Antes de conquistar el mainstream de la música de baile, Kaskade era un exquisito y respetado productor de deep house con una trayectoria emergente en el sello californiano OM. Pero después de colaborar con Deadmau5 en el bombazo "I Remember", el sonido elevador y emocional de Ryan Raddon, organizado a partir de sintes acolchados, melodías celestiales inspiradas en el trance y elegantes crescendos, abandonó la liga del underground y se consagró como una de las primeras estrellas de la explosión EDM. Desde entonces, no ha dejado de recorrer los mayores clubes y festivales de todo el mundo.