LINKIN PARK

A comienzos del milenio, el rock entraba en una década de incertidumbre lejos de los fenómenos sociales del grunge y el britpop. Una de las bandas que más hizo por definirlo en términos modernos fueron los californianos LINKIN PARK, que combinaban raíces metálicas y melodías de rock clásico con versos rapeados y texturas electrónicas en las voces de Chester Bennington y Mike Shinoda. Formada en las afueras de Los Ángeles en 1996, la banda debutó cuatro años después con Hybrid Theory, uno de los álbumes más vendidos de la década. Sus canciones, emo a su manera, sonaban a la vez rotundas y vulnerables, pero también expansivas y arrolladoras en los momentos más cercanos al rap metal. Meteora (2003), que estuvo cerca de replicar el éxito de su predecesor, los captura en un momento de transición, entre texturas atmosféricas y letras intensamente personales. La década siguiente estuvo marcada por un sonido cada vez más electrónico, estructuras complejas de raíz post-hardcore e incluso una refrescante sensibilidad pop en One More Light. El 20 de julio de 2017, apenas dos meses después del lanzamiento del que sería su último álbum, el suicidio de Chester Bennington dejó en un suspenso trágico el futuro de la banda. Desde entonces, LINKIN PARK solo ha dado tímidas señales de vida con maquetas rescatadas de sus archivos, reediciones del catálogo y una remezcla de “One Step Closer”, el primer single que grabaron. Pase lo que pase en el futuro, su influencia es hoy evidente en géneros tan diversos como el trap, la electrónica o el metalcore.