tipo de bosques, de conformidad con los principios sobre silvicultura acordados en la conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo de 1992. Del mismo modo apoya la puesta en práctica de las propuestas para la elaboración de medidas que aprobaron el Grupo Intergubernamental sobre los Bosques y el Foro Intergubernamental sobre los Bosques. El CESE insiste, asimismo, en que la Unión Europea debe tomar medidas para garantizar que los procesos e instrumentos actuales, diseñados para promover una silvicultura sostenible, queden plenamente recogidos en los acuerdos medioambientales internacionales.

4.4

El CESE señala que las conferencias ministeriales sobre la protección de los bosques de Europa deben tener un papel destacado en la cooperación forestal entre los países europeos, y que las decisiones tomadas en tales conferencias deberán incorporarse, en su caso, a la estrategia forestal de la UE.

4.5

El CESE subraya el positivo impacto del sector forestal en el empleo y la vitalidad de las zonas rurales, así como en el desarrollo de actividades empresariales rurales. Las medidas forestales llevadas a cabo en el contexto de la política de desarrollo rural deberían basarse en los programas forestales nacionales que, a su vez, deberían potenciar la consecución de los objetivos de la estrategia forestal de la UE. El CESE pide también que se creen sistemas para supervisar las medidas forestales de los Estados miembros en el marco de la Directiva sobre desarrollo rural y cofinanciadas por la UE, así como su impacto. El CESE recuerda que las ayudas a la silvicultura otorgadas en el marco de la política de desarrollo rural no deben falsear la competencia en el mercado de la madera y otros productos forestales.

4.6

El CESE destaca el efecto beneficioso que tienen los bosques para la salud humana y cómo contribuyen a levantar el espíritu y al relax de los trabajadores. Por consiguiente, solicita a los Estados miembros que respeten el principio de acceso público a los recursos de la naturaleza, permitiendo así a todas las personas el libre acceso a los bosques y estableciendo también la responsabilidad pública de respetar la ley, observar los horarios de acceso a los bosques establecidos por sus propietarios y respetar las normas de protección medioambiental

4.7

En opinión del CESE, una aplicación equilibrada de la estrategia forestal exige que las decisiones tomadas en relación con la política medioambiental de la Unión Europea y los objetivos de su estrategia forestal sean coherentes y complementarias entre sí.

4.8

El CESE señala que proteger los bosques y salvaguardar el medio ambiente y los servicios sociales que aquéllos producen son aspectos importantes de la silvicultura sostenible, y que en tal protección de los bosques y de la producción de servicios medioambientales deben asignarse recursos al desarrollo de modelos operativos que alienten un enfoque de carácter voluntario y orientado al mercado. El logro de los beneficios sociales y medioambientales que necesita la sociedad no debe limitar innecesariamente la propiedad ni los derechos de los propietarios a decidir, ni debe representar una amenaza a la rentabilidad de la silvicultura cuando ésta se desarrolle de conformidad con la legislación y los principios de la silvicultura sostenible.

4.9

El CESE considera esencial reconocer la importancia de los bosques y los productos que de ellos se obtienen de cara a controlar el cambio climático, y cree que la UE debería promover la investigación y el intercambio de información para adaptarse al cambio climático.

4.10

El CESE cree que la Comisión Europea debería prestar una atención particular a aquellos aspectos que puedan reforzar el trabajo de la Comunidad para crear un entorno favorable a la silvicultura sostenible. El CESE considera igualmente que la aplicación equilibrada de la estrategia forestal, así como de las Estrategia de Lisboa y Gotemburgo, exige que se fomente más la explotación comercial de los bosques y se cuiden más la rentabilidad, la competitividad y el empleo en el sector forestal.

4.11

El CESE considera necesario promover la utilización de la madera y otros productos forestales como materias primas y fuentes de energía renovables e inocuas para el medio ambiente, y que a tal fin es preciso elaborar una estrategia a largo plazo.

4.12

Para el CESE es necesario que los interesados tengan una mayor capacidad para desarrollar una silvicultura sostenible. El CESE considera importante que los pequeños propietarios forestales tengan oportunidad de desarrollar sus actividades forestales de forma sostenible reforzando a las organizaciones que representan a los propietarios forestales privados. Es necesario aumentar la capacidad institucional para promover una silvicultura sostenible en los nuevos Estados miembros y, además, se presenta el reto particular de desarrollar estructuras de propiedad privada y estructuras institucionales.

4.13

El CESE recuerda que la certificación de los bosques es un instrumento opcional y orientado al mercado para promover la silvicultura sostenible. El CESE cree que la UE debe asumir la responsabilidad del buen funcionamiento del mercado interior y garantizar que la certificación de los bosques no se convierta en un obstáculo artificial al comercio.

4.14

El CESE considera importante fomentar la sostenibilidad, capacidad y competitividad del sector forestal a través de la investigación y el desarrollo.

4.15

Para el CESE es esencial aumentar más la coordinación entre las principales cuestiones políticas y considera que las repercusiones para el sector forestal quedarían mejor reflejadas en un proceso decisorio respecto de las diversas políticas sectoriales. Para mejorar la coordinación debería designarse un organismo único, responsable de aplicar la estrategia forestal y de la comunicación con las distintas DG, los Estados miembros, las autoridades responsables de la silvicultura y los grupos interesados.

4.16

El CESE respalda la propuesta de la Comisión de introducir un plan de acción especial para la aplicación de la estrategia forestal. El CESE cree importante que dicho plan de acción incluya una definición de prioridades y competencias, y que se destinen recursos suficientes a su aplicación.

Bruselas, 26 de octubre de 2005.

La Presidenta

del Comité Económico y Social Europeo

Anne-Marie SIGMUND


  翻译: