Señalados como herederos del pop dulzón y canalla de bandas como Hombres G o El Canto del Loco, los madrileños Taburete han pasado en tiempo récord de ser considerados poco menos que una broma a erigirse como uno de los fenómenos musicales más mediáticos de las últimas temporadas. Casi tan conocidos por los polémicos titulares que suelen regalar sus lenguaraces líderes como por el éxito viral de sus odas al hedonismo y los placeres carnales, Willy Bárcenas y los suyos han logrado hacerse hueco en un panorama dominado por los sonidos urbanos y latinos con una fórmula de corte clásico que salpica con ska, rancheras y reminiscencias ochenteras piezas de pop tan sencillas y efectivas como “Belerofón”, “Amos del piano bar” o “Brindo”.