Suffer es un referente inevitable del punk rock y uno de los discos más reconocidos del género. Con él, Brett Gurewitz y Greg Graffin alcanzaron la cima del hardcore divino dejándose llevar por una ecuación imposible de la que hicieron bandera sin complejos: punk ramoniano, melodías de rock radiofónico trasnochado y una actitud inundada de honestidad. Todos sus segundos son un libro de resistencia, una guía para el desarrollo de nuestra civilización.