Bruno Mars

“Las estatuillas, la portada de la revista Time y todas esas mierdas son muy bonitas e hicieron que mis padres y mi familia se sintiesen muy orgullosos”, le confesó Bruno Mars a Apple Music en una entrevista, “pero sigo sintiendo una lucha interior y ganas de más. Siento que estoy intentando demostrarme algo a mí mismo, que todavía tengo dentro una canción mejor”. Peter Gene Hernández mantiene afán de superación desde que se subió por primera vez a un escenario para actuar como imitador de Elvis, a quien también representó en la película Luna de miel para tres (1992). Tras mudarse a Los Ángeles, Mars empezó a buscar contactos en la industria discográfica y llegó a firmar con la Motown, pero su falta de experiencia dio al traste con sus posibilidades de triunfar en el mítico sello. Lejos de desanimarse, se dedicó a componer y producir canciones para artistas como Brandy, Travie McCoy o Flo Rida hasta llamar la atención de Atlantic, compañía con la que publicó el EP It’s Better If You Don’t Understand en 2010. La excelente acogida de crítica y público lo llevó a lanzar en cuestión de meses Doo-Wops & Hooligans, debut multiplatino que puso su pop salpicado de rock, new wave, reggae y R&B en la cima de todas las listas posibles. Y eso no fue más que el comienzo. Unorthodox Jukebox (2012), su colaboración con Mark Ronson en “Uptown Funk” y su labor como productor en 25, el tercer álbum de estudio de Adele, lo consagraron definitivamente como uno de los artistas más populares del nuevo milenio, señalado como heredero natural de figuras tan esenciales e influyentes como Michael Jackson o Prince. Sin duda se trata de palabras mayores, pero está claro que a Mars no le faltan ni la ambición ni el aplomo para asumir el reto.