Habitación amplia, razonablemente eauipada, sin nada en especial a destacar. Cuenta con piscina y hermosa vista a las montañas (reducida la vista a los viñedos). Algo que no nos satisfizo fue el desayuno, que es algo limitado en variedad. El personal es correcto, amable pero (al menos con quienes tratamos) de escasa calidez (a excepción de un muchacho que lamentablemente no recuerdo su nombre). Nos alojamos 3 noches y para la hora de la merienda solo ofrecen alfajores y un par de medialunas que, dicho sea de paso, nos cobraron cada una $ 3.500. Realmente un despropósito. Se supone que si uno está alojado allí, deberían contemplar la disponibilidad de al menos dos o tres productos más, ya que el "kiosco o super" más cercano está a unos cuantos kilometros. Hechas estas salvedades, el lugar es recomendable. El precio acorde en línea con los valores de la zona.
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