Habitación: 210 Fecha de entrada: 12/05/2024 Tarifa: 100€ (AD) Lejos del centro de la ciudad, pero muy cerca del Aeropuerto, en uno de esos parques en los que uno puede encontrar todas las banderas hoteleras que operan en el país, todas las grandes superficies y todas las cadenas de comida más o menos rápida. Rodeado de pequeños jardines y parterres y un amplísimo aparcamiento, encontramos este edificio nuevo, en colores oscuros, de cuatro alturas y ventanas cuadradas; con un enorme pórtico con porche, bajo el que aparca el bus de cortesía al aeropuerto, y en el que encontramos la puerta de acceso. Dos tramos de puertas correderas automáticas en aluminio y cristal con una zona alfombrada en medio nos dejan en la tranquila recepción. A la izquierda varios cómodos sofás con butacas y mesas bajas delante de una enorme televisión que proyecta deportes y noticias. Al frente, un espacio generoso con mesas y sillas y enormes ventanales a la calle, que durante la mañana hace las veces de desayunador y el resto del día de zona de trabajo y tertulia. A la derecha, en un rincón, una pequeña tienda de conveniencia con artículos médicos, higiénicos, alimentación y bebidas. A continuación dos mostradores individuales, separados, en madera, con unas grandes pantallas sobre los mismos y atendido por una joven de color. Suelos en mármol blanco y paredes en madera cuidada. Sensación de acogida, calidez y modernidad. Llegamos tarde, muy tarde, y la joven simplemente nos pregunta el nombre de la reserva y automáticamente nos entrega las dos tarjetas que hacen de llave de la habitación en una cartulina. Todo está ya preparado para que nos vayamos a descansar cuanto antes. Mientras estamos yendo hacia el ascensor nos indica el funcionamiento del wifi -veloz, gratuito y estable en todo el hotel- y el madrugador horario del desayuno. Hacia la derecha, en un pasillo en el que encontramos, acristalado, el gimnasio primero y la pequeña piscina cubierta después, atravesamos un pequeño business center con una mesa alta y una silla a juego, con un ordenador con impresora, unos blocks de notas y algunos bolígrafos. A su lado, y antes de los dos enormes ascensores de puertas metálicas automáticas, hay varios cuadros con motivos alusivos a las montañas Rocosas. Igualmente, un mural recuerda el origen del nombre de la cadena. Los dos ascensores son nuevos y modernos. Amplios. En su interior: paredes metálicas y suelo de mármol blanquecino, un pequeño anuncio sobre el programa de fidelización de la cadena y una compleja botonadura con algunos pisos de acceso cerrado con llaves y demasiados botones de emergencia y comunicación. Sube rápido abriéndose a un ancho y muy luminoso pasillo que corre a derecha e izquierda con las habitaciones. Algunos carteles indican la dirección de las mismas. Suelo de mullida moqueta azulada, paredes en vescom gris, puertas en madera clara con marco en blanco y un pomo metálico moderno con un lector de tarjetas por contacto. Tras la puerta la s
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