System Of A Down

El cambio de siglo vio cómo el metal exploraba terrenos hasta entonces desconocidos, haciendo que sus bajos se engrosaran, que sus riffs se sincoparan hasta el extremo y que el género se enriqueciera incorporando elementos del hip-hop, el grunge, el punk o la música industrial. En este nuevo escenario conocido como nu metal, el cuarteto armenio-estadounidense System Of A Down irrumpió rompiendo todas las reglas. Tratando de encontrar un punto de equilibrio entre el thrash metal underground de los 80 y el rock alternativo de principios de la década siguiente, esta banda de ritmos brutales y atmósferas sombrías consiguió que sus letras cargadas de crítica política se adueñaran de los mosh pits desde 2001 hasta 2005. Aunque su discografía se inicia en 1998 con la publicación de su debut homónimo, no fue hasta el lanzamiento de Toxicity en 2001 cuando las provocadoras letras de Serj Tankian y los arrolladores riffs de Daron Malakian situaron a la banda en el número uno de las listas. Allí continuarían gracias a sus álbumes siguientes, los lúcidos Mezmerize e Hipnotize, ambos de 2005. A pesar de que prefirieron dedicar los años posteriores a sus proyectos paralelos en solitario y a participar en conciertos esporádicos para concienciar al público sobre el genocidio armenio, su nombre quedaría para la historia como uno de los grupos más comprometidos e intensos de la escena metálica de los 2000.