Al principio, una grabación de la Segunda y Quinta sinfonía de Beethoven arregladas para un trío de piano parece algo inusual, incluso si son interpretadas por el violinista Leonidas Kavakos, el violonchelista Yo-Yo Ma y el pianista Emanuel Ax. Después de todo, estas obras fueron compuestas originalmente para la majestuosa fuerza de una orquesta sinfónica completa. Pero tocarlas como música de cámara es menos inesperado de lo que podría parecer. “Tan pronto como se escribía una sinfonía, tenían que estar listas todas las distintas transcripciones para diferentes instrumentos”, le comenta Ma a Apple Music. “La paradoja”, agrega Ax, “es que una interpretación de orquesta habría sido algo insólito en la época de Beethoven. Lo normal habrían sido esas versiones de piano a cuatro manos, o un arreglo de trío o cuarteto. Así que, de hecho, esta versión de cámara era probablemente la estándar”. Para esta grabación, el trío utilizó un arreglo existente de la Segunda sinfonía hecha por el alumno y amigo de Beethoven, Ferdinand Ries. Pero para la Quinta, optaron por encargar uno completamente nuevo al compositor británico Colin Matthews, quien se inspiró en el arreglo para solo de piano de Liszt. “¡Ciertamente se notaban las secciones dónde lo hizo, porque esas eran las partes que yo no podía interpretar!”, menciona Ax entre risas. “Probablemente Beethoven usó la orquesta de manera más notable que cualquier otro compositor, y Colin ha logrado capturarlo todo de forma maravillosa”. La Quinta sinfonía tiene una energía extraordinaria y pasión, que en apariencia podría ser difícil replicar con sólo tres músicos. “Me emocionó mucho explorar su intensidad y espíritu revolucionario, y nunca sentí que lo estuviéramos reduciendo”, afirma Kavakos. “De hecho, tengo que tocar mucho más de lo que haría como violinista en una orquesta. Ya que el material se distribuye sólo entre tres personas, podemos interpretar prácticamente todas las grandes melodías que hay en esa pieza”. Ax está de acuerdo y sugiere que estos arreglos de trío sacan a relucir aún más detalles musicales. “Ya que somos tres, una de las cosas que me encanta es la gran energía que debe crearse”, explica. “¡Se necesita mucho esfuerzo físico! Pero como resultado, obtienes más claridad y percusión de lo que probablemente lograrías con una sección de cuerdas completa”. Ma, Ax y Kavakos tampoco se detienen aquí. Cuando se lanzó este álbum, ya estaban ensayando un arreglo del pianista Shai Wosner de la Sinfonía Pastoral (la Sexta de Beethoven), en la que encontraron resonancias modernas. “Vivimos en un período de cambio climático”, expresa Ma. “Va a ser conmovedor y alegre tocar una pieza en la que, hace un par de cientos de años, Beethoven disfrutaba de su comunión con la naturaleza y la expresaba mediante música extraordinaria”.