La principal aportación de Drake al hip-hop contemporáneo es un cambio en la actitud: el rapero de Toronto no responde al arquetipo del hombre viril, sino al del chico sensible que no se avergüenza de sus sentimientos. Drake rapea y canta, se envuelve en texturas ambientales y se junta con artistas indies. Su influencia se percibe tanto en el pop adolescente de Lorde como en el RnB de The Weeknd.