Si Michael Bublé se convirtió en el embajador de las baladas románticas para las nuevas generaciones se lo debemos en gran parte a su abuelo, quien lo introdujo a los grandes crooners del siglo XX y divas del jazz. Voces impecables e inconfundibles como Sinatra y Bennett, el carisma de Martin y Davis Jr. y el sentimiento de Diana Krall y Ella Fitzgerald son algunas de sus mayores inspiraciones.