Gary Numan se presentó en la portada de su primer álbum como si fuera un hombre artificial hecho de plástico. El pionero del synthpop inglés unió a su estética robótica un poderoso trabajo con las texturas electrónicas y, de este modo, se convirtió en un mito influyente para bandas como Ladytron o Bloc Party, aquellas que creían en la unión de máquinas y corazón.