Tras un día de aventuras, la hora del baño es el momento para que los peques se relajen y se preparen para ir a la cama. Aunque ya sabemos que muchas veces aún tienen ganas de marcha. Si ese es el caso, lo mejor que puedes hacer es convertir la bañera en una discoteca improvisada y dejar que suelten la energía que aún les quede bailando las canciones más divertidas de sus personajes favoritos, como Bob Esponja o Dora, la exploradora.